Son casos diferentes; una cosa es ir borracho y hacer una barbaridad, cumples tu pena/multa y la cosa tiene remedio, no volver a emborracharte.Pero en cuanto al individuo este de Ciudad lineal, violar a una niña hasta reventarla demuestra de que carece de un mínimo de empatía, cualidad imprescindible en un homo sapiens y hasta en los mamíferos superiores. Si se demuestran estos hechos, este individuo no llega ni a animal, es una alimaña con forma humana. Y como la empatía por desgracia no se puede inculcar, debería estar encerrado de por vida.Es penoso que esta alimaña ya hubiese cometido continuados delitos y hasta una violación como mínimo, y se le hubiera dejado libre. Lo que demuestra que nuestra legislación es criminalmente permisible. Y mira que no tengo hijos, pero es que hay cosas que claman al cielo...
Perfecto: dices que "porque no a todo el mundo le importa lo mismo el sufrimiento de los demás, y porque hay a quien le puede el temor al castigo penal." (no cito toda la entrada porque entiendo que no estoy descontextualizando el nucleo del argumento). A lo que yo me vengo refiriendo durante toda la argumentación es que ese porqué no es "el mal" ni "ser un hijo de puta" (un término que puedo entender desde lo visceral, pero que objetivamente es inapropiado para el debate y está muy alejado de aclarar nada más que el rechazo que nos produce el acto, un rechazo que naturalmente comparto, pero , repito, decir que alguien ha hecho algo porque es "un hijo de puta" es lo más alejado a la objetividad y a la argumentación rigurosa que nos podemos encontrar, y nadie de los que puedan estar leyendo esto nos va a tomar en serio, ni a ti ni a mí).Y esto enlaza a la perfección con los comentarios respecto a la duda razonable de Cesarmálaga y el porqué en unas ocaciosiones serían capaces de inhibir y en otras no. Voy a ser muy simplista y obviar muchas variables para centrarnos en tres elementos:1) Conciencia de causar daño a otros.2) Empatía: ser capaz de "sensibilizarse" con el daño a otros.3) Capacidad de inhibición. Intentemos entender estas capacidades como tres "módulos" independientes (que, ciertamente, desde una perspectiva conexionista no lo son, pero vamos a tomarno esta licencia para simplificar la explicación).Tendremos distintos tipos de sujetos, por ejemplo:a) Sujetos sin capacidad de conciencia de daño, empatía ni inhibición. Por ejemplo ALGÚN caso de persona con discapacidad profunda (retraso mental profundo) que, como cesarmalaga comentaba, no existirá ni plan preconcebido, ni conciencia de ser observado, ni quizá conciencia del castigo posteriorb) Sujetos que son conscientes de causar daño, que no sienten empatía por la víctima y que podrían inhibir su conducta. Creo que son estos a los que os referís especialmente y que, indudablemente, son los que más rechazo generan. (El problema es no entender que pueden existir otros casos con otras características.c) Sujetos que son conscientes de que causan (o causarían) daño, que sienten empatía por la víctima y que inhiben su conducta. Podrían ser casos como los pedófilos que reprimen su conducta que cita Bru.d) Sujetos que son conscientes de que causan daño, que no sienten empatía por la víctima y que inhiben su conducta. Podrían ser igualmente casos como los pedófilos que reprimen su conducta pero en este caso no por empatizar con la víctima sino por el castigo social.e y f) Sujetos que son conscientes de que causan daño, que sienten empatía (e) o no (f) por la víctima y que en determinadas circunstancias, cuando ven posible la conducta, son incapaces de inhibirla. Sujetos que pueden ser capaces de inhibirse en situaciones "normales", pero que cuando se producen determinadas situaciones, el estímulo es lo suficientemente fuerte como para no poder inhibir la conducta. Fuera de esa situación son conscientes de que deben controlarse y pueden hacerlo, pero en determinadas circunstancias les resulta, desde una perspectiva neuroanatómica, imposible inhibir esa conducta. Como véis, no digo ni remótamente que todos los caso sean de estos último tipos. Lo que planteo es que, yendo a un extremo radical, siquiera un único caso puede estar dentro de esta categoría, la de ser capaz de inhibir en determinadas situaciones pero incapaz de hacerlo en otras.Creo, de todos modos, que todo esto se resume a lo que entendemos por "voluntad" y "capacidad de elección". Los argumentos que estoy dando lo que pretenden es argumentar que esa capacidad de "elección" y de "voluntad" quizá no lo sea tanto. Quizá existen conductas, contextos, situaciones, variables que hacen que en determinadas circunstancias nuestro cerebro, neuroanatómicamente, no sea capaz de reaccionar de otra manera, y que esta capacidad de "elección" y de control de absolutamente todas nuestras conductas puede tener un elemento un tanto ilusorio. Como bien decía Gelete, esto de los eximentes y atenuantes es algo que recoge el derecho. La neurociencia en este caso lo que pretende es objetivar el porqué de esos atenuantes o eximentes y, más allá de eso, evitar en todo lo posible la reincidencia de la conducta y, ojalá, evitar y prevenir futuros casos.
Cita de: calvoPerfecto: dices que "porque no a todo el mundo le importa lo mismo el sufrimiento de los demás, y porque hay a quien le puede el temor al castigo penal." (no cito toda la entrada porque entiendo que no estoy descontextualizando el nucleo del argumento). A lo que yo me vengo refiriendo durante toda la argumentación es que ese porqué no es "el mal" ni "ser un hijo de puta" (un término que puedo entender desde lo visceral, pero que objetivamente es inapropiado para el debate y está muy alejado de aclarar nada más que el rechazo que nos produce el acto, un rechazo que naturalmente comparto, pero , repito, decir que alguien ha hecho algo porque es "un hijo de puta" es lo más alejado a la objetividad y a la argumentación rigurosa que nos podemos encontrar, y nadie de los que puedan estar leyendo esto nos va a tomar en serio, ni a ti ni a mí).Y esto enlaza a la perfección con los comentarios respecto a la duda razonable de Cesarmálaga y el porqué en unas ocaciosiones serían capaces de inhibir y en otras no. Voy a ser muy simplista y obviar muchas variables para centrarnos en tres elementos:1) Conciencia de causar daño a otros.2) Empatía: ser capaz de "sensibilizarse" con el daño a otros.3) Capacidad de inhibición. Intentemos entender estas capacidades como tres "módulos" independientes (que, ciertamente, desde una perspectiva conexionista no lo son, pero vamos a tomarno esta licencia para simplificar la explicación).Tendremos distintos tipos de sujetos, por ejemplo:a) Sujetos sin capacidad de conciencia de daño, empatía ni inhibición. Por ejemplo ALGÚN caso de persona con discapacidad profunda (retraso mental profundo) que, como cesarmalaga comentaba, no existirá ni plan preconcebido, ni conciencia de ser observado, ni quizá conciencia del castigo posteriorb) Sujetos que son conscientes de causar daño, que no sienten empatía por la víctima y que podrían inhibir su conducta. Creo que son estos a los que os referís especialmente y que, indudablemente, son los que más rechazo generan. (El problema es no entender que pueden existir otros casos con otras características.c) Sujetos que son conscientes de que causan (o causarían) daño, que sienten empatía por la víctima y que inhiben su conducta. Podrían ser casos como los pedófilos que reprimen su conducta que cita Bru.d) Sujetos que son conscientes de que causan daño, que no sienten empatía por la víctima y que inhiben su conducta. Podrían ser igualmente casos como los pedófilos que reprimen su conducta pero en este caso no por empatizar con la víctima sino por el castigo social.e y f) Sujetos que son conscientes de que causan daño, que sienten empatía (e) o no (f) por la víctima y que en determinadas circunstancias, cuando ven posible la conducta, son incapaces de inhibirla. Sujetos que pueden ser capaces de inhibirse en situaciones "normales", pero que cuando se producen determinadas situaciones, el estímulo es lo suficientemente fuerte como para no poder inhibir la conducta. Fuera de esa situación son conscientes de que deben controlarse y pueden hacerlo, pero en determinadas circunstancias les resulta, desde una perspectiva neuroanatómica, imposible inhibir esa conducta. Como véis, no digo ni remótamente que todos los caso sean de estos último tipos. Lo que planteo es que, yendo a un extremo radical, siquiera un único caso puede estar dentro de esta categoría, la de ser capaz de inhibir en determinadas situaciones pero incapaz de hacerlo en otras.Creo, de todos modos, que todo esto se resume a lo que entendemos por "voluntad" y "capacidad de elección". Los argumentos que estoy dando lo que pretenden es argumentar que esa capacidad de "elección" y de "voluntad" quizá no lo sea tanto. Quizá existen conductas, contextos, situaciones, variables que hacen que en determinadas circunstancias nuestro cerebro, neuroanatómicamente, no sea capaz de reaccionar de otra manera, y que esta capacidad de "elección" y de control de absolutamente todas nuestras conductas puede tener un elemento un tanto ilusorio. Como bien decía Gelete, esto de los eximentes y atenuantes es algo que recoge el derecho. La neurociencia en este caso lo que pretende es objetivar el porqué de esos atenuantes o eximentes y, más allá de eso, evitar en todo lo posible la reincidencia de la conducta y, ojalá, evitar y prevenir futuros casos.A veces viene bien, Calvo, dejar el microscopio y salir a la calle, relacionarse y observar el comportamiento de la gente, porque muchas cosas solo pueden saberse por esta vía. La moral o la ética distan mucho de poder medirse en laboratorios. Ya Spinoza intentó demostrarla “según el orden geométrico”, pero me temo que muchos no estuvieron de acuerdo.He seguido uno a uno tus casos: a, b, c, d… y hasta ahí todo claro, pero llegamos al e y f, y desaparece toda claridad, parece como metido con calzador, algo así como un producto Calvo que no es precisamente un atún (perdona la broma, pero hasta los temas más serios la permiten de vez en cuando . Y es que ese caso se parece demasiado al de todo hijo de vecino, porque todo lo que hacemos queda irresistiblemente determinado en el momento de actuar, siempre hay un motivo que es lo suficientemente poderoso para determinar nuestros actos, de modo que todo lo que sucede lo hace necesariamente. Siempre hacemos lo que queremos ateniéndonos a las circunstancias, y no podemos hacer otra cosa. Así que todo el meollo de la cuestión está en lo que sucede antes de actuar, en la influencia de los motivos sobre un sujeto.Ahora voy a ponerme los guantes y voy a entrar en tu terreno. Sólo si me demostrases que hay una lesión cerebral, que alguna estructura está dañada o falta, creo que cabría hablar con seguridad de enfermedad. Pero de ningún modo si lo único que sucede es que no se activan mecanismos neurológicos de inhibición, porque eso solo supone que un sentimiento, o deseo, o pensamiento tienen una determinada correspondencia en el cerebro, no una causa determinante.Y de verdad que me muero de ganas por saber tu evaluación y tu explicación del caso b, porque todo tu argumentario parece conducir, pese a que lo centras en un caso concreto, a que no existe la maldad y que por tanto, todo podría reducirse a enfermedad.
Bueno, creo que la exposición es clara. Hay tres capacidades, y contemplo la posibilidad de que una de ellas falle: la capacidad de inhibir, relacionada con las funciones ejecutivas superiores. Esa (los casos e) y f) ) es la que no te parece clara. Creo que coincide con que no compartes, o yo no estoy sabiendo explicarme, la posibilidad de que la capacidad para inhibir la conducta está relacionada con una función cognitiva que a su vez correlaciona con determinadas áreas del lóbulo frontal-prefrontal.No veo que no sea clara la exposición (sí compleja, y he simplificado de forma grosera el concepto).En tu argumentación, irónicamente, defiendes una postura plenamente determinista: porque todo lo que hacemos queda irresistiblemente determinado en el momento de actuar, siempre hay un motivo que es lo suficientemente poderoso para determinar nuestros actos, de modo que todo lo que sucede lo hace necesariamente. E irónicamente yo me he posicionado en una interpretación "débil" del determinismo psicológico. Es decir, creo que existe una predisposición a la conducta, pero creo que EN GENERAL, la persona tiene capacidad de elegir. El matiz, fundamental para poder explicar mi argumentación, es que esa capacidad de elegir, en este caso de inhibir conductas, puede estar grávemente afectado en determinadas personas. (Nunca he dicho que todas, y precisamente las que creo que muchos tienen presentes cuando se habla de estos temas, los, simplificando "casos b)" no entran en este ejemplo). Respecto a poder demostrar que existe una lesión que impide la inhibición, creo ya haber referenciado el síndrome orbito-frontal. https://sites.google.com/site/lobulofrontaldc/Home/patologas/sindrome-orbitofrontalhttp://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion-logo/14_disejecutivos.pdfhttp://www.neurowikia.es/content/neuroanatomia-conductual-y-sindromes-focales-cerebrales-esquemas-basicosParece que los que saben de esto de verdad (no es mi caso) sí consideran que existe una disfunción de uan capacidad que implica dificultad o ausencia para controlar-planificar-inhibir la conducta.Con mis escasos conocimientos, me planteo una posibilidad: una "destrucción" total de la corteza frontal-profrontal implica una desinhibición total, una dificultad objetiva de controlar la propia conducta. En esto parece que existe consenso. ¿No es posible que existan sujetos, si quiera uno, en el que por el motivo que fuera esa función estuviera disminuida, sin que existiera "destrucción absoluta" de la estructura neuroanatómica?Vuelvo a repetir que no estoy defendiendo que absolutamente todos los casos de delitos "extremos" cumplan este perfil. Lo que planteo es que puede existir una parte de ellos que sí lo hagan.Y respecto a como dar explicación a los "casos b", esto es: b) Sujetos que son conscientes de causar daño, que no sienten empatía por la víctima y que podrían inhibir su conducta. Creo que son estos a los que os referís especialmente y que, indudablemente, son los que más rechazo generan. (El problema es no entender que pueden existir otros casos con otras características.Una aproximación a una expliación tendría que ver con un escaso desarrollo de esa empatía. Quizá motivada por una ausencia de educación emocional, quizá por, al igual que en los casos órbito-frontales, por una hipo-actividad o disfunción de las áreas que soportan esta capadidad... Lo que no puedo apoyar en ningún caso es que cuando no entendemos racionalmente algo recurramos a "la magia" (entiéndase "magia" como una explicación acientífica), a lo intangible o a lo espiritual. Menos aun reducirlo a "es un hijo puta", que puede parecer muy tajante y vehemente, pero que es o más alejado a una argumentación respetable que puedo contemplar.OT: el bromazo de "atún calvo", al igual que Calvo Sotelo o similares, no me generan ni simpatía ni antipatía. Las recuerdo con cierto cariño porque eran ocurrencias de mis compañeros de 8 o 9 años en el colegio y las he escuchado tantas veces que ya casi han perdido su significado, tanto en el buen como en el mal sentido. Hacía tiempo que no las escuchaba. Como forma de simpatizar, no es muy exitosa.
determinados sujetos van a tener cierta "capacidad" de elección de determinadas conductas, como bien dices especialmente de la iniciales, y se les presentaran otras (utilizando un ejemplo simplista y en términos coloquiales, cuando el estímulo es muy "potente" y la conducta está muy "instalada") donde la capacidad para inhibir está reducida.
Y respecto a como dar explicación a los "casos b", esto es: b) Sujetos que son conscientes de causar daño, que no sienten empatía por la víctima y que podrían inhibir su conducta. Creo que son estos a los que os referís especialmente y que, indudablemente, son los que más rechazo generan. (El problema es no entender que pueden existir otros casos con otras características.Una aproximación a una expliación tendría que ver con un escaso desarrollo de esa empatía. Quizá motivada por una ausencia de educación emocional, quizá por, al igual que en los casos órbito-frontales, por una hipo-actividad o disfunción de las áreas que soportan esta capadidad... Lo que no puedo apoyar en ningún caso es que cuando no entendemos racionalmente algo recurramos a "la magia" (entiéndase "magia" como una explicación acientífica), a lo intangible o a lo espiritual. Menos aun reducirlo a "es un hijo puta", que puede parecer muy tajante y vehemente, pero que es o más alejado a una argumentación respetable que puedo contemplar.
Ya que reactivais el hiloUn tema que me pregunto. ¿Los que proponiais la pena de muerte para el presunto pederasta tambien la pedís para los casos de pederastia de eclesiasticos que se han destapado esta semana?. ¿Y que penas pediriais para los que encubren estos casos?
Permitir que los curas se casen tampoco creo que lo hagan, por un tema económico; el típico cura soltero cuando muere ha amasado una pequeña fortuna -no hijos, no hipoteca, comida gratis etc- la cual va a parar íntegramente a la Iglesia. Si se casasen y tuviesen hijos, su patrimonio sería para ellos y no para la Iglesia.
Es verdad los protestantes tienen muchisimos problemas con el patrimonio de los pastores.
¿Entonces los curas pedofilos no los matamos no? solo pena de carcel