Afinidad personal. Es decir, que la gente que lo formen te caigan bien. Vamos, simpatía por esas personas. Porque si no, se hace muy difícil.
Yo vivo en una ciudad de 700.000 habitantes (palmo más o palmo menos) y no juego ni en clubes, ni en tiendas, ni en mi casa, ni en casa de nadie. Solo juego en bares. Así que con que el pueblo tenga un bar o club social me sirve.