Los componentes del juego son bastante vistosos , más allá de la estupenda portada y contraportada que me parecen de un diseño exquisito.
El pasado vierenes pude hincarle el diente, más atraído por el Universo de Pratchett que por el juego en si, y me pareció bastante divertido, ligero y hasta me atrevería a aventurar que con cierta vocación familiar. Es posible que pueda abrumar un poco al principio, como ya se ha advertido, al tener varias cartas con símbolos y acciones de texto en la mano (mano que puede llegar a ampliarse bastante), pero en seguida se da uno cuenta de que las acciones son limitadas y se le coge el tranquillo en un pis-pas. Uno de los alicientes del juego son las estupendas ilustraciones de las cartas, en particular las del maestro Paul Kidby, ilustrados habitual del universo del Mundodisco. Para mi, que no esperaba mucho del juego, fue una grata sorpresa, aunque no lo vi demasiado rejugable en el sentido de jugarlo tres veces seguidas.