Es un juego que, en mi grupo, cumple con sus expectativas. Juego rápido, armas molonas y a matarse. Sin mayor ambición que pasar un rato divertido. Para esas noches que apetece más echarse unas rapiditas que no algo de mayor peso. Como el Dojo Kun, o el Mundodisco, que mecánicamente no tienen nada que ver, pero que nos hacen una función similar y me dejan con el mismo sabor de boca. Partidas locas que puede ganar cualquiera y que lo divertido es putear y picarse.
El wiz war lo probé y no me causó las mismas sensaciones. Lo encontré mas engorroso.

Descent 2

Acabo de leer en las reglas otra nueva norma que favorece al jugador Rebelde (de verdad que me hago cruces de cómo han podido diseñar la expansión para aumentar todavía más las opciones rebeldes). La que limita a ocho los lideres de la reserva. Esto quiere decir que si consigues seducir al lado oscuro a un líder rebelde y lo añades a tu bando debes eliminar a uno que ya tenías?

También limita a los rebeldes que podían reclutar a chewaka o lando con la carta de Solo. Creo que esto en concreto lo que consigue es igualar esas situaciones desequilibrantes.
Además ahora hay más formas de reclutar con lo que es poco probable que algún bando quede en inferioridad y sin embargo sería mas probable que se sobrepasasen los ocho lideres por bando, rompiendo, muy probablemente, la dinámica del juego.

He jugado con ambos bandos y es obvio que con cada uno tienes que jugar de distinta forma.
No creo que sea mas divertido jugar con un bando que con el otro. Simplemente te tienes que adaptar y disfrutar desarrollando el papel que te ha tocado. Siendo opresivo y destructor si eres imperial o, utilizando el subterfugio y la sorpresa siendo rebelde.
Me parece un juego muy equilibrado pese a la complejidad que supone su asimetría y creo que es un gran trabajo del diseñador.
El único pero, es que tienes que haberle echado varias partidas y conocerte las cartas si quieres jugar en serio. Especialmente, creo que son clave los objetivos rebeldes. Ya sea para conseguir desarrollarlos por el bando rebelde, como para prevenirlos por el bando imperial.