Yo tengo un día de juego fijo a la semana lo sabe mi pareja, lo saben mis hijos, lo sabe todo el mundo y para mí jugar es poder relajarme olvidarme de cualquier tipo de problema, relacionarme, disfrutar. En fin, a mí sí me aporta. De hecho la semana que no juego estoy más inquieto, más nervioso y más fácilmente irritable. Jugar es salud.
Hace un tiempo introduje leve pero intensamente a una compañera de trabajo en los juegos de mesa. Se picó muchísimo. Le gustaba rejugar y mejorar sus puntuaciones a unos pocos juegos que íbamos viendo junto a su pareja y la mía. Mombasa, GWT, Brass y Troyes eran nuestros baluartes... y luego alguna partida esporádica a Torres, Clanes de Caledonia, El Grande, Sushi Go e incluso llegamos a meternos dos veces con Antiquity.Me acabo de acordar de que un día me dijo que consideraba que había mejorado sus prestaciones en el trabajo a raíz de haber empezado a jugar. Supongo que se refería a entrenar el cerebro de forma organizada para gestionar turnos, recursos, prioridades, etc. No sé si me atrevería yo a extrapolar esto a mi mismo. Puede que algo de eso haya, sin darme cuenta, pero realmente tengo la sensación de tener mucha materia gris podrida. Sigo igual de empanado, indeciso y con poca agilidad mental que antes de jugar a euros de forma asidua. Simplemente ahora me doy cuenta porque lo pongo a prueba.¿Y a vosotros? ¿Creéis que os ha ayudado (o no) esta afición a mejorar/entrenar/gestionar algún otro aspecto en vuestras vidas? Sea social, laboral, emocional o lo que creáis conveniente.
Los juegos de mesa no son mi única afición, me encanta el cine(mi otra pasión)...
A sumar y restar sin usar una calculadora.A saber usar una hoja de excel de memoria.
Me acabo de acordar de que un día me dijo que consideraba que había mejorado sus prestaciones en el trabajo a raíz de haber empezado a jugar. Supongo que se refería a entrenar el cerebro de forma organizada para gestionar turnos, recursos, prioridades, etc.