A mi este tema en concreto ni me va ni me viene. Pero una cosita. Todo esto de vender productos y su publicidad, está relacionado con el deseo, el ansia, con "hypear", que la gente pierda el juicio crítico y tire su cartera lo más rápido posible. Ese estado irracional es el que todo buen publicista quiere conseguir en el consumidor. Que luego la gente se enfada porque el objeto de su deseo se retrasa. Pues que esperábais. Me parece consecuente con todo el proceso. Así funciona este sistema (que a mí no me gusta por cierto).