Yo lo tengo claro, si te dedicas a estafar yo no te tengo pena y menos a estos elementos, que usan tácticas de venta muy agresivas, para intimidar y aprovecharse de los que no saben o no pueden defenderse.Cuando estos elementos vienen a mi comunidad, tras mandarlos a paseo (yo no me ando con chorradas), los voy siguiendo y a cada vez que intentan estafar a un vecino, me pongo a su lado y les mandamos a freír espárragos, ni que decir que no duran ni 2 minutos y sí, se ponen chulos y ladran, pero por fortuna soy mas grande que un armario ropero y de ahí no pasan.
Yo desde hace mucho tiempo no abro la puerta de casa a nadie.
Confirmo además que últimamente, emplean la táctica feminista, ufff... por poco se la cuelan a mi padre recién jubilado, hice acto de presencia en el momento justo y... "¡¡¡CENSURA!!!"
En mis años mozos de universidad, curré para una de estas agencias de telmarketing... creo que dure 2 semanas.Estas empresas son subcontratadas por las grandes compañías que publicitan, en mi caso me tocó campaña de la extinta AUNA. En primer lugar he de decir que se junta el hambre con las ganas de comer.El hambre: No se si será práctica habitual, pero en donde yo estuve, todas las jornadas comenzaban con una especie de haka motivacional-grupal que a mi ya me daba vergüenza con 20 años. Si no firmabas 1 contrato en una semana te ibas a la calle.Si no firmabas 5 a la semana no cobrabas.Las ganas de comer: Trabajadores sin el menor escrúpulo, que para impedir que le echasen o para poder cobrar hacían lo que fuese para firmar contratos. Lo más salvaje (y delictivo) que llegué a oir, fue ROBAR el correo de los buzones de la gente, si era una carta del banco mejor, para pillar datos y falsificar contratos.Decidí dejar el trabajo después de recibir una bronca por parte de mi Supervisor por no colarle un contrato a una mujer de unos 92 años que vivía sola, no soy médico, pero seguro que con demencia senil y posible alzheimer. Me acompañó porque llevaba tres días sin firmar un contrato, para ver como lo hacía, según abrió la puerta la pobre mujer y cruzamos dos frases, yo me di cuenta (y él también se dio cuenta) de que esa pobre mujer podría haberme firmado un nuevo testamento a mi favor. Le di las gracias a la pobre mujer por abrirme la puerta, le dije que si a su hijo le parecía bien contratar fibra óptica de alta velocidad para que ella pudiera descargarse del emule (era la época) toda la discografía de los TOOL, me llamase su hijo. Obviamente, no me llamó nadie y al día siguiente fui despedido.
Pues igualmente.. gracias freebai por tener conciencia.