La he "retocado" un poco, ya que ayer la escribí un poco "a prisa y corriendo". Espero que la disfrutéis:
Este sábado quedé en mi casa para echar una partidilla al Spartacus con 2 amigos y la novia de uno de ellos, ya que a mi amigo (con novia) el juego le ha encantado (eso de putear... lo llevamos en la sangre
).
Las 2 partidas que habíamos echado las había ganado yo, así como otra que echamos al Cyclades. Luego su premisa era "que no ganase yo": "Bueno Joserra, que no gane Tato, no?", "Tomaclaro!". Menudas 2 hienas. Ten amigos para estos...
Nada más comenzar las partida se vio claro que su objetivo era, efectivamente ese (con la complicidad de nuestro otro "amigo", su novia permanecía neutral). Con la casa Varinio y su regla de que si alguien se niega a prestarte influencia (una vez por turno) en una conspiración, pierde 1 de influencia, lo primero que hacía
siempre en su turno era pedirme mi influencia. Si me negaba, -1; si se la daba, o era una conspiración que me restaba influencia o le servía para ganarla él (o ganar oro). Así que se lo estaba pasando pipa
el muy cabrón puteándome toda la partida. Nuestro otro "amigo" también hacía algún que otro aporte a "la causa".
Yo hacía lo que podía, pero no había forma de "despegar". Entre los 2 me tenían frito. Siempre me quedaba con 3 ó 4 de influencia, mientras ellos avanzanban, poco a poco la suya. Mi amigo gozaba como un cerdo en una charca. "Ya te llegará", pensaba yo, "yo no ganaré, pero por mis huevos que tú tampoco". Era la guerra! Pero debía ser cauto, y esperar el momento...
Conseguí hacerme con Crixo (luego a partir de ahí nadie me invitaba a los juegos). Más adelante, él se hizo con Enomao. La partida avanzó hasta el punto de estar yo con 4 ó 5 de influencia, nuestro otro amigo con 6 ó 7 (al final, acabó descolgándose también de la cabeza), su novia con 9, y él con 10. Como he dicho, su novia, sin meterse en ningún berengenal, subía discretamente, poco a poco.
La subasta por el anfitrión se antojaba crucial ese turno. Sabíamos que su novia apenas tenía oro. Lo había gastado adquiriendo más gladiadores en la fase de Mercado (todos iniciales además, cosa rara). Así que se veía ganador (anfitrión, +1, voy con Enomao contra ella con un inicial + 1, y 12). Pero no contó con que yo pusiese todo mi oro en la puja. Se la gané por 2 monedas (que, además, el tenía para haber podido gastarlas, peroooo... la pela es la pela
). Ahí empecé a fraguar mi venganza.
"Yo no ganaré pero te voy a joder vivo" me sonreía a mi mismo. "Me invito, y llevo a Crixo, con la armadura y la bola con la cadena" (la que te permite atacar a distancia de 3 y los daños, de ser posible, asignarlos a los dados de velocidad).
"Te invito" le dije "a ver si tienes huevos para venir con Enomao". No podía negarse a perder 1 de influencia (como os he dicho, su novia llevaba 9 puntos), pero no se arriesgó con Enomao (cobarde!
) y llevó a un gladiador más flojo al que derrote fácilmente y, por su puesto, maté como anfitrión (me di ese gustazo, a pesa de perder 1 de influencia por su marcador de favor). Empezaba a ponerse nervioso.
En la fase de intriga, empecé yo como anfitrión. La partida la a terminar en esa ronda, lo sabía. No iba a poder ganar, pero tampoco iba a dejarle ganar a él:
- "Sarai, me prestas tu influencia?"
- "Para qué?"
- "Para darte un punto de influencia"
(ante los atónitos ojos de mi amigo)
- "Pero... no le hagas caso, que te está engañando"
- "Vale, pero, seguro, no?" la chavala tenía dudas (lógico, es el Spartacus)
- "Segurisimo"
- "Pero... que te está engañando, que es mentira, no le hagas caso" (mi amigo empezaba a dedicarme afectuosos calificativos siempre comenzaba a sudar)
- "Vale, te la presto"
- "Pues juego esta carta, y súbete uno de influencia"
A mi amigo le empezaban a salir espumarajos por la boca. Me hice con 2 puntos más y terminé mi turno.
Su novia, que sutilmente fue acumulando gladiadores, como un poco "a lo loco", utilizó 2 veces la habilidad de la casa de Solonio (descartarse de 3 de ellos por un punto de influencia). Y se puso en los 12. Gran jugada y estrategia! Mi "amigo" empezaba a no verlo tan claro...
Llegaba su turno. "Si empatamos a 12 qué pasa?" me preguntó nervioso. "Os jugaríais la victoria en la Arena" le dije. Ahí ya volvió a sonreir, se veía consiguiendo 2 los puntos que le faltaban y con su Enomao contra uno de los gladiadores iniciales que tenía su novia. Yo me imaginaba que, para ello, utilizaría también las habilidades de su casa para ganar, al menos, uno de los puntos que le faltaban.
Entonces jugó una conspiración contra sí mismo que le daba 1 de influencia, 11. "Vale, y después la habilidad, no?" pensaba yo, sonriendo maliciosamente. Si esperaba a su siguiente jugada, me arriesgaba a que utilizase una habilidad de su casa sin poder oponerme (no estaba seguro de que pudiese cumplir las condiciones de la casa Varinio, pero tampoco recordaba cuales eran) en lugar de otra carta de conspiración (que tampoco sabía si tenía). Daba igual, habilidad o conspiración, tenía que anular este punto. Era el momento de darle el golpe de gracia.
Así que, cuando ya se sumaba el punto 11 le dije "Chsssss! Espera moreno!!!". Y con mi última carta de intriga en las manos... "
TE ANULO la conspiración!". Ooooooh! Su cara era un poema. Blanco, ojiplático, empezó a blasfemar... No se lo podía creer. Empezó a expresar el "amor" que sentía por mi en aquellos momentos:
- "Pero tío... no seas cabrón, que gana ella! No me jodas!"
- "Lo sé"
- "Pero tío, jodeeer, que cabrón, que vas a hacer que gane ella!"
- "Lo sé"
El resto, reíamos a mandíbula batiente. "Donde las dan, las toman!" le recordé
No tenía más cartas con qué bajarle la influencia a su novia, y tuvo que acabar en ese momento su turno. Imploró nuestro otro amigo "Eh! Eh! Joserra, si no le bajas la influencia gana ya!". Pero este tampoco tenía cartas "No tengo! Jajajajajajajaja!" le decía mientras se partía el culo. Así que ella resultó la ganadora. Fue casi mejor que haber ganado la partida
MMMWAAAHAHAHAHAHAAAAA!!!
He de decir que, es la primera partida que veo que alguien gana sin meterse con nadie, manteniéndose "neutral", cumpliendo sus promesas...