El grupo nos conociamos, y nos conocemos, de mucho antes de jugar al rol así que no iba a perderlos por una mala partida. El factor "respeto a los demás" tampoco iba con nosotros; como ya he dicho nos conocemos desde hace mucho y muy bien por lo que no nos tenemos el más mínimo respeto. Ningún problema por ese lado.Yo entiendo que prefiráis jugar de otra forma. Yo solo comento como jugaba yo. Lo que si que no entiendo es que digas que eramos un mal master y unos malos jugadores por no jugar a vuestro modo. Nos pasamos cerca de una década jugando a todo tipo de juegos de rol, deseando que llegara el finde para reunirnos. Seríamos malos pero nos lo pasamos de puta madre y nunca jamás hubo discusiones ni malos rollos. Malas partidas es probable que hubiera pero siendo sincero no recuerdo ninguna.
Hablo de Ten Candles, Microscope, DO, Polaris o Fiasco. ¿conocéis más de este estilo? ¿recomendáis alguno?Gracias!
Cita de: Spargelstangen en 30 de Enero de 2017, 13:27:39 Ten Candles es un juego de corte dramático donde, independientemente del escenario que juegues, la premisa básica es que la oscuridad se lo está tragando todo. Esto implica que sí o sí sabes que al final de la partida todos los pj van a morir. El reto del juego consiste en contar una historia donde la emoción es el centro. Las descripciones, en este sentido, pueden cobrar especial vida en este juego, especialmente cuando se trata de describir esos momentos donde las decisiones pueden ser moralmente cuestionables. Es un juego duro porque te pone en constante jaque mate, pero con la gente adecuada puede ser emocionante. A mí se me ponen aun los pelos de punta y se me hace un nudo en la garganta cada vez que recuerdo la primera muerte que tuve que narrar en mi primera partida a Ten Candles. Como ves, no es un juego para todos los públicos.¿Que si mola? A mi me enganchó, sin lugar a dudas. Ahora bien, no recomendaría jugar a este juego de forma continuada. Es un juego que exige muchísimo de los jugadores, donde la diversión se basa en la seriedad. Por supuesto, pueden haber escenas cómicas, sólo faltaría, pero la tónica general es oscura. El propio sistema invita a esto, ya que el mismo gira en torno a diez velas (de ahí el nombre) que se van apagando. Es decir, las últimas escenas las juegas en completa penumbra, como no podía ser de otra forma.Como ves, la coherencia y consistencia del juego es sublime, exquisita. Está superbien logrado. ¡Cómo algo tan sencillo puede ser tan completo!Este juego tiene múltiples propuestas para jugarse, con escenarios completamente diferentes y sin relación alguna entre los unos y los otros. En este sentido, la rejugabilidad está garantizada. Ahora bien, el propio sistema puede dar una falsa sensación de hacerse repetitivo, porque la responsabilidad de crear una historia diferente recae en los jugadores. Me explico con un ejemplo de lo que nos pasó a nosotros: en nuestra segunda partida caímos en el error, confiados, de repetir algunos patrones en la trama. En nuestra primera partida la estructura de la historia se podría resumir en: a) empezamos en un punto de partida que se está destruyendo, b) debemos trasladarnos a otra localización. Entre a) y b) se desarrolla toda nuestra historia. En nuestra segunda partida, el planteamiento era diferente pero forzamos a que pasara a) y b) lo cual fue un error porque nos dejó ese sabor de boca de que el juego era repetitivo. En partidas posteriores pude comprobar que sencillamente cambiando la estructura de nuestra historia, el juego se hacía más rejugable.¿Te he aclarado algo?Hola Spargelstangen. Me resulta muy interesante lo que cuentas, sólo he conocido el Rol clásico de los 80-90 y ahora que vuelvo poco a poco me pierdo un poco entre tanto cambio. ¿No organizarás alguna partida en Barcelona por Agosto?.
Ten Candles es un juego de corte dramático donde, independientemente del escenario que juegues, la premisa básica es que la oscuridad se lo está tragando todo. Esto implica que sí o sí sabes que al final de la partida todos los pj van a morir. El reto del juego consiste en contar una historia donde la emoción es el centro. Las descripciones, en este sentido, pueden cobrar especial vida en este juego, especialmente cuando se trata de describir esos momentos donde las decisiones pueden ser moralmente cuestionables. Es un juego duro porque te pone en constante jaque mate, pero con la gente adecuada puede ser emocionante. A mí se me ponen aun los pelos de punta y se me hace un nudo en la garganta cada vez que recuerdo la primera muerte que tuve que narrar en mi primera partida a Ten Candles. Como ves, no es un juego para todos los públicos.¿Que si mola? A mi me enganchó, sin lugar a dudas. Ahora bien, no recomendaría jugar a este juego de forma continuada. Es un juego que exige muchísimo de los jugadores, donde la diversión se basa en la seriedad. Por supuesto, pueden haber escenas cómicas, sólo faltaría, pero la tónica general es oscura. El propio sistema invita a esto, ya que el mismo gira en torno a diez velas (de ahí el nombre) que se van apagando. Es decir, las últimas escenas las juegas en completa penumbra, como no podía ser de otra forma.Como ves, la coherencia y consistencia del juego es sublime, exquisita. Está superbien logrado. ¡Cómo algo tan sencillo puede ser tan completo!Este juego tiene múltiples propuestas para jugarse, con escenarios completamente diferentes y sin relación alguna entre los unos y los otros. En este sentido, la rejugabilidad está garantizada. Ahora bien, el propio sistema puede dar una falsa sensación de hacerse repetitivo, porque la responsabilidad de crear una historia diferente recae en los jugadores. Me explico con un ejemplo de lo que nos pasó a nosotros: en nuestra segunda partida caímos en el error, confiados, de repetir algunos patrones en la trama. En nuestra primera partida la estructura de la historia se podría resumir en: a) empezamos en un punto de partida que se está destruyendo, b) debemos trasladarnos a otra localización. Entre a) y b) se desarrolla toda nuestra historia. En nuestra segunda partida, el planteamiento era diferente pero forzamos a que pasara a) y b) lo cual fue un error porque nos dejó ese sabor de boca de que el juego era repetitivo. En partidas posteriores pude comprobar que sencillamente cambiando la estructura de nuestra historia, el juego se hacía más rejugable.¿Te he aclarado algo?
Todavía ayer en Twitter coleaba una pelea de jugadores de rol "narrativos" contra "mazmorreros" (por definirlos de alguna manera y sin querer despreciar a nadie), porque uno había dicho que el juego X era el mejor juego de rol y otro le había mentado a la madre del cordero porque ese juego no era "cánon" (no meto detalles porque no quiero personificar; la gresca viene cada día de un lado)Personalmente creo que el objetivo es divertirse, y que el director y los jugadores deben elegir el juego y el estilo que mejor les vaya. Yo he hecho muchas partidas 1 a 1, o con partes de un grupo más grande, sólo para que un jugador en particular pudiera tener una dósis de representación o narración que con el grupo completo no se podía tener. Y jugadores que "desconectaban" cuando tocaba la diplomacia o el mercadeo, y sólo se volvían a meter en el juego para las escenas de combate. Es un juego, y tiene que ser lo más entretenido e interesante para todos.