Yo creo que al margen del tema de vergüenza sí, vergüenza no, no es comparable un solitario de cartas o tablero con un solitario en el móvil cuando hablamos de jugar fuera de casa en sitios públicos. El móvil no ocupa nada, sólo las manos, no hay que sacar ni montar nada, ni hay componentes que se pueden mover, ensuciar o perder, y el móvil se lleva encima siempre.