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el_mago8

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Pecunia Non Olet, reseña
« en: 16 de Septiembre de 2009, 19:55:43 »
Acabo de publicarla en el blog.
Os la dejo aqui integra (sin fotos)

Allá por el año 69 d.c. Vespasiano se convertiría en emperador de Roma. No es mucha la información de la época de este emperador comparada con la de muchos otros.
Tras su llegada a Roma, Muciano presionó al emperador a fin de que recogiera tantos impuestos como le fuera posible. Resucitaron viejos impuestos, aumentaron el tributo de las provincias y vigilaron constantemente a los funcionarios del tesoro.
Vespasiano fue recriminado por su hijo por gravar con un impuesto las letrinas públicas. Cuando recaudó las primeras tasas, el emperador le pidió a su hijo que oliera las monedas, a lo que éste respondió: «No huelen a nada» (non olet). El padre le replicó: «Y sin embargo son producto de la orina».



Pecunia Non Olet es un juego de cartas creado por Christian Fiore y Knut Happel y publicado por Goldsieber.
Las partidas duran en torno a 30 minutos y puede ser jugado por de 2 a 6 jugadores.
Nuestro objetivo es el de gestionar unas letrinas públicas en la antigua Roma, y obtener el mayor nº de sestercios para las arcas. Para ello contamos con 3 letrinas que serán ocupadas por las distintas clases sociales de la época (Senadores, Ciudadanos, Mujeres y Esclavos), todos ellos representados por cartas. Cada uno de los personajes indica en la carta la cantidad de turnos que estarán ocupando la letrina y el dinero que pagarán cuando se vayan. Junto a estas tres letrinas dispondremos de la cola de futuros clientes, que es lo que debemos gestionar para sacar al máximo rendimiento a nuestras instalaciones.

A parte de las cartas de ciudadanos, tenemos un mazo de cartas de acción que son las que nos permitirán mover a la gente casi a nuestro antojo entre las colas, bien sea cambiándoles de posición, mandándoles a otra cola, o retirando a toda una clase social de las mismas por algún acontecimiento de mayor importancia.

Mención especial merecen las reglas de que una letrina puede ser ocupada al mismo tiempo por dos mujeres y la carta de acción especial de Chismorreo, donde una mujer esperará a la otra con la que esté compartiendo letrina.
Los senadores tampoco sentarán su precioso culo junto a un esclavo, ¡faltaría más!
En mi opinión es sin duda un juego divertido, con una mecánica muy bien acoplada que oculta algo más de estrategia de la que en un principio puede parecer.
Tras probarlo con 2 jugadores y con 5, creo que la virtud está en el medio, ya que con muchos jugadores puede llegar a ser algo difuso el objetivo de estorbarse mutuamente. Con 2 jugadores es bastante jugable, lo cual suele ser de agradecer en juegos no pensados para este número de personas.
El grafismo es gracioso y todas las cartas tienen nombres diferentes muy cachondos.
El diseño de la caja es exageradamente grande para los componentes que trae. En una caja del tamaño del Kupferkessel & Co. hubiera sido más que suficiente.