Os dejo con nuestra última reseña, esta vez de Smallworld, como siempre puedes leer la reseña aquí y ver las fotos en nuestro blog, Las Horas Muertas. Smallworld es un wargame muy muy light, con un aspecto muy atractivo y muy sencillo de enseñar. Me ha dado al impresión de que para mi no sería un juego muy rejugable, aunque me he divertido jugandolo y me parece que si que es muy fácil de sacar a mesa, lo cual le da un buen punto fuerte. El diseño esta muy cuidado y es de aspecto divertido, con simpáticas ilustraciones. Además, a cada raza se le coloca al azar una habilidad, y esto da lugar a conbinaciones muy divertidas, como “Necrofagos Mercaderes”, “Elfos Berserker” o “Orcos Diplomáticos”. Por ello me parece que puede ser una buena opción para “saltar” a los juegos de tablero de más de una hora con no jugones.El objetivo del juego, como siempre, es conseguir más puntos de victoria que el resto de los jugadores, lo que en Smallworld son monedas y se consiguen expandiendo tu raza y ocupando más territorio que nadie. Así de sencillo, por cada territorio en tu poder, una moneda a tu bolsillo. Se juegan 9 turnos y quien más amasa gana. ¡Genial!
Como te imaginas, uno elige una raza, empieza a ocupar territorios libres y a sumar pasta. Y así cada jugador… hasta que el mundo es demasiado pequeño para todos ellos. Y ahí vienen las yoyas… Este es otro punto fuerte, porque el sistema de lucha es sencillisimo. Veamos: cada jugador tiene un número determinado de fichas, cada una de las cuales representa a una unidad de población de congéneres de su raza. Para ocupar un territorio necesitas atacarlo con 2 fichas más que las que haya. Si esta vacio, con 2 fichas es suficiente, si hay digamos… 3 fichas enemigas, tu necesitarás enviar 5. Y ya esta, lo conquistas sin más…
Para darle salsa hay algunas losetas de edificios o terreno que dan bonificaciones a esos combates (todo muy sencillo) o algunas razas tienen habilidades especiales en según que terrenos (como necesitar una ficha menos para vencer en zonas de campo o si atacan a territorios adyacentes a montañas… cosillas así). Algunas razas o habilidades tienen otro tipo de marcadores, que no son edificios, y que les dan otras ventajas, como hacer ese territorio invulnerable a los demás. Hay de todo un poco. Como cada raza tienen una peculiaridad, y a cada loseta de raza se le asocia al azar otra de habilidad, cada partida es algo diferente a las demás y eso le da vidilla al juego. Pero no te vas a hacer un lío, porque solo son dos cosillas por raza y te viene una chuleta muy maja por jugador, que puedes consultar en todo momento.
Pero lo mejor de Smallworld es que cuando una raza ya se ha expandido todo lo que podía, es decir, ya no puede copar más territorio porque no tienes losetas de población libres para seguir extendiéndote (o cuando otros jugadores te han dado “para el pelo” y ya no te quedan más que 3 territorios y ninguna loseta de población con la que irte de conquistas) puedes coger tu civilización y que entre en decadencia. Para ello, dices “entro en decadencia”, y ese turno no haces nada. El siguiente eliges una nueva raza y comienzas de nuevo a desplegar por territorios del borde como hiciste la primera vez. Lo lógico es que ahora ya no estén desocupados, sino que estén habitados por otros jugadores (recuerda, es demasiado Smallworld para todos) así que ahí le vas a hacer pupita a alguien, ya que al empezar con una nueva raza, cuentas con todos tus marcadores de población para zurrarle… y además, aunque tu antigua raza en declive ya no hace nada (no se mueve, no juega…) si que sigues cobrando por los territorios que ocupan. ¿Genial, verdad?
Pues si además te explico que por si eres amante del lanzamiento de dado existe la posibilidad de usar un dado especial para jugártela en un combate en el que no tienes suficientes fichas de población como para ganar y ver si la suma de tus fichas más los cuadraditos que indica el dado son suficientes y te digo como se eligen las razas, ya te lo he contado todo…
Para elegir raza: se ponen cinco, bocaarriba, una encima de otra. ¿Que quieres la primera de la columna? la coges y pones bocaarriba otra, para que siempre halla cinco entre las que elegir. ¿Que quieres la tercera? pones una moneda en la primera, otra en la segundo y coges la tercera… y pone boca arriba una nueva. Sencillo y elegante. Ala, ya te he contado Smallworld…ahora a probarlo…
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