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Besequero de la Semana / Baronet # 46 - 14/03/2011- El Vengador Tóxico
« en: 14 de Marzo de 2011, 08:43:17 »
Hora de pasar el testigo y hora de que nos partamos el culo, asi que les dejo con ustedes a "El Vengador Tóxico" para que les fustiguen con sus preguntas. Blogger y ahora Videobloguero, creoq eu tiene cosas muy interesantes que decir.
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Puto Magic...
Bueno, para ser sinceros, eso no ha sido justo. Le debo a Magic mi entrada en los juegos, así que no debería seguir pensando en Richard Gardfield como el mayor saca cuartos del universo freak sino como ese coleguita que te mete en una afición que termina por apasionarte.
Pero cuando pienso en la pasta que me gasté...
Puto Magic...
Magic llegó a mis manos a mis 24 años, creo. Quinta Edición, Tempestad, Fortaleza... Me voló la cabeza, tal cual. O sea, ¿cómo podía ser TAN buen juego? Me metí de lleno, me gaste una leña... y disfruté más que un babuino en una tienda de Lladró. Y sigo pensando que es un juego jodidamente bueno.
Compraba la URZA, claro. En la revista venía alguna que otra página en la que hablaban de esa cosa tan rara... el rol. Al principio ignoré esas páginas. Pero... “¿KULT? Es como Hellraiser, ¿no?”. Fue mi primer manual de rol. Si estáis pensando en iniciaros en el rol, no empecéis por KULT. Excesivo, en cualquier sentido.
Pero el apetito por el rol se había abierto. Sólo necesitaba el juego adecuado. Buena ambientación, mecánicas sencillas y fléxibles... Un amigo me regaló aquella edición de JOC de La Llamada de Cthulhu. No he vuelto a tocar una carta de Magic.
Gracias al rol hice muchos y buenos amigos, aunque he perdido la esperanza de encontrar a alguien normal en ese entorno. Sin ofender.
Luego empezó a darme pereza. Solía arbitrar, y como no soy un buen máster necesitaba prepararme mucho las partidas. Mucho trabajo. Busqué algo que me proporcionase una diversión más inmediata. Sacar la caja, tal vez explicar unas pocas reglas, y ponerme a jugar. Y esa necesidad me llevó a los juegos de mesa. Interesarte por los juegos de mesa y terminar en la BSK es una secuencia lógica, y aquí estoy, intentando no pensar en el dineral que me han costado esos juegos de mesa que, desde las estanterías, me miran por encima del hombro miestras escribo esto.
Putos juegos de mesa...
Y ahora el acertijo. Una de estas es falsa.
1.- Mi primer negocio terminó de forma trágica cuando mi socio le pegó fuego para cobrar el seguro. Sus habilidades físicas estuvieron a la altura de sus habilidades intelectuales: terminó atrapado en el incendio y faltó poco para que perdiese la vida. Acabó siendo procesado y declarado culpable.
2.- Gracias al parentesco de mi chica con David Fesser hice un pequeño papel en Mortadelo y Filemón, La Gran Aventura. “Papel” es quizá algo exagerado, pero podéis verme diciéndole una frase muy ridícula a Pepe Viyuela. No me pagaron, pero me lo pasé muy bien.
3.- Soy un apasionado de Gran Hermano. Las noches en que hay gala son tan importantes para mí que preparo una cena especial para disfrutarla mientras veo el programa, y coloco a mi rana de peluche junto a mí en el sofá porque me la imagino disfrutando de la cena y la tele.
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Puto Magic...
Bueno, para ser sinceros, eso no ha sido justo. Le debo a Magic mi entrada en los juegos, así que no debería seguir pensando en Richard Gardfield como el mayor saca cuartos del universo freak sino como ese coleguita que te mete en una afición que termina por apasionarte.
Pero cuando pienso en la pasta que me gasté...
Puto Magic...
Magic llegó a mis manos a mis 24 años, creo. Quinta Edición, Tempestad, Fortaleza... Me voló la cabeza, tal cual. O sea, ¿cómo podía ser TAN buen juego? Me metí de lleno, me gaste una leña... y disfruté más que un babuino en una tienda de Lladró. Y sigo pensando que es un juego jodidamente bueno.
Compraba la URZA, claro. En la revista venía alguna que otra página en la que hablaban de esa cosa tan rara... el rol. Al principio ignoré esas páginas. Pero... “¿KULT? Es como Hellraiser, ¿no?”. Fue mi primer manual de rol. Si estáis pensando en iniciaros en el rol, no empecéis por KULT. Excesivo, en cualquier sentido.
Pero el apetito por el rol se había abierto. Sólo necesitaba el juego adecuado. Buena ambientación, mecánicas sencillas y fléxibles... Un amigo me regaló aquella edición de JOC de La Llamada de Cthulhu. No he vuelto a tocar una carta de Magic.
Gracias al rol hice muchos y buenos amigos, aunque he perdido la esperanza de encontrar a alguien normal en ese entorno. Sin ofender.
Luego empezó a darme pereza. Solía arbitrar, y como no soy un buen máster necesitaba prepararme mucho las partidas. Mucho trabajo. Busqué algo que me proporcionase una diversión más inmediata. Sacar la caja, tal vez explicar unas pocas reglas, y ponerme a jugar. Y esa necesidad me llevó a los juegos de mesa. Interesarte por los juegos de mesa y terminar en la BSK es una secuencia lógica, y aquí estoy, intentando no pensar en el dineral que me han costado esos juegos de mesa que, desde las estanterías, me miran por encima del hombro miestras escribo esto.
Putos juegos de mesa...
Y ahora el acertijo. Una de estas es falsa.
1.- Mi primer negocio terminó de forma trágica cuando mi socio le pegó fuego para cobrar el seguro. Sus habilidades físicas estuvieron a la altura de sus habilidades intelectuales: terminó atrapado en el incendio y faltó poco para que perdiese la vida. Acabó siendo procesado y declarado culpable.
2.- Gracias al parentesco de mi chica con David Fesser hice un pequeño papel en Mortadelo y Filemón, La Gran Aventura. “Papel” es quizá algo exagerado, pero podéis verme diciéndole una frase muy ridícula a Pepe Viyuela. No me pagaron, pero me lo pasé muy bien.
3.- Soy un apasionado de Gran Hermano. Las noches en que hay gala son tan importantes para mí que preparo una cena especial para disfrutarla mientras veo el programa, y coloco a mi rana de peluche junto a mí en el sofá porque me la imagino disfrutando de la cena y la tele.