+1, veo que somos muchos.Lo reconozco, compro juegos que me llaman mucho la atención, pero que después de 3 partidas acaban olvidados en la estantería por culpa de las novedades que compro, y que pronto también caerán en el olvido por más nuevas novedades... y así voy repitiendo el ciclo.
+1 Creo que todos compramos algún juego a sabiendas de que no vana a caer muchas partidas. Yo ahora mismo casi no lo hago pero tuve mis momentos. Como también tuve mis momentos de comprar algo pensando en los demás a ver si les gustaba y les picaba el gusanillo. (gran error)Los juegos hay que comprarlos para ti. En el mundillo wargame hay muchisima gente como tu. ¿Quien juega al world in flames?pocos ¿cuanta gente lo tiene? mucha mas de la que lo juega. Y eso tambien con el Twilight imprium y tantos otros incluso fuera del mundo de las batallitas.Cada uno compra lo que le apetece y lo juega cuando buenamente puede.
A mí mismo me pasaba, antes de "caer" (empezar a conocerlos, y jugarlos), que los veía con ciertas reticencia. Mi chica me regaló el X-Wing y, a partir de ahí... el acabose!
No te creas Quimérico.Hay gente (mi madre entre ella) que sigue asociando los juegos de mesa a juegos infantiles, para críos. Y que no entiende como una persona adulta puede querer pasar la tarde jugando a "jueguitos con muñequitos". Por no hablar de lo incomprensible que les resulta una ludoteca de más de ¿10 juegos? Esa "pelea" la he tenido mucho yo con mi madre. "Tanto juego, tanta caja, tanto dinero... Que vergüenza hombre, a tu edad!" ¿Cuántas veces habremos oído algo así? Yo le solía decir "¿a que si fuesen libros en lugar de juegos no te importaría? Al contrario! Dirías que qué guay que tu hijo lee mogollón". Porque la lectura es un hobby más "adulto" y "normal". En los últimos años ya lo va entendiendo mejor (o da la guerra por perdida ), porque ahora, curiosamente, no hay Navidad sin que lleve algún juego. Mis primas pequeñas básicamente me lo exigen. Y jugamos todos al Secret Hitler y cosas así claro (por número de jugadores y "complejidad"). Y este año pasado, al Dixit y al Colt Express. De hecho, en año nuevo fue mi padre el que, de repente dijo "Bueno! Habrá que echar un partida al Lobo o a alguno de esos".A mí mismo me pasaba, antes de "caer" (empezar a conocerlos, y jugarlos), que los veía con ciertas reticencia. Mi chica me regaló el X-Wing y, a partir de ahí... el acabose! A mis amigos les pasa/pasaba un poco lo mismo. Pero, a base de tener yo juegos, y proponerles venir a jugarlos (tuve que superar cierta resistencia inicial), empezaron a probarlos y oh! sorpresa! se lo pasan bien y quieren probar más! De hecho, este viernes viene a Bilbo mi mejor amigo (que vive en Madrid) y ya vamos a organizar una kedada a las 19:00 para darle a algo
X-Wing, "un gasto controlado", como el de Chema Pamundi, jaja. Por si alguno no lo ha visto, no tiene desperdicio (del minuto 30:21 a 38:24):