Para pesar de la familia Fernández su adorable mascota fallecio y lo enterraron en el jardin.
El perro de los Pérez entro en casa con el conejito de los Fernández en la boca, pero ellos no sabian que el conejito habia fallecido y el perro solo lo habia desenterrado, pensando en el disgusto que se llevarian los Fernández cuando se enteraran que su perro "habia matado" a la mascota, compraron un conejo igual y se lo colaron en la casa para espanto de los Fernández que vieron a su conejo regresar de entre los muertos