Lo probé este sábado.
Para mi, estéticamente patatero.
A parte de eso, el juego MOLA.
Cuando nos lo explicaron me convencieron de dos buenos caminos para ganar. Es una gozada no hacer caso y probar un tercero y aun así ver que ganas, da la sensación de que el juego está equilibrado y hay muchas rutas a la victoria.
El mancala se hace divertido aunque esté pegado de cojones [ya, sí, la vida es una rueda y para llegar a un sitio tienes que perder por el camino y toda la filosofía pseudo-romana que queráis
... pegado!]