Lo que comentas como novedades, en efecto, ha dado muchas vueltas en otros títulos. Aunque no sea mazo puro,
A Few Acres of Snow, de Martin Wallace, incluía quedarse con las cartas no usadas para turnos siguientes, así como una reserva donde dejarlas (¿selladas?) para uso posterior, dando pistas al contrario (o intentando engañarle) acerca de tus pretensiones.
De hecho a mi los juegos de mazo habituales, tras probar el susodicho
AFAoS y su hijito
Mythotopia, se me quedan muy cortos. Para una experiencia también molona de mazo más o menos puro y sencillo, me gusta
Valle de los mercaderes, donde no solo te quedas cartas para turnos posteriores, sino que las que compras las incorporas directamente a tu mano, lo cual añade urgencia y tensión a determinadas decisiones.
En el mundo de los mazos se ha iterado prácticamente todo. Otra cuestión es que un juego específico suponga una combinación funcional y lúcida de todo lo ya existente