logo

Mostrar Mensajes

Esta sección te permite ver todos los posts escritos por este usuario. Ten en cuenta que sólo puedes ver los posts escritos en zonas a las que tienes acceso en este momento.


Temas - Monroe

Páginas: [1]
1
Enlaces / Éxito Crítico en Patreon
« en: 09 de Abril de 2014, 11:12:46  »
¡Buenas a todos!

Mega y yo queremos hacer que Éxito Crítico crezca un poco, y para ello hemos iniciado una campaña en Patreon, un sitio de microdonaciones un poco diferente de lo habitual.

Si queréis ver los vídeos antes que nadie, descargarlos en HD, participar en sorteos, salir en los créditos y, sobre todo, que el programa se convierta en quincenal en vez de SALECUANDOPODEMOSVALE, entrad aquí y echadle un vistazo a nuestro vídeo promocional :)

¡¡Gracias!!

2
Besequero de la Semana / Baronet #186 - 03/02/2014 - decanox
« en: 02 de Febrero de 2014, 23:59:50  »
Tras una semana maravillosa (gracias a todos, espero haber resultado interesante :))), os dejo con el nuevo baronet; decanox, o como le conoceréis muchos, Nacho de Asylum Games.

Mi atención se fijó en él cuando decidió regalarnos su traducción de Tales of the Arabian Nights para sacar un libro de relatos en castellano, de modo que aquí os lo dejo para que le acribilléis. Yo atacaré mañana con calma :)

Gracias a Monroe por este honor...

Nací hace 36 años en Girona, aunque hace muchos, muchos años que vivo en Valencia y ello aunque me considero 100% castellano dado que mis progenitores provienen de Cuenca y Madrid.

A lo que vamos. Ya muy desde que pequeño sentí fascinación por lo fantástico y la ciencia ficción; quizá porque pasé mucho tiempo de la década de los 80 en una sala de cine viendo películas y sagas como “Indiana Jones”, “Star Wars”, “Willow”, “Regreso al Futuro” y un largo etcétera; o bien porque pasé la otra parte del tiempo viendo la televisión, jugando al Spectrum o a las comúnmente conocidas “maquinitas” de recreativos.

Puede que la cuestión es que el Spectrum y las maquinitas constreñían mi afán aventurero a pocos colores y escenarios cerrados y que también, en el fondo, sentía poco afán por el ejercicio físico. Y puede que por entonces estuvieran de moda los libros de “Elige tu propia Aventura”, de los que salté a la “Máquina del Tiempo” y por último, a unos libro juegos, que ya no recuerdo bien, en los que te tenías que desarrollar el personaje con simples tiradas. El caso es que un día en una clase llena de muchachos (eran los 80, con la “transición” cerca y por desgracia tuve que asistir a un colegio religioso unisex), unos compañeros de la mesa de al lado estaban jugando en una hora libre a algo raro, con unas hojas de papel, unos lápices y unos dados. Puse la oreja y escuché algo así como “estáis andando por un bosque y ¡de repente!...” ¡Vaya! ¡La libertad que andaba buscando! ¡Tenía que conseguir eso como fuera!

Pronto, sobre los 12 años, descubrí los juegos de rol. “La Llamada de Cthulhu” o “El Señor de los Anillos” fueron los primeros en caer. Me juntaba con quien podía y quisiera. Las primeras partidas consistían en darse mamporros sin mucho sentido. Siguieron más juegos: “Paranoia”, “007”, “Stormbringer”, “Runequest”... Y con la edad me fui metiendo en cosas más complejas, culminando en “Rolemaster” y “Shadowrun Segunda Edición”. Respecto a Shadowrun llegamos a coleccionar todo cuanto era publicado en inglés y cuando llegaba el lunes, ya contaba los días para que fuera sábado y retomar la partida.

Poco contacto tuve con los juegos de mesa por aquel entonces... Salvo alguna partida al “Fuga de Colditz”, “Cruzada Estelar”, “Heroquest”, “Battletech” o “Battlemaster”... E incluso alguna inacabada con más de la mitad de las reglas mal aplicadas al “World in Flames”.

Paralelamente, un compañero del colegio (seguía en el mismo “colegio” religioso, aunque ya estaba en BUP), me habló de un “juego de figuritas”, ambientado en el espacio. ¡Vaya! ¡No me digas! Pocos días después había encontrado la tienda de referencia que las dispensaba, Valhalla en Valencia, y allá que fui a comprarme mi caja de marines y de orkos espaciales de “Warhammer 40.000”... ¡Además se parecía mucho a ese juego llamado “Cruzada Estelar”! Así que, con el tiempo y unos cuantos duros, me monté un buen ejército orko de acuerdo a la edición Rogue Trader de GW. 'Ere we go!

Recuerdo aquellos años como unos muy buenos años... Pocas obligaciones, ya estaba en Letras, que se me daban bastante bien, todo iba solo... Así que semana sí y semana también caían mis partidas a WH 40.000 y Shadowrun, entre otros. Todo era feliz entre orkos y neuromantes.

Pero llegó la universidad... Y para colmo la carrera de Derecho, la que nunca quise estudiar. No sé si fueron las hormonas, que veníamos de un colegio unisex o qué sé yo, pero el grupo de juego se fue rompiendo. Fue algo así como: “¿Qué hacéis jugando al rol y miniaturas? Yo un sábado por la tarde quedo con chicas y me voy de marcha.” Poco a poco se fue imponiendo esa ley... Jugar era “uncool”. Aunque tampoco terminé de entender porqué ir con chicas y jugar al rol era incompatible... Pero se ve que no molaba, que eso era de críos y cómo ibas a hablar con una chica de rol o WH, “¿eres tonto?”. Además, GW no tuvo otra ocurrencia que cargarse la edición “Rogue Trader” y publicar la segunda edición, que barría de un plumazo todo lo que teníamos hasta la fecha y lo simplificaba hasta límites insospechados. Muy molestos con la decisión, dejamos de jugar... Y cada vez nos juntábamos menos para jugar al Shadowrun.

En fin, poco a poco me fui metiendo más en la moda indie y en lo de ir a conciertos y demás. Seguía igual de solo, pero como se dice ahora me gustaba el rollo. Lo curioso es que a mitad de los 90 y hacia el 2000 se había impuesto un invento maravilloso. Se llamaba “internet”. Y sí, estaba guay, chatear por el Irc pero también empecé a descubrir que la gente jugaba al rol en foros o jugaba a juegos de estrategia. Curiosamente es ahí cuando descubrí “labsk”, que por aquel entonces era un foro mayoritariamente de rol y llegué a jugar una partida de Blade Runner cuyo máster se llamaba José Carlos de Diego Guerrero, también había algo muy verde con hexágonos que se llamaba “Catán” o algo así que no me atrajo en absoluto. Curiosamente también conocí por ese entonces a “El Vengador Tóxico” de aquí de Valencia, que regentaba un foro de rol. También me lo pasé muy bien jugando por “Cyberboard” a la “Guerra del Anillo” (versión 1977), al “Space Hulk” e incluso a un juego de estrategia por mail llamado “1483” , juego ambientado en el siglo XV y en el que podía jugar una veintena o más de jugadores. Obviamente, jugar por mail servía para calmar las ansias pero era casi imposible terminar una partida...

Por ese entonces ya estaba trabajando (ya ha pasado el 2000) y sinceramente, era un manta. No me gustaba el Derecho y me había caído de las ascuas, directo al centro de la sartén, por inercia o qué sé yo... Estaba trabajando en un despacho de abogados que, por suerte, era un auténtico despiporre, así que en mis ratos libres seguía con mis partiditas... Pero no podía ser. No podía ser que entrase alguien y tuviese que minimizar la ventana de internet para ponerme a remover papeles como si estuviera muy agobiado. Y total, no terminaba ni una partida. Lo fui dejando... La historia se convirtió en leyenda, la leyenda se convirtió en mito, y durante muchos años estuve sin jugar a nada hasta que por casualidad entré en una nueva Era. “¡Mis juegossss!”

Corría el año 2008 cuando por casualidad mi novia, Rosa, y yo entramos en un Hipercor a comprar una vajilla de oferta. De casualidad, me encontré unas estanterías repletas de juegos... “Monopoly”, “Pictionary”... ¡Oh! “Fuga de Colditz” (de Devir)... ¡Qué buenos recuerdos! Y muy barato (estaban de saldo). Era un juego distinto a todos los que estaban allí. Me lo compré sin dudar.

Poco tiempo después, cambiando de canal veo que en Neox estaban poniendo “El Retorno del Rey” y otro recuerdo me vino a la mente: “¡Joer! ¡Jugué a la “Guerra del Anillo” por Cyberboard y me lo pasé en grande! Seguro que lo puedo comprar...”. Qué inocente, era una edición de 1977, imposible de encontrar. Sin embargo, como google es una maravilla, se había publicado un juego del mismo nombre, “La Guerra del Anillo” de Francesco Nepitelli y Marco Maggi. ¡Lo quería! Y no paré hasta conseguirlo.

Eso solo fue el comienzo: Arkham Horror, Battlestar Galactica, Twilight Imperium, etc. Volví a entrar en labsk y ¡oh sorpresa! Todo el mundo habla de estos juegos. Compré más. Y me los compraba en inglés y luego traducía y me lo pasaba muy bien y me encantaba jugar, claro. Primero endosaba los juegos a mis cuñados... Fuese lo que fuese, si tenía que ser al “Arkham”, pues al “Arkham”... Pero notaba que no les atraían los juegos y cada vez querían quedar menos. Hasta que por suerte, Rosa tiene una amiga cuyo marido conocía el mundillo y sus amigos más aún. En fin, que llegué a exigir que me los presentase, que ya tenía un buen montón de cajas cogiendo polvo y yo sin parar de comprar. Al final, pude montarme un grupo de juego que sigue perviviendo (¡y que siga muchos años!).

Llegó la crisis y ese despacho de abogados que era un despiporre cerró y yo, en el fondo, tan contento. Uno no puede esforzarse a que le guste algo por lo que no siente ninguna pasión... Así que ya en el paro, me puse a pensar que hacer con la premisa de no volver a hacer algo que no quisiese... Y así surgió Asylum Games y así hasta aquí.

Como ya he soltado demasiado rollo, tres cosas sobre mí y una es mentira:

1.- Me encanta el cine, tanto que me he tragado enterita una película de la República Democrática Popular de Corea.

2.- Recuerdo una partida mítica de “Guerra del Anillo” que jugamos en el club Dreadnought y que terminó a las 3:30 de la madrugada de un jueves entre las quejas de los vecinos por el ruido de los dados y los gritos de emoción. La partida terminó en empate militar, pero como la Sombra tenía preferencia ¡ganamos! Todo se resolvió en el famoso “asedio a Erebor” y un fatídico 6 para los Pueblos Libres.

3.- Me molesta mucho que habiendo quedado para jugar en un fecha concreta, suelen ser los domingos y con un antelación de dos semanas o más, gente que se ha comprometido no venga y te avise a última hora. Recuerdo que una vez íbamos a ser cinco para una partida al Twilight Imperium y un amigo avisó el sábado por la noche que no iba a venir. Tuvimos que jugar a otra cosa (4 es un número pequeño para un TI3). No le hablé en un mes. Estaba muy molesto.

3
Divulgación lúdica / De la tele a la mesa, en zonared
« en: 22 de Enero de 2014, 11:32:00  »
Como soy coleguita del administrador de la red de blogs Noxvo, de vez en cuando me deja publicar algo en Zonared, su página sobre videojuegos, y hasta me paga de vez en cuando  :o Rompedor, lo sé.

Así que he aprovechado para colarle un artículo sobre juegos de mesa sin que se diera cuenta. Está aqui. Es muy básico porque yo no sé mucho y por el público objetivo, pero EN FIN.

Saludetes!

Páginas: [1]