Es un producto típico de su autor. Tras cerca de una docena de partidas puedo decir que no es mal juego y es fiel al espíritu de la serie original de la franquicia, pero, al menos a mí, me resulta un tanto frío, aunque ciertamente se nota la presión de tiempo, y tiene serios problemas de rejugabilidad, lo que es su defecto más importante en mi opinión.
En cuanto a la mecánica central del juego, es más sencilla que el mecanismo de un chupe y se trata en definitiva de acumular cartas que proporcionan puntos para alcanzar la cantidad requerida para superar un desafío. Respecto a los componentes, creo que son de calidad más que aceptable, bastante buena en mi opinión, incluyendo las miniaturas, que son bastante más cuidadas y detalladas que, por ejemplo, las de "Star Trek: Fleet Captains".
Es un juego que pide a gritos expansiones para ampliar la gama de misiones y ganar en rejugabilidad, que, insisto, es en mi opinión su peor problema. Pero dudo mucho que alguna vez se animen a sacarlas.