Parece una bobada, pero la pregunta tiene un trasfondo filosófico-biológico tremendo. Yo creo que no solo no existirían los wargames, sino que no existiría ningún juego de mesa, a no ser que fuese completamente cooperativo. El ser humano lleva en su genética la competitividad y por eso ha habido tantas guerras, ya que somos insaciables y queremos el poder a toda costa. A medida que hemos ido evolucionando como especie y hemos aprendido a empatizar un poco (unos más que otros), hemos ido sustituyendo guerras por juegos. Incluso los machos humanos siempre se han peleado por las hembras, exactamente igual que los animales. Siempre queremos ser los mejores y que nos adulen. Sin embargo, aunque parezca absurdo este tipo de competitividad, es a la vez lo que proporciona ambición, afán de superación y autoestima. Si no fuese así, no saldríamos de nuestra zona de confort y la humanidad no avanzaría. La sustitución de guerras por juegos lleva muchos siglos haciéndose mediante los juegos olímpicos, la fabricación de embarcaciones (era motivo de envidia ver navíos extranjeros mejor preparados) y técnicas agrícolas; actualmente, con toda serie de deportes y entrega de premios literarios o científicos. De alguna manera, queremos demostrar a los demás que somos buenos en algo y que merecemos admiración.
Bueno, no veo por qué no iban a existir juegos de confrontación no bélica, por ejemplo, económicos, deportivos (carreras, por ejemplo), o simulaciones de cualquier otro ámbito. Es como decir que al haber guerras solo debería haber juegos de guerra.
Si no existiera la humanidad existirían los juegos de mesa?
Tendría sentido la humanidad si no existiesen los juegos de mesa?
¿Se creó a la humanidad para que jugara a los juegos de mesa?