¿Dónde está escrito que el pan "masa madre" es mejor?
Una curiosidad. ¿Alguien sabe por qué las editoriales de juegos no hacen públicas las tiradas de sus juegos? Por ejemplo, muchas editoriales de novela lo indican en la propia portada con un faldón junto a la edición. De esta manera, se sabe fácilmente cuáles son los best sellers y cuáles, no. ¿Qué miedo hay en decir que una tirada de un partner español tiene solo 300 o 500 ejemplares? ¿No sería mejor que no hubiera tanto secretismo? Es que me da la sensación que la percepción de mucha gente no se asemeja para nada a la realidad. Lo de la época dorada de los juegos de mesa es humor negro.
Cita de: Ben en 09 de Diciembre de 2020, 00:35:14 Cita de: borat en 08 de Diciembre de 2020, 21:21:12 Cita de: Ben en 08 de Diciembre de 2020, 19:17:59 Cita de: Calvo en 08 de Diciembre de 2020, 10:53:40 Cita de: Anshir en 08 de Diciembre de 2020, 10:41:55 Otro tema largo...es que además de los costes de producción, beneficio requerido, etc. Están los planes de negocio y márgenes de maniobra propios de cada sector. Las guerras de precio del pan o el modelo de negocio de Granier son un claro ejemplo de acabar con la caja del rival y llevar a una situación de oligopolio/posición dominante y todo a costa del cliente porque a mi el pan de 30 cents me parece una castaña pero ahora todos juegan a eso porque sino el vecino les come y gente que pueda hacer la de 30 cents y el de toda la vida a 60/70 son pocos, los grandes.Ahí quería ir a parar, a que el «libre mercado» sobre el papel es el «menos malo de los sistemas», pero sin regulación pueden darse situaciones que no son beneficiosas para nadie, salvo para los tramposos, y que hay que saber ver más allá del precio.Esa regulación existe a todos los efectos y en todos los campos pero el problema son la inmensa mayoría que se los salta, encubre o pacta con otras empresas del sector. Siempre con un solo objetivo: aumentar permanente los beneficios.Por ley, en cualquier actividad empresarial, tienes un tanto por cierto de beneficios, con respecto al presupuesto completo. Qué pasa? Que muchos buscan como incrementar más esos beneficios, a costa de rebajar otros aspectos en el proceso de producción de aquello que fabrica.El ejemplo del pan que citas: si en vez de comprar este y aquel ingrediente básico para hacer un pan de masa madre de calidad, lo haces con otro tipo de ingredientes y sucedáneos, más baratos , eso que me ahorro; dinero para el bolsillo.Luego están los tratos al por mayor. Si tengo que comprar baldosas, como empresa constructora, para poner en todas las viviendas de un edificio, siempre me saldrá muchísimo más barato el metro cuadrado, poniendo el mismo modelo de baldosa, que si pongo un tipo de baldosa diferente en cada vivienda o la que pida el propietario.Siempre es la misma basura; sobre un precio legal y correcto para una fabricación donde se cumplan todos los procesos de fabricación y materiales adecuados para cumplir las normativas y calidad prometidas, está la picaresca de saltarse o adulterar parte de ese proceso, y utilizar materiales de peor calidad pero manteniendo el precio inicial ofertado, que es superior. Ahí está la clave en estas prácticas.Con todos mis respetos, esta clase de argumentaciones me parece simplista y maniquea a más no poder. Podemos estar de acuerdo en que hasta cierto punto (y sólo hasta cierto punto) las grandes empresas buscan la maximización del beneficio a toda costa. Pero las medianas y pequeñas (que suponen la inmensa mayoría del tejido empresarial español) salen adelante gracias a la dedicación y transparencia de empresarios y trabajadores. Lo cual, por supuesto, no quita que pueda haber ovejas negras, tanto entre empresarios como entre trabajadores.En relación con lo anterior, creo que lo que muchos no queréis ver es que la inmensa mayoría de editoriales a nivel mundial y español son microempresas con cifras de facturación irrisorias y con serias limitaciones. Tratarlas como si fueran Apple o Volkswagen no es muy de recibo. Porque la realidad es que sus productos se asemejan mucho más a un producto artesanal de un indio del Amazonas. Muchos de los juegos que nos encantan en este foro son hiperminoritarios y tienen unas cifras de lanzamiento ínfimas. Y salen adelante por el empeño personal y los sueldos bajos o inexistentes de editores, diseñadores y desarrolladores. En la industria de los juegos de mesa, salvo pocas y notorias excepciones, no hay grandes empresarios intentando forrarse a costa del margen del PVP. El que no lo quiera ver que no lo vea, pero no hay más cera de la que arde y todas estas discusiones sobre lo caros que son los juegos les deben parecer una absoluta marcianada a la mayoría de editores y diseñadores. De hecho a los que yo conozco me consta que se lo parece.Ni simplista ni maniquea. Tal cual. Basada en la experiencia habiendo trabajado en empresas grandes, medianas y pequeñas y teniendo el alguna, responsabilidades. Y sin meter a todos en el mismo saco pero si viendo las maneras de actuar habituales.Simplista y maniqueo es tratar de desviar la atención y contra argumentar, pero en esta ocasión con un simplismo mayor y mucha demagogia.Pues yo he tenido también responsabilidades en unas cuantas y no he vivido nada de lo que comentas.En cualquier caso el hilo no va de las empresas en general sino de las de los juegos de mesa. Así que si alguien ha intentado desviar la atención y contrargumentar con simplismos y demagogia me temo que tú te llevas el premio gordo.
Cita de: borat en 08 de Diciembre de 2020, 21:21:12 Cita de: Ben en 08 de Diciembre de 2020, 19:17:59 Cita de: Calvo en 08 de Diciembre de 2020, 10:53:40 Cita de: Anshir en 08 de Diciembre de 2020, 10:41:55 Otro tema largo...es que además de los costes de producción, beneficio requerido, etc. Están los planes de negocio y márgenes de maniobra propios de cada sector. Las guerras de precio del pan o el modelo de negocio de Granier son un claro ejemplo de acabar con la caja del rival y llevar a una situación de oligopolio/posición dominante y todo a costa del cliente porque a mi el pan de 30 cents me parece una castaña pero ahora todos juegan a eso porque sino el vecino les come y gente que pueda hacer la de 30 cents y el de toda la vida a 60/70 son pocos, los grandes.Ahí quería ir a parar, a que el «libre mercado» sobre el papel es el «menos malo de los sistemas», pero sin regulación pueden darse situaciones que no son beneficiosas para nadie, salvo para los tramposos, y que hay que saber ver más allá del precio.Esa regulación existe a todos los efectos y en todos los campos pero el problema son la inmensa mayoría que se los salta, encubre o pacta con otras empresas del sector. Siempre con un solo objetivo: aumentar permanente los beneficios.Por ley, en cualquier actividad empresarial, tienes un tanto por cierto de beneficios, con respecto al presupuesto completo. Qué pasa? Que muchos buscan como incrementar más esos beneficios, a costa de rebajar otros aspectos en el proceso de producción de aquello que fabrica.El ejemplo del pan que citas: si en vez de comprar este y aquel ingrediente básico para hacer un pan de masa madre de calidad, lo haces con otro tipo de ingredientes y sucedáneos, más baratos , eso que me ahorro; dinero para el bolsillo.Luego están los tratos al por mayor. Si tengo que comprar baldosas, como empresa constructora, para poner en todas las viviendas de un edificio, siempre me saldrá muchísimo más barato el metro cuadrado, poniendo el mismo modelo de baldosa, que si pongo un tipo de baldosa diferente en cada vivienda o la que pida el propietario.Siempre es la misma basura; sobre un precio legal y correcto para una fabricación donde se cumplan todos los procesos de fabricación y materiales adecuados para cumplir las normativas y calidad prometidas, está la picaresca de saltarse o adulterar parte de ese proceso, y utilizar materiales de peor calidad pero manteniendo el precio inicial ofertado, que es superior. Ahí está la clave en estas prácticas.Con todos mis respetos, esta clase de argumentaciones me parece simplista y maniquea a más no poder. Podemos estar de acuerdo en que hasta cierto punto (y sólo hasta cierto punto) las grandes empresas buscan la maximización del beneficio a toda costa. Pero las medianas y pequeñas (que suponen la inmensa mayoría del tejido empresarial español) salen adelante gracias a la dedicación y transparencia de empresarios y trabajadores. Lo cual, por supuesto, no quita que pueda haber ovejas negras, tanto entre empresarios como entre trabajadores.En relación con lo anterior, creo que lo que muchos no queréis ver es que la inmensa mayoría de editoriales a nivel mundial y español son microempresas con cifras de facturación irrisorias y con serias limitaciones. Tratarlas como si fueran Apple o Volkswagen no es muy de recibo. Porque la realidad es que sus productos se asemejan mucho más a un producto artesanal de un indio del Amazonas. Muchos de los juegos que nos encantan en este foro son hiperminoritarios y tienen unas cifras de lanzamiento ínfimas. Y salen adelante por el empeño personal y los sueldos bajos o inexistentes de editores, diseñadores y desarrolladores. En la industria de los juegos de mesa, salvo pocas y notorias excepciones, no hay grandes empresarios intentando forrarse a costa del margen del PVP. El que no lo quiera ver que no lo vea, pero no hay más cera de la que arde y todas estas discusiones sobre lo caros que son los juegos les deben parecer una absoluta marcianada a la mayoría de editores y diseñadores. De hecho a los que yo conozco me consta que se lo parece.Ni simplista ni maniquea. Tal cual. Basada en la experiencia habiendo trabajado en empresas grandes, medianas y pequeñas y teniendo el alguna, responsabilidades. Y sin meter a todos en el mismo saco pero si viendo las maneras de actuar habituales.Simplista y maniqueo es tratar de desviar la atención y contra argumentar, pero en esta ocasión con un simplismo mayor y mucha demagogia.
Cita de: Ben en 08 de Diciembre de 2020, 19:17:59 Cita de: Calvo en 08 de Diciembre de 2020, 10:53:40 Cita de: Anshir en 08 de Diciembre de 2020, 10:41:55 Otro tema largo...es que además de los costes de producción, beneficio requerido, etc. Están los planes de negocio y márgenes de maniobra propios de cada sector. Las guerras de precio del pan o el modelo de negocio de Granier son un claro ejemplo de acabar con la caja del rival y llevar a una situación de oligopolio/posición dominante y todo a costa del cliente porque a mi el pan de 30 cents me parece una castaña pero ahora todos juegan a eso porque sino el vecino les come y gente que pueda hacer la de 30 cents y el de toda la vida a 60/70 son pocos, los grandes.Ahí quería ir a parar, a que el «libre mercado» sobre el papel es el «menos malo de los sistemas», pero sin regulación pueden darse situaciones que no son beneficiosas para nadie, salvo para los tramposos, y que hay que saber ver más allá del precio.Esa regulación existe a todos los efectos y en todos los campos pero el problema son la inmensa mayoría que se los salta, encubre o pacta con otras empresas del sector. Siempre con un solo objetivo: aumentar permanente los beneficios.Por ley, en cualquier actividad empresarial, tienes un tanto por cierto de beneficios, con respecto al presupuesto completo. Qué pasa? Que muchos buscan como incrementar más esos beneficios, a costa de rebajar otros aspectos en el proceso de producción de aquello que fabrica.El ejemplo del pan que citas: si en vez de comprar este y aquel ingrediente básico para hacer un pan de masa madre de calidad, lo haces con otro tipo de ingredientes y sucedáneos, más baratos , eso que me ahorro; dinero para el bolsillo.Luego están los tratos al por mayor. Si tengo que comprar baldosas, como empresa constructora, para poner en todas las viviendas de un edificio, siempre me saldrá muchísimo más barato el metro cuadrado, poniendo el mismo modelo de baldosa, que si pongo un tipo de baldosa diferente en cada vivienda o la que pida el propietario.Siempre es la misma basura; sobre un precio legal y correcto para una fabricación donde se cumplan todos los procesos de fabricación y materiales adecuados para cumplir las normativas y calidad prometidas, está la picaresca de saltarse o adulterar parte de ese proceso, y utilizar materiales de peor calidad pero manteniendo el precio inicial ofertado, que es superior. Ahí está la clave en estas prácticas.Con todos mis respetos, esta clase de argumentaciones me parece simplista y maniquea a más no poder. Podemos estar de acuerdo en que hasta cierto punto (y sólo hasta cierto punto) las grandes empresas buscan la maximización del beneficio a toda costa. Pero las medianas y pequeñas (que suponen la inmensa mayoría del tejido empresarial español) salen adelante gracias a la dedicación y transparencia de empresarios y trabajadores. Lo cual, por supuesto, no quita que pueda haber ovejas negras, tanto entre empresarios como entre trabajadores.En relación con lo anterior, creo que lo que muchos no queréis ver es que la inmensa mayoría de editoriales a nivel mundial y español son microempresas con cifras de facturación irrisorias y con serias limitaciones. Tratarlas como si fueran Apple o Volkswagen no es muy de recibo. Porque la realidad es que sus productos se asemejan mucho más a un producto artesanal de un indio del Amazonas. Muchos de los juegos que nos encantan en este foro son hiperminoritarios y tienen unas cifras de lanzamiento ínfimas. Y salen adelante por el empeño personal y los sueldos bajos o inexistentes de editores, diseñadores y desarrolladores. En la industria de los juegos de mesa, salvo pocas y notorias excepciones, no hay grandes empresarios intentando forrarse a costa del margen del PVP. El que no lo quiera ver que no lo vea, pero no hay más cera de la que arde y todas estas discusiones sobre lo caros que son los juegos les deben parecer una absoluta marcianada a la mayoría de editores y diseñadores. De hecho a los que yo conozco me consta que se lo parece.
Cita de: Calvo en 08 de Diciembre de 2020, 10:53:40 Cita de: Anshir en 08 de Diciembre de 2020, 10:41:55 Otro tema largo...es que además de los costes de producción, beneficio requerido, etc. Están los planes de negocio y márgenes de maniobra propios de cada sector. Las guerras de precio del pan o el modelo de negocio de Granier son un claro ejemplo de acabar con la caja del rival y llevar a una situación de oligopolio/posición dominante y todo a costa del cliente porque a mi el pan de 30 cents me parece una castaña pero ahora todos juegan a eso porque sino el vecino les come y gente que pueda hacer la de 30 cents y el de toda la vida a 60/70 son pocos, los grandes.Ahí quería ir a parar, a que el «libre mercado» sobre el papel es el «menos malo de los sistemas», pero sin regulación pueden darse situaciones que no son beneficiosas para nadie, salvo para los tramposos, y que hay que saber ver más allá del precio.Esa regulación existe a todos los efectos y en todos los campos pero el problema son la inmensa mayoría que se los salta, encubre o pacta con otras empresas del sector. Siempre con un solo objetivo: aumentar permanente los beneficios.Por ley, en cualquier actividad empresarial, tienes un tanto por cierto de beneficios, con respecto al presupuesto completo. Qué pasa? Que muchos buscan como incrementar más esos beneficios, a costa de rebajar otros aspectos en el proceso de producción de aquello que fabrica.El ejemplo del pan que citas: si en vez de comprar este y aquel ingrediente básico para hacer un pan de masa madre de calidad, lo haces con otro tipo de ingredientes y sucedáneos, más baratos , eso que me ahorro; dinero para el bolsillo.Luego están los tratos al por mayor. Si tengo que comprar baldosas, como empresa constructora, para poner en todas las viviendas de un edificio, siempre me saldrá muchísimo más barato el metro cuadrado, poniendo el mismo modelo de baldosa, que si pongo un tipo de baldosa diferente en cada vivienda o la que pida el propietario.Siempre es la misma basura; sobre un precio legal y correcto para una fabricación donde se cumplan todos los procesos de fabricación y materiales adecuados para cumplir las normativas y calidad prometidas, está la picaresca de saltarse o adulterar parte de ese proceso, y utilizar materiales de peor calidad pero manteniendo el precio inicial ofertado, que es superior. Ahí está la clave en estas prácticas.
Cita de: Anshir en 08 de Diciembre de 2020, 10:41:55 Otro tema largo...es que además de los costes de producción, beneficio requerido, etc. Están los planes de negocio y márgenes de maniobra propios de cada sector. Las guerras de precio del pan o el modelo de negocio de Granier son un claro ejemplo de acabar con la caja del rival y llevar a una situación de oligopolio/posición dominante y todo a costa del cliente porque a mi el pan de 30 cents me parece una castaña pero ahora todos juegan a eso porque sino el vecino les come y gente que pueda hacer la de 30 cents y el de toda la vida a 60/70 son pocos, los grandes.Ahí quería ir a parar, a que el «libre mercado» sobre el papel es el «menos malo de los sistemas», pero sin regulación pueden darse situaciones que no son beneficiosas para nadie, salvo para los tramposos, y que hay que saber ver más allá del precio.
Otro tema largo...es que además de los costes de producción, beneficio requerido, etc. Están los planes de negocio y márgenes de maniobra propios de cada sector. Las guerras de precio del pan o el modelo de negocio de Granier son un claro ejemplo de acabar con la caja del rival y llevar a una situación de oligopolio/posición dominante y todo a costa del cliente porque a mi el pan de 30 cents me parece una castaña pero ahora todos juegan a eso porque sino el vecino les come y gente que pueda hacer la de 30 cents y el de toda la vida a 60/70 son pocos, los grandes.
Cita de: Calvo en 09 de Diciembre de 2020, 09:06:59 Por ejemplo, me parece muy destacable ese concepto del «tira y afloja» en lo laboral y económico. Puedo parecer ingenuo o utópico, pero me gustaría pensar que se pueden entender las relaciones laborales y económicas desde un enfoque de colaboración, no de una «guerra».Es decir, me niego a pensar que todos los empresarios asumen que «los trabajadores son unos vagos a los.que hay que atar en.corto» y que los.trabajadores asumen.que «todos los empresarios son unos explotadores a los que hay que hacer caer». Ni que todas las empresas son unos «buitres.que solo quieren obtener beneficios a costa de lo.que sea» ni que todos los consumidores solo buscan el mejor precio sin tener en cuenta el valor del trabajo de los demás. Este último asunto creo que resume mucho de lo que estamos tratando: «Ese no es mi problema, yo me preocupo de lo mío y que el otro se preocupe de lo suyo» vs. «vamos a ver cómo lo hacemos para que todos salgamos beneficiados».Como en todas las cosas, no creo que sean todos los casos, pero por desgracia, por experiencia propia y ajena, creo que sí que hay una gran mayoría que tienen ese planteamiento, y al final es una mentalidad que alimenta a la otra parte a aplicar la misma. Si entras a trabajar en una empresa donde te intentan atar en corto o minimizar tus condiciones, de manera natural tu reacción va a ser tirar en el otro sentido y el enfrentamiento entre trabajador y empresa está servido. Y esta mentalidad creo que se da en una gran mayoría de empresas, o al menos en mi sector (informática), que es el que conozco. Y si entras como empleado y te aprovechas de la confianza que te puedan dar para hacer el vago, pues pasará lo mismo y la empresa perderá su confianza en ti y te intentará controlar y atar en corto.En muchas empresas cuando entras, desde el minuto uno, te ponen sistemas de control de tu jornada laboral, de trabajo, salarios lo mínimo posible y demás cosas habituales, sin darte apenas libertad, en una clara muestra de desconfianza hacia el empleado, te prometen cosas que luego no cumplen, te recortan condiciones en todo lo que pueden, etc., lo que hace que pierdas la confianza en la empresa, y se te van quitando las ganas de trabajar para ellos, por lo que terminas haciendo lo justo por lo que te pagan, ni un esfuerzo extra y afianzando una relación enfrentada.Si desde el principio depositaran confianza en ti, conozco pocas personas a las que se les dé confianza y voluntariamente decidan romper esa confianza. Cuando te dan confianza de verdad, a todos (o casi todos) nos gusta demostrar que hemos sido merecedores de ella haciendo un buen trabajo y estoy seguro que eso generaría una mayor productividad y una relación mucho más sana entre empleado y empresa, y una sensación mucho mayor de trabajar en equipo y en la misma dirección, no enfrentados.Es tan sencillo como el buscar una relación ganar-ganar, donde no se intente ganar más a costa de que el otro lo pierda, sino de ganar más ambos (y por "ganar" no me refiero a lo estrictamente monetario, sino en todos los sentidos, ambiente, condiciones, compañerismo, etc.) Todavía recuerdo una frase del representante de una empresa para la que trabajé durante una reunión en la que dijo algo así como que todo lo que entrara en nuestra bolsa (la de los empleados) era algo que salía de la de ellos (la de la empresa), en una clara muestra de la mentalidad de la empresa, que en lugar de ver que hay maneras de que ambas bolsas se llene a la par, sólo lo ven como que lo que entra en la nuestra es porque sale de la suya, dejando claro lo que luego todos pudimos comprobar, que llenan su bolsa a base de quitarnos a los empleados cosas (como hicieron año tras año).Al final casi todas derivan en un intento de ganar a costa de que lo pierda el otro, por lo que mal acabará la cosa (como suele suceder). Pocas se "arriesgan" a intentar establecer otro tipo de relación entre empresa y empleado buscando el beneficio común, no sólo el de una de las partes.Y esto es extrapolable a cualquier tipo de relación, no sólo la laboral.
Por ejemplo, me parece muy destacable ese concepto del «tira y afloja» en lo laboral y económico. Puedo parecer ingenuo o utópico, pero me gustaría pensar que se pueden entender las relaciones laborales y económicas desde un enfoque de colaboración, no de una «guerra».Es decir, me niego a pensar que todos los empresarios asumen que «los trabajadores son unos vagos a los.que hay que atar en.corto» y que los.trabajadores asumen.que «todos los empresarios son unos explotadores a los que hay que hacer caer». Ni que todas las empresas son unos «buitres.que solo quieren obtener beneficios a costa de lo.que sea» ni que todos los consumidores solo buscan el mejor precio sin tener en cuenta el valor del trabajo de los demás. Este último asunto creo que resume mucho de lo que estamos tratando: «Ese no es mi problema, yo me preocupo de lo mío y que el otro se preocupe de lo suyo» vs. «vamos a ver cómo lo hacemos para que todos salgamos beneficiados».
Chicos, se que estamos tocando temas sensibles, pero esto está a un tris de salirse de tono si no lo ha hecho ya. Aquí a ninguno nos pagan por debatir, lo hacemos como diversión. Haya paz y sigamos debatiendo sobre la profesionalización del sector y su coste/impacto. Para reclamaciones tenéis el buzón de Calvo por polémico
Yo tengo una empresa pequeñita en la que procuramos hacer las cosas bien, pagar dignamente y obtener beneficios ofreciendo cosas nuevas en lugar de lo mismo que ya hay más barato. Es una empresa de servicios, así que no producimos ni vendemos productos, pero creo honestamente que se pueden hacer las cosas bien y ganar todos. (Ahora que lo pienso, esto es lo que dirán todos los empresarios, habría que preguntarle a la gente que trabaja con nosotros )Además, conozco, he trabajado y he hecho encargos para empresas de distinto tipo y puedo nombras varias que se que también intentan hacer las cosas bien, buscando ese win-win que tanta falta hace en el mundo de los negocios.Ahora bien, dicho todo lo anterior, también he visto empresas que abusan, que recortan, que malpagan y que obtienen parte de sus beneficios a costa no de aumentar sus servicios o su producción sino de precarizar el trabajo y degradar el producto/servicio que ofrecen. Negar que esto existe y que todavía está muy extendido (especialmente en un país como el nuestro) es no haber visto o no querer ver la realidad.Volviendo un poco al tema de las editoriales, me parece interesante la idea de saber el número de unidades que salen de cada juego, como ocurre en algunos Kickstarter donde recibes una copia numerada que aparece en la caja o en una tarjeta (#135/3000). El problema es que más allá de la curiosidad, no tiene utilidad práctica para el cliente y para la editorial puede no ser interesante porque les condicionaría el dar bombo de sus ventas. Además, como dice acv, hay juegos de mesa dirigidos a públicos completamente diferentes, con formatos, costes y precios distintos, cuyas cifras no son en absoluto comparables, así que a priori no sería fácil establecer un baremo comparativo fiable.
Cuando se hace propaganda de las unidades vendidas solo es percibido como un éxito cuando son muchas, pero a la vez es despreciada por que muchos compradores piensan que es mentira, o simple propaganda o que ese juego de "masas" no es para mi. Ademas las tiradas pequeñas de algunos igual no interesan a nadie. Que sentido tiene que se diga que se venden 30.000 polillas tramposas al año?, o se han vendido más de 3 millones de carcassones en el mundo, a los jugones no les importa y al público normal casi que tampoco.