Descuelgan una y la atan a la otra. ¿O no se pueden descolgar?
Correcto. Aunque no se llegaba bien al techo, se subió una persona a los hombros de la otra, desató una cuerda y la ató a la otra.
Éste fue un problema que se planteó en una selección de personal de una empresa estadounidense hace años para descubrir la capacidad de resolución de problemas de sus empleados. Plantearon infinidad de posibilidades como la de estirar la cuerdas, humedecerlas, atarlas entre sí con cordones de zapatos... hasta que uno cogió una silla, se subió a ella, desató una cuerda y, efectivamente, la anudó a la otra puesto que en el planteamiento del problema no se decía específicamente que las cuerdas deberían estar colgando en todo momento.