Está claro que los juegos ofrecen diferentes experiencias a diferentes jugadores.
No voy a decir que Noviembre Rojo sea "el juegazo que todo el mundo debería jugar", pero yo he jugado unas cuantas partidas en solitario, llevando un par de gnomos, y me lo he pasado muy bien. Se deja jugar bien en solitario, y como los eventos conllevan una importante parte de caos y locura, las partidas son bastante diferentes.
Eso si, las instrucciones no son todo lo claras que sería deseable, y tampoco es un juego para alguien que viene del Monopoly.