La BSK
SALÓN DE TE => Sondeos => Mensaje iniciado por: Kroenen en 19 de Octubre de 2016, 17:48:08
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A raíz de un desvarío de otro hilo, quisiera hacer una pregunta de forma general, que no se si ya se ha tratado anteriormente.
En mas de una ocasión he dicho "Ei, me he comprado una expansión para el xxxx" y me han respondido con un " por ese dinero podías haberte comprado un juego diferente". Así que:
¿Comprar una expansión o invertir ese dinero en un juego diferente?
Supongo que lo mas correcto es responder con un "depende" y comenzar a matizar: ¿El juego sale mucho a mesa?, ¿que aporta la expansión?, etc... así que no se si se esto se puede preguntar sin especificar nada y responder de forma general. Aparte que aqui también entraría el factor coleccionista.
Ahí lo dejo. ;)
(yo lo preguntaba inicialmente en el contexto de un LCG)
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Si la expansión es de un juego que sale a mesa, probablemente sea dinero mejor invertido, que si compras un juego y se queda aparcado en la estanteria.
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A mi me gusta mas expandir que comprar juego nuevo por dos motivos:
- Me gusta trillar los juegos. Cuanto mas juego a un juego y mas lo han jugado el resto de jugadores mas lo disfrutamos. Las partidas son mucho mas profundas y tensas.
- Cada vez más, me cuesta aprender el reglamento de un juego nuevo. No me compensa el tiempo que tardo en leer un reglamento para que en la mayoria de los casos pase a engrosar la estanteria con una o dos partidas.
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Pues diría que siempre optaría por comprar un juego nuevo antes que una expansión, pero como no sería del todo cierto... pongamos que 3 de cada 4 compras preferiría juego, y la restante expansión (una o dos al año no hacen daño).
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Depende de lo que añada la expansión... Depende de si el juego base ya está bien... Depende del juego que vayas a comprar... No creo que debiera establecerse una regla única.
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Todo depende de lo que vea mesa el juego base.
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Si tienes una duda tan absurdamente genérica, quizá lo que demuestras es que ningún deseo real te mueve a la "necesidad" de comprar un nuevo producto, sea juego o expansión. Yo, en una diatriba así, me guardaría el dinero para cuando aparezca un deseo de verdad.
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Yo normalmente prefiero expansionar y si hay promos pues también. Si el juego te gusta y sale a mesa que mejor que esté completo.
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Nunca expansiono excepto si la expansión es para amoldar el juego a un número de jugadores no previsto inicialmente en el básico. Por ejemplo , la que tengo del Catán para poder jugar con 5-6 jugadores.
Prefiero Novedad.
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Solo si la expansión añade bastante al juego o lo modifica mucho y siempre y cuando el juego que pueda comprar sea de inferior "calidad", en caso contrario, siempre juego nuevo.
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Expansiones muuuuy selecionadas sobre todo si aladen mecanicas nuevas. (Me interesa poco el mas de lo mismo). Si no juego nuevo.
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Pues como bien decias es un depende. Yo antes era más de juego nuevo, nuevas mecánicas y juguetes nuevos. Llega un momento en el que pocas cosas entran en la categoría de "Nuevas", todo se parece demasiado a lo que tengo o bien no esta al nivel de lo que tengo, no me aporta nada de nada. En ese momento, en el que me encuentro, prefiero "expansionar" (palabro, palabro) que comprar un juego nuevo que me ocupa espacio y no me da nada mas que la efimera felicidad de tenerlo y abrirlo y destroquelarlo.
Ahora mismo me he metido a comprar cosas del Shadows of Brimstone, que si aportan al juego base, que si expanden de verdad y que añaden mecánicas nuevas que lo hacen mejor y mas divertido. (aunque más enrevesado a veces)
También ten en cuenta lo que dice el siempre sabio Davinci. Si tu pregunta es tan inabarcable es porque realmente no tienes ningun deseo real de nada, así que ahorra para comprar algo que si te llene y si vayas a jugar mucho. No nos dejemos llevar por el completismo absurdo o por la novedad y el "hype".
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Yo tengo una colección corta (unos 30 juegos) y me gusta 'trillar' cada juego (tengo pocos juegos que no haya jugado al menos 5 veces). Sin embargo y salvo contadas excepciones, no me gustan las expansiones. Tengo 2 o 3 expansiones y ninguna me ha parecido 'imprescindible'. Mis razones:
- Precio: Casi todas las expansiones cuestan, en proporción a lo que aportan, mucho más que el juego base. Pero por diversos motivos, nos puede más el 'ansia' que la racionalidad.
- Expansiones pre-programadas antes de publicar el juego base: Es algo que me repatea los hígados. Un argumento en mi caso para no comprarme el juego básico.
- Afán completista: 'Mi juego está incompleto si me falta alguna expansión!'. Un gancho que saben aprovechar muy bien las editoriales.
- Yo he probado muchas expansiones que añaden sólo 'variedad' pero no 'profundidad', ni 'mecánicas nuevas'. No me atraen generalmente.
- Muchas expansiones, a costa de aportar variedad, complican el juego y lo alargan demasiado. Otra cosa que no me gusta.
- Algunas expansiones amplían el rango de jugadores. En estos casos sí entiendo su utilidad en grupos que disfrutan mucho de algún juego pero suele haber 'uno que sobra'.
- Apego personal: 'Es uno de mis juegos preferidos', 'fue uno de mis primeros juegos', 'con este juego me enamoré', ¿cómo no voy a hacerme con la expansión? o lo que es peor: 'es que es el juego preferido de mi pareja'.
En mi caso, las pocas expansiones que me comprado se han motivado por el último punto ;D.
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Yo suelo expandir casi siempre.
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Yo coincido bastante con esto:
Pues diría que siempre optaría por comprar un juego nuevo antes que una expansión, pero como no sería del todo cierto... pongamos que 3 de cada 4 compras preferiría juego, y la restante expansión (una o dos al año no hacen daño).
Prefiero comprar un juego nuevo.
Un juego expandido en exceso es posible que vea menos mesa. Decidir qué expansiones aplicas, seleccionar los componentes que se usan y los que no, recordar los cambios de reglas que añaden esas expansiones, etc... suele ser más coñazo que aprender un juego nuevo.
A cuenta de esto, en mi grupo parece que no da pereza aprender un juego nuevo pero sí añadir/modificar normas de uno ya conocido.
Las expansiones aceptadas van más en el sentido de ampliar "arsenal": más razas y poderes en Small World, más razas en Cosmic Encounter, más cartas en Dixit, serían ejemplos típicos. Las normas siguen siendo las mismas pero tenemos algo más de variedad.
Si la expansión cambia las mecánicas básicas del juego base (es decir, hay que desaprender algo y aprender algo nuevo), malo. Si hay que hacer (sustanciales) cambios en el setup, malo también.
Para cambiar la esencia del juego base, vamos con un juego nuevo.
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Yo soy muy poco pro-expansiones, a no ser que aporten algo muy bueno al juego base (y siempre que no lo cambie radicalmente, eso me molesta mucho) y si lo saco mucho a mesa. Excepción a esto son LCG's y similares, ahí sí compro todo para estar al día, pero en general siempre juego nuevo antes que expansión.
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Prefiero comprar un juego nuevo.
Un juego expandido en exceso es posible que vea menos mesa. Decidir qué expansiones aplicas, seleccionar los componentes que se usan y los que no, recordar los cambios de reglas que añaden esas expansiones, etc... suele ser más coñazo que aprender un juego nuevo.
+1 Con mi grupo pasa algo parecido, y muy pocas veces se juega con expansiones.
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Si el juego me gusta mucho, sí que suelo intentar hacerme con todas sus expansiones, tanto aquellas que simplemente amplían el juego sin añadir mecánicas nuevas (como por ejemplo algunas de las expansiones del Dominion), como aquellas que lo cambien sustancialmente añadiendo mecánicas nuevas.
En parte es por completar la colección (factor coleccionista) y en parte porque al ser un juego que me gusta mucho, quiero poder llegarlas a jugar.
Si el juego no lo he probado o no es de los que me atraigan demasiado, entonces no suelo comprar las expansiones (el factor coleccionista en este caso tiene poco peso).
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Ante estas dos opciones soy más de juego nuevo. Son muy contadas las expansiones que tengo algún mazo de Dixit, una de Carcassone, otra del Pandemic, el mapa de España de Alta Tensión y poco más. Ante la duda me puede más la novedad de otro juego que un complemento a otro ya existente, pero seguro que es culpa mía al no jugar lo que tengo demasiado como para quemarlo. Lo que no me convence lo vendo y lo que me convence lo juego cuando puedo.