Yo mismo. Y es todo diversión.
Es de esos juegos a los que nunca diría que no, pero no me compraría. Eso sí, por material que no quede: cartón, cartas y sobre todo meeples a granel hacen que el precio quede casi justificado (aún así me parece un poco caro).
Cada jugador empieza con 3 cartas que le confieren poderes especiales, puntos a final de partida y una mega-acción de usar y tirar. Hay unas cuantas de cada tipo, así que será difícil repetir.
Y a partir de ahí, la locura: soplar los edificios, lanzarles un vehículo o una ficha desde lo alto y acabar destruyendo por completo la ciudad a la par que se van consiguiendo sets de meeples de los diferentes colores que hay, además de intentar aprovechar la manera propia de conseguir puntos extra.
¿Conclusión? A mi modo de ver (y no soy un gran jugador de juegos familiares o party games) es totalmente recomendable. A ver qué pasa con él cuando empiece a asomarse por las tiendas patrocinadoras.