En mi humilde opinión, una de las causas es fijarse demasiado en la mecánica. Que sí, que hay que fijarse en eso. Pero para mí el juego no es solo la mecánica, también es la temática y la diversión, que está relacionada con esa temática. Y es que, por ejemplo, yo, que no he leído la serie Dune, podría jugar al juego homónimo y podría gustarme, pero no lo disfrutaría tanto como un fan de la serie. Igual que alguien a quien no le guste Star Wars no va a disfrutar tanto el Rebellion o el Imperial Assault como alguien a quien sí le guste. Por ejemplo, en mi colección tengo dos juegos muy similares: el Hannibal y el Caesar: Rome vs Gaul. Ambos son muy parecidos (el segundo es posterior y usa un sistema muy parecido y claramente inspirado en el anterior), pero eso no quita que tenga ambos en mi colección y según que conflicto me apetezca más juego uno u otro. Pensemos además que, si cada juego tuviera que innovar radicalmente en mecánicas, casi no habría juegos de mesa.Creo que de ahí viene en parte ese "hastío jueguil"
Muy de acuerdo con Throt también. De hecho en eso yo he ido cambiando, cuando descubrí esta afición quería probarlo todo y me interesaban las diferentes mecánicas sin mirar mucho el tema. Ahora que hay taaaantos juegos y que el mercado ha crecido tanto es el tema el primer elemento que utilizo para descartar la compra de un juego. (A estas alturas sigo sin haber probado Terraforming Mars. )