Para poder valorar o calificar la dureza de un juego, es un requisito imprescindible haberlo jugado un número mínimo de veces, es decir, que el valorador ha de haber entendido completamente las posibilidades de las que dispone como jugador. La cuestión es determinar ese número mínimo y que sirviera para cualquier juego. Hay juegos que con menos de una ronda, ya hay suficiente para valorarlo; sin embargo, hay otros que necesitan ser probados con tranquilidad, incluso forzando un poco de AP al principio porque los juegos difíciles son de digestión lenta, pero a la larga son más sabrosos.
Estoy de acuerdo, hay cierta objetividad en lo que significa dureza de un juego. Pero deberiamos concretar con características. Para que el hilo llegue a algo se podría poner lo que pensamos que hace que un juego sea duro, pero de forma concreta, no con metáforas o divagaciones, e ir montando una especie de compilación.
Me encantan este tipo de hilos; yo mismo creé uno similar hace tiempo sobre los juegos medios. Partiendo de esta base, yo entiendo que lo que se intenta —si es que eso es posible— es llegar a una suerte de definición definitiva con los componentes que hagan que un juego sea duro. ¿Por qué? Muy fácil, porque si no, dependiendo de la persona, esto que a mí me parece duro a otro no se lo parece y viceversa. Pero si logramos establecer unos criterios que definan de forma objetiva las características de un juego en lo que a dureza se refiere, ya no sería solo una cuestión de lo que nos parece a cada uno de nosotros.En mi opinión, hay diversos factores que pueden convertir en duro un juego, y no es necesario que todos ellos se den al mismo tiempo. Empiezo apuntando algunos aspectos que creo que hay que tener en cuenta para llegar a lo que define como duro un juego:1º. ¿Duro en comparación con qué? Si coges a un eurogamer convencional y le metes un wargame medio, a buen seguro le parecerá un juego duro.2º. El propio adjetivo duro lleva implícitos significados como 'excesivamente severo', 'riguroso', 'difícil de tolerar'...3º. ¿Es lo mismo duro que difícil, complejo o profundo?...Con estas cuestiones sobre la mesa, y tras leer vuestros comentarios anteriores, paso a dejar mi punto de vista.Borja comenzaba el hilo afirmando que, para él, el ajedrez era un juego duro. Yo jamás he sido un buen jugador de ajedrez, pero recuerdo empezar a jugarlo con poco más o menos que cinco añitos. ¿Podría un niño con esa edad jugar a otros juegos que aquí se han calificado como duros? Sin duda el altamente improbable. Es obvio que un niño no va a desarrollar estrategias elaboradas y adultas, pero lo puedes sentar sin problemas ante un tablero de ajedrez y ponerlo a jugar. El ajedrez es un juego de enorme profundidad; de eso no cabe duda, pero en mi opinión la profundidad no es en sí misma un parámetro suficiente para calificar de duro un juego. Por tanto, en ese aspecto, discrepo con Borja y con quienes opinan igual.El tiempo de la partida, sin embargo, sí creo que puede hacer duro un juego. Hay juegos que no me parecen complejos en cuanto a reglas, como el 1830 u otros 18xx, pero que te pueden tener sentado a la mesa 5 o 6 horas, si no más. Por tanto, el tiempo para mí sí puede hacer que un juego sea considerado duro.Otro parámetro a tener en cuenta es la dificultad para asimilar un reglamento, con la consiguiente dificultad para explicarlo después. Creo que eso también puede convertir en duros muchos juegos. Aunque al final, como decía mazmaz, te quedes con la sensación de que para qué tanto... ¡Ojo! Ahí hay que ver que es distinto que un reglamento no se entienda porque está mal explicado —lo que ocurre, en mi opinión, con demasiada frecuencia— que un reglamento que tenga muchas mini reglas que otro reglamento que tenga que abordar muchísimos aspectos. Si la lectura de un reglamento te va ocasionando dudas mientras lees es que ese reglamento está mal explicado; si lo lees y entiendes todo, pero, al final, se te ha olvidado casi todo, es que casi con seguridad estás ante un juego duro.También puedo entender como duros los juegos inmisericordes. Los juegos en que los fallos los pagas a precio de oro, que te descuelgan de la partida, haciendo que sea casi imposible remontar, para mí también son juegos duros. Estos, además, no pocas veces son juegos largos, con lo que ahí la dureza vendría por dos sitios.Otra cuestión que apuntaba gixmo con la que estoy de acuerdo es la de que es duro un juego que te achicharra la cabeza. Hay juegos que te fríen el cerebro, duren más o menos las partidas. Ese puede ser otro componente de dureza de un juego.Por tanto, con estos parámetros, quizá estamos —al menos yo me siento— más cerca de definir un juego duro sobre otros que no lo son.En fin... Hasta aquí mi disertación. Eso sí, yo estoy enamorado de los juegos duros.
El ejemplo de las piedras que has comentado, queroscia, es un buen ejemplo. Lo indicas como ejemplo de algo que es duro en sí mismo, sin embargo, en la escala de dureza esa de Mohs, gran cantidad de piedras están en los niveles 5-6, que sobre 10 las deja en una dureza media, y siempre comparándolas con otros materiales. Y de hecho por lo que he visto, esa escala se va a ampliar a 11 porque se han descubierto materiales que parecen ser más duros que los que se conocían hasta ahora, lo que nos reafirma en la idea de que no es un parámetro que se pueda evaluar en sí mismo, sino que necesita de la referencia de cosas externas a él.