A mi la sensación que me da (y espero que no se me malinterprete ni se saquen conclusiones extrañas) es que en líneas generales a la mayoría de gente le da igual vender juegos que calcetines. La cosa es vender. El romanticismo (o trabajar por amor al arte) creo que pasó a mejor vida hace mucho tiempo. Así que veo normal que se dedique más tiempo a lo que se vende más, que a cosas de grupúsculos y minoritarios. Así que entiendo a Dolosohoo. Mejor dedicar 1 hora de su vida a conocer el Patrulla canina (que lo petó estas Navidades) que el Ubongo.
En esto estoy de acuerdo. Pero en algunos sectores se da en mayor medida que otros. Es algo muy común de tiendas tipo bazaar, donde tienen algunas lavadoras, algunos televisores, algunos despertadores y algunos ordenadores. Al final no son ni tiendas de electrodomésticos ni tiendas de informática ni tiendas de electrónica, su trabajo es facturar.
En cambio se presupone que la juguetería debería saber vender juegos y juguetes, como lo hace el informático o el librero.
Cuando hablaba antes del tendero de la juguetería, lo hacía como mero espectador de los tiempos que corren.
Creo, y es una opinión, que si los juegos de mesa modernos están asomando el hocico en jugueterías tradicionales es por algo. Poco a poco va dejando de ser un nincho minúsculo (aunque lo sigue siendo) y va tomando presencia en él pastel ( si no a Santo de que habría juegos en Yoys r us o Fnac).
Mirad el top de ventas de juegos de mesa en Android.