A mí me ha pasado las dos cosas, tanto que me dejen como que no me dejen, tanto hablando de bares como de locales de consumo de comida.La primera vez que fui a jugar nos fuimos a un local de una famosa cadena de comida rápida en Madrid, concretamente a la parte de abajo, ya que un compañero nos dijo que anteriormente ya había jugado con más gente y no había pasado nada. Total: que jugamos (al Munchkin), pasó gente por ahí y nadie nos dijo nada.Otro día estuvimos en otro local de una no tan famosa cadena de comida rápida (creo que esto no fue en Madrid, pero no recuerdo bien), en los bajos también. Creo que todavía no nos habían traído el pedido, así que mientras esperábamos saqué mi mazo de, no recuerdo bien, cartas españolas o UNO (creo que eran españolas...). No nos dio ni tiempo a barajar; ya nos estaba diciendo un limpiamesas (sin ofender, es para ponerle un nombre) que no podíamos jugar, y guardé las cartas. El resto de la noche se la pasó intentando quitarnos la bandeja y el vaso (de refill) cada 10 minutos... Insufrible. Y le parecía gracioso.La última vez fue hace un par de semanas, semanas diferentes, con turnos diferentes de los dueños, en un bar, uno de los dos bares del pueblo, el más atestado de juventud inversa xD Con total tranquilidad, y después de pedir nuestras consumiciones, pillamos una mesa, sacamos nuestro UNO y nuestras pipas, dentro del bar, y jugamos. A la semana siguiente hicimos lo mismo en la terraza. En el bar, ninguna de las veces, no rechistó ni Dios.Cuál es la moraleja? Que cada cual prohíbe lo que le da la gana, esto es, lo que le sale de ahí. Donde nos prohibieron jugar había un grupo de personas gritando al lado. Supongo que eso es mucho más agradable y tolerable que jugar a las cartas en silencio prácticamente, cosa altamente juzgable (lo de jugar a las cartas, digo)...Total, después de que dijera un compañero del foro que era por la ley de juego... bueno, pero al parecer esto no es tan así, como en el caso de que haya gente al lado jugando a otras cosas (aunque no es mi caso).Vamos, que lo que hay que hacer es encararse un poco y preguntar que por qué te están prohibiendo hacer algo totalmente inofensivo, que te enseñen la normativa y, en el caso de que no contemple nada, hoja de reclamaciones? Pregunto totalmente en serio.
A mi lo "divertido" que me pasó fue que sacamos un ajedrez (AJEDREZ!!!!!) en una cafetería medianamente elegante de Santiago de Compostela, en la que no había practicamente nadie, siendo por la mañana, nos pusimos en una esquina, pedimos nuestra consumición, y nos pusimos a jugar una partida. Al poco, nos dijeron que no se podía jugar a nada... A mi, personalmente, entiendo que en un bar de ese "nivel" no se pueda sacar un juego como munchkin, pero un ajedrez, entre dos adultos, siendo el juego más callado y tranquilo que recuerdo, en el cual además no hay ni apuestas ni nada semejante... me parece exagerado. Punto. Helado me quedé. De la hoja de reclamaciones ni me acordé...
Tres compañeros de curro y yo usamos regularmente 30 minutos de nuestra correspondiente hora de comida para echar unos fillers, casi siempre en un despacho de la oficina. Una vez por semana comemos fuera, y en una ocasión se nos ocurrió llevarnos un filler. Tomamos el café en una cafetería bastante cutre, y echamos una al Race for the Galaxy. Las dueñas del local eran centroamericanas, no pusieron pegas ni nos dijeron nada. Pero decidimos no volver por el olor a fritanga que salía de la cocina y que se te adhería a la ropa cosa mala.La semana siguiente fuimos a un local justo enfrente, un bar-restaurante donde sirven menús. Viendo la hora que era (mediodía, la hora punta de estos sitios), comprobamos primero la ocupación del local, no queríamos ocupar una mesa de menú: estaba TOTALMENTE vacío. Entramos, pedimos unos cafés y sacamos un "Chivatos y ladrones". La camarera-dueña (argentina por su acento) puso cara rara, pero tomó el pedido y se fue a la barra para encagar los cafés. Al minuto volvió para decirnos:- "¿Qué es ehto?"- "Un juego de mesa"Se va. Vuelve al cabo de dos minutos.- "Y ehtoo... ¿qué es, como el Magic?"- "¿¿?? No..."Se va. Trae los cafés.- "¿Y ehto cuánto dura? Porque mi hijo juega al Magic y las partidas duran horas..."- (todos casi al unísono) "Nooo, esto son 15 minutos"Se va. Vuelve al cabo de un minuto.- "Lo siento chicos pero no se puede jugar aquí, así que por favor recojan todo ehto y márchense"Nos quedamos helados. Aún no comprendo por qué mis colegas pagaron (1.50 € un puto café solo) porque personalmente me hubiese largado sin pagar (terminé pagando yo también). Si ella no quería que jugásemos, nos lo podría haber dicho desde el primer momento, cuando sacamos el juego a mesa. Y no hubiese pasado nada. Pero ve el juego, nos toma nota de los cafés, nos los sirve y luego... puta calle. Esta actitud rastrera de cobrarte y luego echarte no es la primera vez que la veo en un bar por aquí.Obviamente no hemos vuelto a ese sitio.En otros sitios no he encontrado problema para jugar un Qwixx o un Ciudadelas a dos jugadores.
Cita de: pablostats en 12 de Agosto de 2015, 23:59:10 Tres compañeros de curro y yo usamos regularmente 30 minutos de nuestra correspondiente hora de comida para echar unos fillers, casi siempre en un despacho de la oficina. Una vez por semana comemos fuera, y en una ocasión se nos ocurrió llevarnos un filler. Tomamos el café en una cafetería bastante cutre, y echamos una al Race for the Galaxy. Las dueñas del local eran centroamericanas, no pusieron pegas ni nos dijeron nada. Pero decidimos no volver por el olor a fritanga que salía de la cocina y que se te adhería a la ropa cosa mala.La semana siguiente fuimos a un local justo enfrente, un bar-restaurante donde sirven menús. Viendo la hora que era (mediodía, la hora punta de estos sitios), comprobamos primero la ocupación del local, no queríamos ocupar una mesa de menú: estaba TOTALMENTE vacío. Entramos, pedimos unos cafés y sacamos un "Chivatos y ladrones". La camarera-dueña (argentina por su acento) puso cara rara, pero tomó el pedido y se fue a la barra para encagar los cafés. Al minuto volvió para decirnos:- "¿Qué es ehto?"- "Un juego de mesa"Se va. Vuelve al cabo de dos minutos.- "Y ehtoo... ¿qué es, como el Magic?"- "¿¿?? No..."Se va. Trae los cafés.- "¿Y ehto cuánto dura? Porque mi hijo juega al Magic y las partidas duran horas..."- (todos casi al unísono) "Nooo, esto son 15 minutos"Se va. Vuelve al cabo de un minuto.- "Lo siento chicos pero no se puede jugar aquí, así que por favor recojan todo ehto y márchense"Nos quedamos helados. Aún no comprendo por qué mis colegas pagaron (1.50 € un puto café solo) porque personalmente me hubiese largado sin pagar (terminé pagando yo también). Si ella no quería que jugásemos, nos lo podría haber dicho desde el primer momento, cuando sacamos el juego a mesa. Y no hubiese pasado nada. Pero ve el juego, nos toma nota de los cafés, nos los sirve y luego... puta calle. Esta actitud rastrera de cobrarte y luego echarte no es la primera vez que la veo en un bar por aquí.Obviamente no hemos vuelto a ese sitio.En otros sitios no he encontrado problema para jugar un Qwixx o un Ciudadelas a dos jugadores.No me cansaré de repetirlo: Hoja de reclamaciones.