Introducción NOTA: Para obtener un archivo en pdf de las reglas de República de Roma para novatos en castellano, pulsa sobre el siguiente enlace:http://www.boardgamegeek.com/filepage/72542/republica-de-roma-for-dummiesDespués de leer la excelente reseña y ayuda de juego que sobre el SPQR está realizando Ferrán (Caron) me he convencido de que es preferible publicar esta revisión sobre el República de Roma en el formato de varios mensajes sucesivos y a lo largo de varios días o incluso semanas. De esa forma se consigue dosificar la información y no saturar al lector con un texto muy largo; por otro lado me es más sencillo preparar cada parte del tutorial-reseña, ya que dispongo de más espacio y tiempo para trabajar sobre cada sección e ir editando errores y añadiendo nueva información. Los dos primeros mensajes de esta reseña son una introducción al juego y sus ediciones y componentes. Si quieres pasar directamente a la explicacion del mismo consulta el tercer mensaje. El último mensaje de la reseña corresponde al análisis del juego. En el archivo disponible en Bgg solamente incluiré la parte de esta reseña que habla de las normas del juego. Toda duda, recomendación o consulta que tengaís hacedla en mi correo electrónico, o mediante mensaje privado aquí o en Bgg. A finales de mes procederé a depurar el presente hilo y borrar todos los mensajes no relacionados con la propia reseña. Como cualquier reseña, los comentarios sobre juego que siguen a esta introducción se basan en opiniones, y las opiniones son siempre personales por lo que queda sujeta a la crítica de todos aquellos que tengan juicios diferentes. En la variedad reside el debate, y en el debate se halla el enriquecimiento de toda labor crítica de cualquier índole.
Qué es República de RomaRepública de Roma, (en adelante RoR), fue diseñado por Don Greenwood, Richard Berthold y Robert Haines, y publicado por primera vez en 1990, hace más de veinte años. La primera versión del juego de Avalon Hill, la que actualmente poseo, llegó a tener valores muy altos en el mercado de segunda mano. Las copias en buen estado alcanzaban fácilmente los 100 ó 125 euros. Valley Games ha reeditado el juego en este mismo año 2010 y en la actualidad está disponible en cualquier tienda física o de internet tanto en inglés como en castellano.
RoR se extiende durante varios siglos de República: aproximadamente unos trescientos años en la historia real. El juego puede disfrutarse en versión corta o versión extendida. La versión corta usa uno de los tres mazos de de juego que representan la República antigua, media y tardía. Una partida usando uno de estos mazos puede durar entre media hora, en el caso de que los jugadores perezcan al principio de la misma, hasta unas cinco horas. La versión extendida tiene un tiempo de juego mucho más extenso si los jugadores sobreviven a los embates a los que debe enfrentarse Roma.
Todos los jugadores deben cooperar para poder mantener viva la república y evitar su caída a causa de una bancarrota, una revuelta popular o un colapso militar. Pero el juego solo premia a un ganador: aquél que acumule el mayor número de influencia entre todos sus senadores al acabar la partida (cuando se agotan los mazos), o bien tenga un senador en particular que sea nombrado cónsul vitalicio también por la acumulación de influencia (ya sea directamente o por voto senatorial). Otro modo de ganar la gloria en Roma, mucho más complicado, es rebelarse contra el Senado y derrotarlo en el campo de batalla, siempre que en ese mismo turno de juego la República no se colapse por una de las causas referidas anteriormente.
Es decir, ROR es a la vez un juego cooperativo y un juego competitivo. Pero no en el sentido de los juegos semicooperativos que conocéis. RoR es mucho más complejo en sus mecánicas y la maraña de intereses que se producen entre los diferentes jugadores y facciones puede llegar a ser muy enrevesada.
La experiencia de juego de RoR es de las mejores de las que he disfrutado en mi vida, junto a clásicos como Dune, Advanced Civilization o Twilight Imperium III. Si me preguntáis, en cambio, si os lo recomiendo como compra, os diré que depende de muchos factores. RoR es un juego relativamente complejo de aprender y más complejo aún de dominar. Cuando digo complejo quiero decir complejo para el eurogamer medio. Probablemente para un wargamer no se trate en absoluto de un juego complicado, pero sí es de los más difíciles a los que yo me he enfrentado hasta ahora. Y gran parte de esa dificultad proviene no de las mecánicas en sí mismas sino de los manuales de juego, que son de una redacción clásica en las reglas antiguas (bastante desordenadas y con muchas excepciones y lagunas, con estilo legalista). Tampoco ayuda el hecho de que por su gran duración es un juego que aparece con poca frecuencia en la mesa, por lo que es fácil olvidar dichas reglas y excepciones de una partida a otra.
¿Se pueden salvar estos problemas? Naturalmente. Si pones un poco de dedicación descubrirás que el juego no es tan complicado. Voy a intentar ayudaros a ello. No obstante, y antes de empezar con los comentarios en detalle, quisiera dejar claro que aún siendo una absoluta maravilla lúdica, RoR puede resultar un juego muy poco recomendable si eres un jugador casual y/o no tienes un grupo que pueda dedicarle varias horas, puesto que necesitarás varias partidas y mucho tiempo para disfrutarlo. Tampoco es un juego ideal si tu grupo está formado por personas que no saben aceptar juegos altamente interactivos en los que un jugador puede atacar los intereses de otro y hacerle mucho daño mediante maniobras amparadas por las reglas (como por ejemplo Machiavelli o Diplomacy). Por último, es posible que no te guste si no aceptas la existencia de un factor elevado de suerte, pues hay muchas tiradas de dados y un senador que has cuidado durante largas horas de partida puede morir por la extracción azarosa de un chit de cartón...
Pero fijaros si hay magia en esta simulación que a este humilde jugador no le sobran los amigos con mucho tiempo, ni le gustan especialmente los juegos en los que la traición se halla al orden del día, ni las tiradas de dados o los elementos aleatorios... y pese a todo ello República de Roma le parece una absoluta obra de arte del mundo de los juegos de mesa.
Naturalmente no es un juego perfecto. Las tiradas de dados pueden provocar desastres en las guerras más fáciles, levantamientos de la plebe que en principio parecían improbables, asesinatos afortunados que no eran más que acciones desesperadas, la muerte azarosa de vuestro mejor senador o el fracaso en la atracción en la que dejasteis gran parte del tesoro de vuestra familia. No queda más que aceptar esto y vestirse la toga, o no aceptarlo y buscar otro juego distinto.
Tomad esta reseña como debe afrontarse una buena partida de RoR. Con cautela al principio, confiando en que Roma sobreviva lo justo para permitiros ganarla, pero sin la menor confianza en ello pues vuestras probabilidades son escasas. En una buena partida de RoR hay tiempo para las caídas y los ascensos en el Senado, para las guerras, para la paz, hay un tiempo para ayudar a Roma y un tiempo para tratar de ayudarse así mismo, o mejor, siempre hay que ayudarse a sí mismo ayudando lo justo a Roma. Nunca comiences una partida de RoR con la intención de ganarla sino con la de tener algo que decir, de participar, de dejar tu impronta en Roma. Al fin y al cabo, como decía Próximo,
somos polvo y sombras. Preparaos para sufrir la ira de los dioses en la forma de guerras, de pestes, de epidemias y de diabólicos auspicios, pero aún más, si cabe, para ser objeto de traiciones, de subterfugios, de seducciones, de acusaciones provenientes de vuestros vecinos en los bancos senatoriales y hasta del más cobarde asesinato de manos del que otrora fue vuestro mejor aliado.
Y sobre todo disfrutad de un juego que debe tomarse como lo que es: sólo juego. Puesto que de otro modo probablemente no consigáis más que arruinar la partida para los demás y para vosotros mismos.
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