Una pregunta para los que comentáis que el reglanto está muy bien explicado (con lo que estoy de acuerdo), nos os ha parecido lioso algunos conceptos a la hora de jugarlo?Yo creo que el juego está bien explicado, pero es verdad que alguno de los conceptos no resulta evidente.
Llevo tres partidas y en todas hemos acabado haciendo algo mal. Por ejemplo, la fase de WC (western currency) cuenta cada provincia del Este que al menos iguales a la menor fabrica de e portación del Oeste. Esto significa que del Oeste vamos provincia por provincia mirando la mejor fábrica, y entre todas las provincias cogemos LA PEOR de entre ellas (no la peor fàbrica sino la peor provincia). Eso al principio me resultó lioso.A mi también me resulta lioso, pero la verdad es que está escrito. QUizás un ejemplo en el que el Oeste tiene valor cero porque tienen alguna provincia sin fabrica hubiera resultado mas sencillo.
Ya me llegó, es pequeñito 25 cm x 25 cm diría yo, y me hace ilusión que tenga errata y todo, aunque viene con recortable para corregirla; (las piezas vienen descritas en alemán en la portada de la edición inglesa). A punto he estado de no pegarla, pero al final lo he hecho.
El domingo lo estreno fijo:
Ya me llegó, es pequeñito 25 cm x 25 cm diría yo, y me hace ilusión que tenga errata y todo, aunque viene con recortable para corregirla; (las piezas vienen descritas en alemán en la portada de la edición inglesa). A punto he estado de no pegarla, pero al final lo he hecho.
El domingo lo estreno fijo:
Leete bien el reglamento, hazte apuntes y si puedes ver el videotutorial mejor que mejor. Tejer que explicar las reglas al vuelo, leyéndolas sin tu saberlas, es un tedio importante
¿Qué opináis?
Todos los juegos son realmente una abstracción, así que el grado de inmersión depende de cada uno.
Cartesius, creo que lo has definido tú solo a la perfección.
Todos los juegos son realmente una abstracción, así que el grado de inmersión depende de cada uno. Si no conoces la historia de las dos Alemanias, es posible que te quedes en los iconos. Pero si conoces algo, no puedes evitar sonreír al ver cómo han captado el carácter de Hamburgo o de Baviera, que una televisión o unos vaqueros influyan en la calidad de vida, un tema tan recurrente como la lluvia ácida. En fin, todas las cartas te van contando una historia.
Por otra parte, jugar varios turnos en solitario siempre es muy recomendable para aprenderse las reglas, pero mejor aún es jugarlo con otra persona. Ya nos contarás si te quedan las mismas sensaciones tras jugarlo.
Una última cosa: en este tipo de juegos ocurre como con los wargames. Es mejor que en la primera partida los dos jugadores vayan hablando sobre qué movimientos son más adecuados, por qué habría que hacer esto o lo otro... No cooperativo pero casi, incluso con las manos a la vista. Una vez que ya estás familiarizado con las mecánicas sí se puede pasar a jugar en modo competitivo.
Ah, y a mí lo que me preocupaba inicialmente era la rejugabilidad porque creía que había pocas cartas... Pero lo cierto es que las pocas partidas que he jugado (3) han sido muy diferentes entre sí. En una de ellas fui con el Este y ni construí el Muro ni fundé la Stasi... Pero le metí tanto unrest al Oeste al principio que pude vivir de manera bastante holgada toda la partida. En realidad, casi pierdo por crear demasiados Living Standards y no poder mantenerlos en las últimas décadas. :P
han publicado una nueva versión de las instrucciones con cambios ya que había una estrategia dominante o rota.
Os paso el enlace, eso sí, está en ingles
https://boardgamegeek.com/thread/1509731/rules-changes-version-20-online-now (https://boardgamegeek.com/thread/1509731/rules-changes-version-20-online-now)
Refloto el hilo porque ayer pude probarlo por primera vez. Victoria del este al final de la cuarta década por no colapsar. El oeste muy confiado pero no pudo vencer a pesar de ir bastante desahogado durante toda la partida. Quizás la clave fue que mantuve con el este un buen equilibrio en Living standars (no me pasé construyendo) y fábricas (intenté tener siempre bastantes), además de presionar hasta la última década con la amenaza de victoria por socialismo.
El principal problema que tiene el juego es que se necesitan varias partidas para ver el sentido a las acciones que realizas, ya que el fin de década es una fase muy liosa que solo se interiorizará con varias partidas.
En breve esperamos volver a jugarlo y tener una opinión más formada. De momento me parece un 8 con posibilidad de gustarme más.
Pregunta... ¿qué tal la expansión 2+2?. ¿Jugarlo a 4 es recomendable o mejor dejarlo como el duelo original?.
si la gente sabe jugar noGracias Gixmo,
Son 3 turnos mas en total (si mal no recuerdo) y los turnos son igual de agiles. Eso si, la charla de mesa es mucho mejor... y depende de con quien juegues es lo que te puede alargar la partida, pero tambie lo que le da mas chicha
si, las cartas siguen con la misma filosofiaPues gracias de nuevo, creo que intentaré conseguirlo.
Aqui tienes un par de nuevas cartas y algun track mas
Yo, personalmente, creo que solo lo jugaria a 4 ahora mismo. Tengo que reconocer que a 2 me acabo cansando un pelin
Y ya que habéis resucitado esto (juegazo), ¿qué tal la expansión 2+2?
Pero realmente tienes la sensación mientras juegas de que estás viviendo la caída del muro de Berlín?
Refloto porque ayer probé este Wir sind das wolk y quería compartir mi opinión con vosotros después de leer todo el hilo.
Básicamente coincido con aquellos a quienes os ha dejado un poco frío. Soy plenamente consciente de que esto se trata de una primera impresión de una primera partida y que el juego está lleno de matices y sutilezas que, de buen seguro, harían que disfrutara más de él en posteriores partidas. El problema principal es la distancia entre lo que yo esperaba del juego y lo que verdaderamente es.
Empezaré por la cuestión temática; tal como dicen algunos, yo tampoco fui capaz de meterme en el tema, y he de decir que a mí, de entrada, el contexto histórico que plantea sí me atrae. Esperaba algo más “político”, que la construcción del muro, por ejemplo, fuera exactamente eso: una construcción que pudieras ir elaborando, y no simplemente jugar una carta que está ahí toda la partida. Esperaba que la creación de la stasi afectara de una manera más “elaborada” a la partida y resulta que en nuestra partida no se dio el caso de que el Este la utilizara nunca. En fin, no me extiendo mucho más en este aspecto, porque al fin y al cabo todo se resume en lo que comentaré a continuación: yo me esperaba un “wargame político” de interacción directa e intensa, de control político de áreas/territorios y lo que me he encontrado es más bien un eurogame económico de “puteo”. Y es que el 50% del juego se basa en la construcción económica de tu lado de Alemania a través de fábricas. Tuve la impresión (al menos en parte, en ese 50%) de estar ante uno de esos típicos eurogames que no me gustan nada de estar cada uno montándose su “granja” aka chiringuito sin estar muy pendiente de lo que hace el otro, solo para putearlo de vez en cuando, jodiéndole sus infraestructuras con cartas “porque sí”. No digo que esté mal diseñado ni nada por el estilo, solo que ese no es mi estilo de juego.
Por otro lado, sí que creo que adolece un poco de “oscuridad”, en el sentido de que no es muy limpio. Al menos en el lado Este, entre fábricas, caminos, cubitos de descontento, cubitos de socialistas, piezas hexagonales de nivel de vida y marcadores de descontento en masa se monta cierto batiburrillo en el tablero que tampoco ayuda a la fluidez de la partida. Y, por supuesto, tampoco ayuda al desarrollo del juego esa falta de nitidez y elegancia en las minireglas que también se ha comentado bastante (compara la menor de las fábricas de aquí y compárala con la mayor de cada una de tus regiones y luego suma el resultado al track de dinero y réstalo a tu nivel de… A mí estas cosas me sacan mucho de las partidas).
Para concluir, curiosamente a mí lo que más me gustó (dejando de lado el tema de la “farragosidad” de las minireglas) es la fase final, en la que por fin existe esa interacción directa que echo de menos durante la fase de cartas, donde por fin ves para qué sirve todo lo que has hecho y empiezas a influir con tu nivel de vida en las regiones enemigas o con tus socialistas en tus territorios, cuando ves que se escapan disidentes de tu sistema de un país a otro, etc. Pero para ese momento yo ya me he rayado demasiado conectando fábricas, subiendo su nivel y comparándolas con las del otro, rehaciéndolas de nuevo cuando me la han bajado porque sí… como si estuviera jugando a Alta tensión…
Refloto porque ayer probé este Wir sind das wolk y quería compartir mi opinión con vosotros después de leer todo el hilo.
Básicamente coincido con aquellos a quienes os ha dejado un poco frío. Soy plenamente consciente de que esto se trata de una primera impresión de una primera partida y que el juego está lleno de matices y sutilezas que, de buen seguro, harían que disfrutara más de él en posteriores partidas. El problema principal es la distancia entre lo que yo esperaba del juego y lo que verdaderamente es.
Empezaré por la cuestión temática; tal como dicen algunos, yo tampoco fui capaz de meterme en el tema, y he de decir que a mí, de entrada, el contexto histórico que plantea sí me atrae. Esperaba algo más “político”, que la construcción del muro, por ejemplo, fuera exactamente eso: una construcción que pudieras ir elaborando, y no simplemente jugar una carta que está ahí toda la partida. Esperaba que la creación de la stasi afectara de una manera más “elaborada” a la partida y resulta que en nuestra partida no se dio el caso de que el Este la utilizara nunca. En fin, no me extiendo mucho más en este aspecto, porque al fin y al cabo todo se resume en lo que comentaré a continuación: yo me esperaba un “wargame político” de interacción directa e intensa, de control político de áreas/territorios y lo que me he encontrado es más bien un eurogame económico de “puteo”. Y es que el 50% del juego se basa en la construcción económica de tu lado de Alemania a través de fábricas. Tuve la impresión (al menos en parte, en ese 50%) de estar ante uno de esos típicos eurogames que no me gustan nada de estar cada uno montándose su “granja” aka chiringuito sin estar muy pendiente de lo que hace el otro, solo para putearlo de vez en cuando, jodiéndole sus infraestructuras con cartas “porque sí”. No digo que esté mal diseñado ni nada por el estilo, solo que ese no es mi estilo de juego.
Por otro lado, sí que creo que adolece un poco de “oscuridad”, en el sentido de que no es muy limpio. Al menos en el lado Este, entre fábricas, caminos, cubitos de descontento, cubitos de socialistas, piezas hexagonales de nivel de vida y marcadores de descontento en masa se monta cierto batiburrillo en el tablero que tampoco ayuda a la fluidez de la partida. Y, por supuesto, tampoco ayuda al desarrollo del juego esa falta de nitidez y elegancia en las minireglas que también se ha comentado bastante (compara la menor de las fábricas de aquí y compárala con la mayor de cada una de tus regiones y luego suma el resultado al track de dinero y réstalo a tu nivel de… A mí estas cosas me sacan mucho de las partidas).
Para concluir, curiosamente a mí lo que más me gustó (dejando de lado el tema de la “farragosidad” de las minireglas) es la fase final, en la que por fin existe esa interacción directa que echo de menos durante la fase de cartas, donde por fin ves para qué sirve todo lo que has hecho y empiezas a influir con tu nivel de vida en las regiones enemigas o con tus socialistas en tus territorios, cuando ves que se escapan disidentes de tu sistema de un país a otro, etc. Pero para ese momento yo ya me he rayado demasiado conectando fábricas, subiendo su nivel y comparándolas con las del otro, rehaciéndolas de nuevo cuando me la han bajado porque sí… como si estuviera jugando a Alta tensión…
Refloto porque ayer probé este Wir sind das wolk y quería compartir mi opinión con vosotros después de leer todo el hilo.
Básicamente coincido con aquellos a quienes os ha dejado un poco frío. Soy plenamente consciente de que esto se trata de una primera impresión de una primera partida y que el juego está lleno de matices y sutilezas que, de buen seguro, harían que disfrutara más de él en posteriores partidas. El problema principal es la distancia entre lo que yo esperaba del juego y lo que verdaderamente es.
Empezaré por la cuestión temática; tal como dicen algunos, yo tampoco fui capaz de meterme en el tema, y he de decir que a mí, de entrada, el contexto histórico que plantea sí me atrae. Esperaba algo más “político”, que la construcción del muro, por ejemplo, fuera exactamente eso: una construcción que pudieras ir elaborando, y no simplemente jugar una carta que está ahí toda la partida. Esperaba que la creación de la stasi afectara de una manera más “elaborada” a la partida y resulta que en nuestra partida no se dio el caso de que el Este la utilizara nunca. En fin, no me extiendo mucho más en este aspecto, porque al fin y al cabo todo se resume en lo que comentaré a continuación: yo me esperaba un “wargame político” de interacción directa e intensa, de control político de áreas/territorios y lo que me he encontrado es más bien un eurogame económico de “puteo”. Y es que el 50% del juego se basa en la construcción económica de tu lado de Alemania a través de fábricas. Tuve la impresión (al menos en parte, en ese 50%) de estar ante uno de esos típicos eurogames que no me gustan nada de estar cada uno montándose su “granja” aka chiringuito sin estar muy pendiente de lo que hace el otro, solo para putearlo de vez en cuando, jodiéndole sus infraestructuras con cartas “porque sí”. No digo que esté mal diseñado ni nada por el estilo, solo que ese no es mi estilo de juego.
Por otro lado, sí que creo que adolece un poco de “oscuridad”, en el sentido de que no es muy limpio. Al menos en el lado Este, entre fábricas, caminos, cubitos de descontento, cubitos de socialistas, piezas hexagonales de nivel de vida y marcadores de descontento en masa se monta cierto batiburrillo en el tablero que tampoco ayuda a la fluidez de la partida. Y, por supuesto, tampoco ayuda al desarrollo del juego esa falta de nitidez y elegancia en las minireglas que también se ha comentado bastante (compara la menor de las fábricas de aquí y compárala con la mayor de cada una de tus regiones y luego suma el resultado al track de dinero y réstalo a tu nivel de… A mí estas cosas me sacan mucho de las partidas).
Para concluir, curiosamente a mí lo que más me gustó (dejando de lado el tema de la “farragosidad” de las minireglas) es la fase final, en la que por fin existe esa interacción directa que echo de menos durante la fase de cartas, donde por fin ves para qué sirve todo lo que has hecho y empiezas a influir con tu nivel de vida en las regiones enemigas o con tus socialistas en tus territorios, cuando ves que se escapan disidentes de tu sistema de un país a otro, etc. Pero para ese momento yo ya me he rayado demasiado conectando fábricas, subiendo su nivel y comparándolas con las del otro, rehaciéndolas de nuevo cuando me la han bajado porque sí… como si estuviera jugando a Alta tensión…
Una cosa clara es que los gustos y lo que busca cada uno en un juego es todo un mundo y totalmente subjetivo, así que nada que decir en este aspecto 🤗
Pero si me gustaría dar mi opinión, tras haber jugado bastantes partidas, a lo que he remarcado en negrita de tu exposición:
Para nada es un juego de montarte tu chiringuito sin estar pendiente de lo que hace el otro, al contrario, has de estar muy pendiente de cada jugada que haces y de cada jugada que hace el contrario.
Todo lo que se hace se hace por algo, buscando un resultado concreto a largo plazo (final de década), y no puedes “equivocarte” porque un error de cálculo o un despiste te puede costar la partida que tenías perfectamente encarrilada.
Y desde luego (siempre según mi opinión, repito), nada “se jode porque si”. Cada cosa que le desmontas al otro, cada cubo de descontento que se pone o se quita, cada fábrica que construyes, etc…, normalmente lo haces porque tienes muy claro que es “esa” fábrica/infraestructura la que tienes que destruir/construir, o “ese” descontento el que poner/quitar, o “ese” track el que te es imprescindible mover, porque te va la partida en cada jugada.
Después ya viene la parte en que el “análisis” de la situación de partida en cada momento que hace cada jugador le haya llevado a tomar las decisiones correctas o no, que es otro tema. Y eso se ve en la resolución de década, que como ya se ha comentado, hasta que no se tiene cierta experiencia con el juego puede ser bastante opaca 🤷♂️
Por otro lado, jugando cada uno a lo suyo sin mirar mucho lo que hace el otro, el final de década puede ser como una lotería en la que gane uno, gane el otro, o se pase a la siguiente década, sin saber muy bien por qué de ese desenlace…