Ha sido un honor y un placer haber participado en esta partida, Manuel, aunque tan sólo montase medio Camino de Santiago para mis tropas, cuando contactaron con una patrulla francesa se me pusieron de corbata. Me imagino estar en todo ese fregado, batallas y contra-batallas, y... ¡Lo hubiese gozado! Ahora, lo tengo claro: si vuelve ha hacerse una partida a esto en la Península, a mí me dais los guerrilleros. Montaña, queso y bota de vino: suena algo a lo que podría acostumbrarme.
Por cierto, hace unas semanas estuve en la Capital del Reino con tu hermano y los del Batalladores, y en la comida del sábado hablé con Óscar, que resultó ser Cuesta. Me dijo: "Envié un mensaje a Venegas pidiéndole que avanzase al oeste, contactase con mi Ejército y juntos realizar operaciones conjuntas por Extremadura, con el apoyo británico. Tu siguiente mensaje fue: llevo días marchando hacia Valencia." Así que parece ser que su mensaje se perdió por los caminos, yo actué por iniciativa propia, e hice justo lo contrario...
No es fácil ser Davout en la vida real...
(Y sí, lo de la niebla de guerra, TAAAN trascendente históricamente y olvidado en nuestra afición (no, cuatro putos cubos de Columbia NO son niebla de guerra), es algo que da para un artículo tan extenso... Y crítico con la OCS, el GCACW y otros juegos de contabilidad de empresa... Yo me animo a señalar que el Rey va desnudo, ¡va!)