No creo que sea la simple cantidad de juegos existentes.

Es más bien que la crítica personal, la opinión veterana y el recuerdo colectivo de la comunidad jugona, ha sido vencida por los videocanales de anunciantes.

Es el sueño húmedo corporativo: tanto gastas en publicidad, tanto alcanzas. Ya han domado ese inconveniente derivado de la creatividad del medio llamado "calidad artística" que podía hacer que el público hablase entre ellos y aceptase o rechazase algunos juegos descuadrando los planes editoriales.

Todo esto nos lleva a un debate muy interesante sobre el comercio de juegos de mesa en la actualidad (que no deja de ser lo que venía pasando en los últimos años, pero cada vez más exacerbado).

Hay tantísimos juegos, tanta oferta, tanta mercadotecnia, tanta publicidad, tantas jornadas, tantos mecenazgos, tantos saldos... que juegos muy buenos (Nexus Ops es de lo mejor en su género) pasan con más pena que gloria en el vendaval de novedades de cada semana. Y, en cambio, se editan un porcentaje grandísimo de juegos mediocres cuyo valor más llamativo es simplemente ser novedades y que nadie recordará en unos pocos meses. Miro el catálogo de grandes editoriales y me sorprende la baja calidad general.

Parece que lo importante es producir mucho para vender mucho. El problema es que juegos buenos no hay tantos, porque crearlos es difícil. La enorme mayoría de las novedades son juegos mediocres. Y clásicos probados cuesta reeditarlos en este mundo del culto a lo nuevo, la ignorancia (o el desdén) hacia el pasado y el miedo a perderse algo.

También es muy cómodo estar en casa (y jugar) en chilaba.
Me compré una hace 20 años, en un viaje a Egipto, y la conservo.

Ahora mismo no se puede acceder por no sé qué historia de Cloudfare,

Jajaja hasta que me he dado cuenta en el curro .. pensaban que era error de un desarrollo mío y me estaban diciendo.. . no va a fallar cloudfare .. pues sí.

Por no hacer mucho offtopic : cualquier momento es bueno para pillar un crokinole y si se tiene uno, pues otro para el "pueblo"

Este es el típico Mecenazgo auténtico donde el aporte de los participantes hace que pueda salir adelante. Ofrecer un precio especial las primeras 24 horas es una practica habitual, que lógicamente no se puede mantener, porque el precio se ha calculado para asegurar la rentabilidad.
10 euros para un particular no es la gran cosa, para la empresa puede ser la diferencia entre tener un proyecto viable o no.

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