La escena era ya conocida. La había visto decenas de veces, sólo que desde la orilla y no subida a una balsa endeble. El condenado era llevado en ella hasta el centro del Donigarten, el profundo lago subterraneo de Menzoberranzan, y una vez allí los esclavos kobolds le ataban las manos a la espalda y una pesada piedra al cuello. Cuando recibían la señal desde la orilla, empujaban la piedra al agua y con ella desaparecía el condenado para no volvérsele a ver más. Era una forma de ejecución especialmente cruel, reservada sólo a aquellos que habían insultado a la ciudad con su actitud y a los que la ciudad no deseaba volver a ver jamás. Era un adiós definitivo.
Alzarot suspiró. Había conseguido sobrevivir al lapidamiento, y había combatido las iras de sus congéneres con valentía y descaro. Les había dicho bien claro y a la cara que no habían podido con él, que Lloth no era omnipotente, y que podrían matarlo a él pero jamás podrían eliminar su espíritu. Él caería, pero le seguirían muchos más. Cuando le preguntaron (puro formalismo) si deseaba decir unas últimas palabras antes de ser arrojado a las gélidas aguas del Donigarten, miró a todos los que se agolpaban en la orilla para ver su final y les dijo "Remember, remember, the fifth of November" y dicho ésto él mismo empujó con el pie la piedra que lo arrastraría al fondo de las aguas.
(http://www.tahmazian.com/Reinos_Olvidados/03_Personajes/Imagenes/Jeggred_2.jpg)
Alzarot
La batalla estaba muy igualada. Los duergars habían delegado en los tanarukks la carga frontal, y ellos se limitaban a ahorrar fuerzas y lanzar vasijas incendiarias desde la distancia con sus certeras catapultas. Las sacerdotisas de Lloth hacían todo lo posible para repeler el ataque ígneo, aunque sus mermadas capacidades mágicas por la ausencia de su diosa convertía la tarea en poco más que imposible. Tenían que limitarse a pergaminos y talismanes, pues ninguna invocación divina parecía ser escuchada. Mientras tanto, sus semejantes varones morían a decenas bajo la lluvia de estocadas y golpes de los tanarukks. Pero eso era lo de menos... sólo eran varones, y por tanto prescindibles.
Una nueva andanada de vasijas llegó volando hacia ella. Al romper contra el suelo y derramarse su líquido la misma roca negra de la gruta pareció prender, y con ella sus ropajes. Estaba sentenciada. Con lágrimas en los ojos por el corrosivo humo de azufre, tomó su último pergamino y desde su posición elevada sobre la barbacana lo leyó en voz alta. Una monstruosa oleada de energía se expandió hacia sus enemigos, golpeándoles con una onda expansiva que no se detuvo en todo el alcance de su vista. Pero no sintió alegría, ni júbilo, sólo las lenguas ígneas que lamían sus ya abrasadas piernas y que la consumirían sin remisión.
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Manub
Se recuerda a todo el mundo que sólo los personajes con habilidades nocturnas pueden hablar entre ellos. Se ruega asimismo que aquellos que tengan opción, me envíen lo antes posible un mp con sus acciones a fin de poder abrir el nuevo día lo antes posible. Gracias.
Rick, un Master que os quiere y que cuida de vuestro bienestar.