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Pues mucho y muy bien se ha hablado de este juegazo, y en esta misma sección tenemos dos muy buenas reseñas sobre el juego, los componentes y las mecánicas, así que no voy a escribir nada más al respecto, excepto que llevo un mes pintando las figuritas y es una auténtica tarea de chinos, pero de chinos de los que te escriben el padrenuestro en un grano de arroz. Mi reseña se basará en el juego para dos jugadores, ya que veo que hay bastante gente que ha preguntado al respecto. Yo, desgraciadamente, sólo he podido jugarlo precisamente a ese número, y con las 7 partidas que llevo a la espalda, voy a haceros una crítica con sus pros y sus contras.
Lo primero que salta a la vista es que el tablero es, evidentemente, inferior. Esto por un lado es bueno, dado que te cabe en una mesa normal, y entre comillas suficiente, porque si fuese más grande los ejércitos ni se verían. Ahora bien, hay muchas cartas de orden que se basan en conseguir ciertos objetivos basados en puntos del tablero, que directamente pueden darse por descartados por imposibles (consigue 3 ciudades si hay sólo dos, aliarse con cierto número de personajes neutrales específicos, etc), o realmente complicados como los de conseguir terreno, con lo que acabas jugando casi siempre con las mismas. Por otro lado, las cartas de aventuras, que ya de por sí son MUY pocas y poco variadas, aquí llegan a ser ridículamente ínfimas, dado que la mayoría se basan en moverse a puntos clave del tablero. Tendrás a lo mejor 10 para ambos, por lo cual al cabo de las estaciones se vuelven a repetir una y otra vez.
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Todo es BASTANTE rápido. Las partidas jugadas rara vez han llegado a las dos horas. Personalmente me parece un buen punto, o me lo parecería de no ser por lo que contaré en el siuiente párrafo. Imagino que las partias a 3 y cuatro se pueden ir cerca de las tres horas. A dos, el análisis parálisis es casi cero, cuando el contrario juega y tiene que atacar estás interesado, y cuando tiene que recolectar y tal, cosas que no son necesariamente de tablero, se pueden hacer casi a la par ambos, así que todo va bastante fluído. Lo mismo en Verano, los héroes suelen llegar al sitio de la aventura, sacas carta y fuera.
El mayor contra, sin embargo, es la asimetría de los ejércitos, y me explico. De 7 partidas, una la he ganado yo, que siempre llevo a los ejércitos "malos" por así decirlo (Uthuk o no-muertos) mientras que las otras 6 las ha ganado ella con los "buenos" (humanos y elfos). No es especialmente buena en el juego, de hecho en mi humilde opinión (y ya sé que es cuestionable) se le da bastante mal, suele llegar a invierno con un montón de tropas apelotonadas en un único sitio que acaban muertas por no poder darles de comer, mientras que los otros hexágonos tienen una figurita, no ataca nunca a los míos, no suele crear fortalezas, conquista tres o cuatro tierras sólo... Yo sin embargo llego con tropecientas figuritas, en diferentes tropas, conquistando todo tipo de terrenos, con fortalezas, hasta arriba de recursos y con un montón de cartas de estrategia. Bien pues siempre me gana con, al menos, dos runas de diferencia. Cómo es posible? Pues bien, en el propio juego te dice que los ejércitos "buenos" tienen más facilidad para ganar runas, mientras que los "malos" la tienen para robarlas. Bueno, pues si eres de los malos, no te da tiempo a llegar. Ella tiene siempre más influencia base, más influencia per sé, gana todas las pujas, y si me hago con el título de concilio de magos me lo acaba quitando, todas las veces que se subasta una runa van para ella, y con un fragmento de timorrán que le toque o cualquier otra carta de estrategia que te la deje a huevo, fin de la partida. NUNCA he llegado a batallar de verdad contra su ejército. Siempre me quedo con cara de idiota cuando llevo a todo mi ejército ya al ataque, y justo ella termina. Es posible que también sea un factor suerte por las cartas que le toque, pero en una diferencia tan grande lo he acabado dudando. Veamos, sé que este juego no es todo batalla, pero es que lo acabo dominando en todo, recursos, ejército, localizaciones... incluso en aliarme con neutrales. Ella no se mueve, y gana. Alguna partida, para hacer una contraestrategia, he intentado ir a muerte a por influencia. Nada, ella siempre ha conseguido ganar más y hacerse con las runas en poco y menos.
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Sé que es un ejemplo muy radical, pero una de las partidas sucedió asi: empieza la partida, usa ella estrategia, en la carta de táctica le sale la de que pone 3 runas en sitios no controlados. Se la pone al ladito de casa. En Verano, lleva al héroe a hacer una aventura, le dan un fragmento de Timorrán. Otoño, gana una puja de influencia por runa dragón, recluta. Invierno, mueren la mitad. Primavera, Movilizar a uno de los hexágonos con runa (falsa o no) y espanta al hombre bestia ese que está con la mano subida como diciéndote de lejos "Eh, eh tío, tienes 1 euro pal metro?" al intentar reclutarle. Por supremacía intenta una segunda y mueve a otro hexágono con runa. Verano, lleva al héroe de aventuras (en lugar de dejar el fragmento). Le hago un duelo con mi héroe, y muere mi héroe. Ella hace un conquistar, hacia el hexágono en el que está el héroe y espanta a un mago chorra. Otoño, construye en donde el héroe una fortaleza, fin de la partida. Cincuenta minutos de partida, tres hexágonos conquistados, tres figuras de pie.
En sucesivas he intentado ir a atacar desde el primer momento, pero todo ha sido en vano, si el bando "bueno" se enquista, no tengo nada que hacer. Y podría decirse que son partidas rana, pero que sólo haya ganado la primera, y porque la primera, claro está, nadie tenía claro nada, pues ya me hace dudar. Como no hay más jugadores que pueda pararle los pies, te come sin remedio.
Con más jugadores, que los héroes puedan mirar las runas tiene cierto intringulis. Con dos, sabes casi con seguridad donde están, porque tampoco hay mucho más sitio. Además, como los pedazos de terreno no están igualados, lo mismo te sale un territorio enorme (con lo cual seguramente ni llegan a pegarse los ejércitos aunque ambos lo queráis), que uno ínfimo. En cualquiera de los casos te da igual donde estén las runas, en el pequeño porque no hay más sitio así que por narices va a estar ahí, y en el grande te da lo mismo porque no vas a llegar. Las fortificaciones sólo cobran sentido para el tema del reclutamiento. Y la mitad de cartas de táctica están orientadas al combate, por lo que te da igual tener 4 y tu contrincante 1, eso cuand no te salen maravillas de carta de la talla de "en lugar de luchar, retira tu ejército, ponlo en desbandada y dale tu fortaleza al enemigo" o "destruye una ciudad que controles".
Así que, a riesgo de tener que corregirme, tengo que decir que la batalla esta absolutamente descompensada si uno lleva a los malos y otro a los buenos en una partida a dos jugadores, si el bueno decide no atacar. Que vale, que ya hay que ser soso para no atacar en un juego donde el mayor atractivo son las tropecientasmil figuritas de los ejércitos, pero es factible.
Espero opiniones y experiencias que me saquen del error, pero hasta entonces, mal que me pese, he de decir que la experiencia a dobles es agridulce.