¡Allá voy!
- 15 Días, de Gonzo Bríos.
Juego de cartas muy bien ilustrado del que intuyo que hay mucho más de lo que pude experimentar en juego. Me gustó mucho que cada fase se dividiera en dos mini-juegos conectados y que cada fase, a su vez y entre sí, también estuvieran conectadas... necesitaría haber jugado más para poder aportar algo con un mínimo de criterio pero con lo poco que rasqué ya pasé un buen rato.
- Diez Negritos, de Fernando Chavarria y Judit Hurtado.
Debo decir que odio visceralmente los juegos de mesa colaborativos y tenía un poco de miedo a Diez Negritos. La ambientación estaba muy bien lograda para ser un prototipo y la verdad es que me lo pasé bien jugando, me divertí... y sufrí al mismo tiempo el azote maligno del traidor Pedrote que jugó tan bien que nos fulminó de tal manera que no salió nadie vivo de la isla.
Los únicos aspectos en los que yo trabajaría son la duración de las partidas (no sé si a menos jugadores dura menos, yo lo jugué a 6) y... bueno, el otro aspecto no lo puede controlar los autores... como en todo cooperativo, se agradece que todos los jugadores se metan en el papel... es muy difícil concentrarse en el juego si alguno de los jugadores no está por la labor. Es cierto que los cooperativos tienen el peligro del famoso "efecto líder" pero durante mi partida algún que otro negrito ya olía a cadaverina desde el turno 2 (nosésisementiende). ;D
- El Fenicio, de Xavi Carrascosa.
Ya lo había probado con anterioridad y los nuevos cambios hicieron que la partida me gustará más que la última vez que lo caté. Es sencillo, jugable, con economía de materiales (4 dados, tablero y pocas fichinas)... aunque lo mejor: ¡el nombre!. :o ::)
- KLDN al Edén, de Perepau Llistosella.
Cuando para debatir sobre tu juego los testeadores, tras probarlo, utilizan como referencia Caylus, Dominant Species y juegazos del estilo, bueno, algo significará, ¿no?.
Duración larga de partidas pero esto da igual si se te pasa el tiempo volando. Lo del tiempo es muy relativo, uno puede jugar un filler de 20 minutos y que se le haga eterno o jugar a KLDN al Edén y que te falte tiempo para querer hacerlo todo. Otro buen juego de Perepau, que nos está mal acostumbrando. :)
- L'Esprit de Marie Antoinette, de Wkr.
El brillo en la mirada del autor cuando te explica su juego ya denota si se siente cómodo o no con su creación. JC, con su explicación de reglas, hizo que me metiera en el papel desde el minuto uno y, como ya comenté in situ, imaginaba a mis contrincantes vestidos de época, desesperados por encontrar un fijador o reordenar sus cachimbas, mientras yo me llevaba un fino pañuelo de seda a la boca para ocultar mi sonrisa maliciosa y le guiñaba un ojo a María Antonieta... aún así, se fue con otro perfumador más joven. :'(
- Narguile Bazaar, de Diego Ibáñez.
Ya lo había probado también con anterioridad pero quise jugar unos cuantos turnos con el nuevo diseño de Xavi Carrascosa. A mí me gusta este juego, lo veo sencillo pero con bastante enjundia. Además, es un juego barato de editar ya que no son muchas cartas ni muchas fichinas.
- ¡No pasarán!, de Toni Serradesanferm y Álex Pérez.
Este juego tenía muy buena pinta pero es cierto que todavía necesita más rodaje y pulimiento... pero yo encontré geniales algunos detalles: el Rey to loco me moló mogollón. ;D
- El juego de construcción de edificios de Toni Serradesanferm que se basaba en el bingo... del que no recuerdo el nombre.
No era mi tipo de juego pero aún así no se me hizo largo y busqué la victoria como el que más; eso sí, necesita más rodaje.
- Secuenzoos, de Roberto P. T.
Además de los cooperativos, odio los abstractos (no me motivan, lo siento) y si encima me hacen pensar demasiado, cágate lorito. Yo quemaría en una hoguera el Set, por poner un ejemplo. Pero se obró el milagro y Secuenzoos me divirtió porque es una pequeña genialidad... y lo sorprendente es la cantidad de modalidades del mismo juego y los diferentes juegos que se han pensado con los mismos componentes. Este juego me lo compraría para jugarlo con mi churumbel sin dudarlo.
- Segundos... ¡Fuera!, de Eduardo Crespo.
Me gustan mucho los deportes y sé de buena tinta que trasladar las sensaciones (que no los reglamentos) de cualquier deporte a un tablero de juego es una misión imposible por el dinamismo intrínseco de uno y lo estático del medio del otro. Existen buenos juegos deportivos, es cierto, pero son pocos en el panorama lúdico actual.
En lo referente a temática deportiva, a veces ocurre que un juego que no está editado o que ha sido editado en muy pocas cantidades le da mil vueltas a juegos consagrados y superventas... a mí Segundos Fuera me recordó a Top Speed de Nestorgames ya que en los dos juegos "realmente" experimentas el deporte que estás jugando... sensaciones casi idénticas a los deportistas (salvando las distancias, por eso lo he entrecomillado).
Tras las explicaciones de reglamento de su autor y sumando que eran las cuatro de la madrugada, salté al cuadrilátero como un toro bravo a terminar el combate en un asalto o dos... en el tercer asalto ya me giraba hacia mi entrenador para que me guiase porque yo estaba demasiado cansado y golpeado como para pensar de manera clara (Mickeeeey, ¿dónde estás Mickeeey?)... escuchaba el gong tras cada descanso e incluso, cuando me hablaba Ferris, yo veía en él a Adrian y pensaba para mis adentros (Adriiiaaaaaannn, yo puedo conseguirlooooouuuuu)
Al final gané el combate por puntos y me alegré como si hubiera ganado un combate de boxeo de verdad... y aunque el autor nos definió como pesos pluma mexicanos, yo visualizaba a Xavi Carrascosa como Apollo Creed y a mí mismo como Rocky Balboa (que yo soy más del cine).
Joder, un juego que consigue dispararte la imaginación así tiene que ser bueno, ¿no?.
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Si se personalizan los boxeadores y se le aplicara al producto un marqueting y un grafismo como el que tuvo en su día JAB: Realtime Boxing, este juego podría ser un bombazo.
Por mi parte, llevé el prototipo de Javier García (Comet), Belgium1830/Belgium1831/King's Nation/pongaaquísunombre, para probar principalmente algunos aspectos del juego en jugadores que no habían jugado antes a él: la duración de partida (a dos y tres jugadores) y la claridad de reglas (porque el juego tiene mucha enjundia).
Se jugó a tres y a dos jugadores y estoy muy contento porque todos los que lo probaron quedaron muy satisfechos y sorprendidos de la intensidad de las partidas. La duración no fue excesivamente larga (85' partida de dos y 110' partida de tres, AP's y explicación de reglas incluidos) y en ningún momento algún jugador quitó su mirada del tablero, lo que traduzco como concentración en el propio juego y en el juego que desarrollan los contrincantes. Ningún jugador aportó mejora alguna a realizar, intuyo que porque está todo más pulido que el coche del profesor Miyagi. :D
Me quedé con muchas ganas de probar otros juegos que tenían muy buena pinta (el coitus interruptus sufrido justo el segundo antes de empezar unas Damas Cántabras no tiene nombre y me une a aquéllos que demandan más días de Encuentro la próxima vez).