[Continuamos con el relato, que por motivos profesionales tuvo que quedar parado. Espero que os siga gustando y que disfrutéis de los siguientes acontecimientos de ROSKOSMOS]
ROJO AMANECER - Washinton Post
CIELO ABIERTO, CAMARADAS - Pravda
INGENIO SOVIÉTICO SOBRE LOS CIELOS BRITÁNICOS - BBC
EL CONGRESO INSTA AL PRESIDENTE A DAR EXPLICACIONES - The New York Times
UNA ESTRELLA DESDE ORIENTE - Revista TIME
LOGRO Y PELIGRO - Diario ABC
EEUU NO DEDICARÁ MÁS FONDOS AL ESPACIO - The Times
Los ecos, durante las semanas siguientes, fueron colosales. El mundo entero estaba conmocionado. Internamente, el conjunto de investigadores de ROSKOSMOS estaban semiaislados de todo lo que había generado su minúsculo éxito. De hecho, se centraron en terminar de perfeccionar parte de los cohetes químicos, los propulsores Juno, además de seguir probando en laboratorio los Protón. De hecho, tras el lanzamiento, las diferentes rencillas entre los grupos habían quedado aparcadas, que no solventadas. El ambiente interno era de que todo era posible.
Sin embargo, esta tranquilidad no la vivieron Piotrich y los otros encargados de equipo, liderados de Koroliov, Kéldysh y Tijonrávov, que el Partido quería exhibir. De hecho, al ver las primeras portadas en los países capitalistas, el camarada Jrushchov había ordenado que los responsables fuesen llevados a Moscú y de allí, a todas las capitales de países comunistas y socialistas, desde la República Democrática Alemana a la República Popular Democrática de Corea, pasando por diversos países no alineados como Egipto o la Yugoslavia de Tito.
Sin embargo, el éxito fue tan grande, tan sumamente demoledor, que las grandes universidades de todos los países occidentales y capitalistas pidieron conferencias, cursos, publicaciones, visitas... de los nuevos grandes hombres de la Ciencia. El Partido no podía desaprovechar esa oportunidad, que tenía un doble objetivo, tal cómo se explicó desde el Kremlin a todos ellos: Terminar de desmontar el programa americano del espacio y, con ello, ganar un prestigio y ser preponderantes científicamente.
Piotrich Pavlovich acompañó inicialmente a Kéldysh en su visita a Checoslovaquia (Praga) y Polonia (Varsovia), fue enviado en solitario y viajó por Italia (Roma, Milán), Francia (París, un encuentro en la Sorbona con Werner von Braun, recién expulsado de los USA por no haber sido capaz de poner un satélite en órbita), Noruega (Oslo) y por último Túnez.
Al terminar el viaje, Piotrich tuvo la oportunidad de terminar con una conferencia en su universidad, en Ekaterinburgo. Allí estaba su hermana Mariya, tan alegre como siempre, pero mucho más mayor. Cuanto había crecido en esos dos años. Casi estaba preparada para ir a la Universidad, dadas su capacidades técnicas. Tenía 17 años y resolvía problemas de una Ingeniería Superior.
Otra vez la Luna en cuarto menguante. Otra vez Venus en el horizonte. Pero ya no, nunca más. No estaban lejos. Estaban al alcance de la mano. Estaban a un pequeño paso más, sólo uno más. Los dos hermanos miraban las estrellas, caminando de vuelta a casa, caminando de vuelta al hogar. Piotrich, sin embargo, lo entendió. Su hogar era, ahora, el fuego de un cohete y el azul chorro de iones de sus motores...
[...]
El último acto, con todos los conferenciantes de vuelta, fue, nuevamente, el día de la Victoria, en Moscú, con el camarada Presidente y el desfile militar y, ahora, con el Ptitsa I (ave) , el primer vehículo que viajó al espacio, exhibido en el mismo como parte del poder, cada vez mayor, del Partido y de la Rusia de los Trabajadores.
Cuando todas las fiestas terminaron, a mediados de 1959, se encontraron con que el proyecto en ROSKOSMOS estaba poco menos que paralizado. Si bien los Juno no tenían problemas y ya había varios preparados para su inmediato lanzamiento, los Protón no se habían probado por falta de presupuesto, y los motores iónicos acumulaban fallo tras fallo. De hecho, parecía que, tras la euforia inicial, los grupos de trabajo de Koroliov y Kéldysh seguían peleándose y poniéndose trabas los unos a los otros. La vuelta de los líderes de equipo calmó las aguas, pero a lo largo de 1959 sólo se pudieron poner a punto los diferentes detalles que habían quedado parados.
En Enero de 1960 Kéldysh había planteado una prueba urgente de los cohetes de iones para la propulsión interplanetaria. Piotrich se negaba, dado que las unidades de generación de campo electromagnético Hall no terminaban de refrigerar adecuadamente y, por ello, seguían siendo inestables. Sin embargo, la orden de Kéldysh fue tajante: "Adelante". La ventana de lanzamiento a Júpiter se acercaba, pero el cohete no estaba listo. Por suerte, la segunda sonda que estaría en el cohete tampoco estaba terminada, lo que daba algo de respiro al equipo de Piotrich.
El 22 de Enero, se preparó la prueba, y esa misma noche, se llevó a cabo.
"Preparen encendido del módulo iónico 1 y 2. "
"Dispongan los campos magnéticos a 0,02 Teslas, y auméntenlos un 150 % en los próximos 20 minutos".
"Disparen el generador"
FIIIIUUUUUUIIIIFF
"Encendido satisfactorio"
"Procedan a poner el generador a un 33% de su potencia nominal. Vigilen la corriente eléctrica inducida"
DSIIIIIIIIIIIUUUUUU
"Potencia de uso, 66% de la nominal"
HUUUUUUUUUUUUUUU
"Prueba concluyente, todo correcto"
La prueba de Kéldysh había sido un éxito, pero no se habían comprobado todos los parámetros, aunque parecía que el motor funcionaba adecuadamente. Se procedió, por tanto, a fabricar dos cohetes de este tipo de manera urgente, para prepararse para el ensamblaje de la nave, que ocurriría a finales de marzo para su lanzamiento en mayo. Piotrich, sin embargo, no estaba del todo convencido, y se lo comentaba, cálculos mediante, a su inmediato superior en cada reunión, pero su antiguo maestro estaba obcecado en adelantar y mejorar su prestigio de cara al partido. De este modo, Piotrich tuvo que comenzar a realizar algunas investigaciones a modo individual, aunque no dieron muchos resultados negativos, los positivos no eran concluyentes.
Así pues, por primera vez Kéldysh adelantaba a Korioliov en el diseño de sus componentes del siguiente ingenio espacial. Esto hizo que las relaciones se resintiesen, y que el grupo de diseño del cohete Protón acelerase sus pruebas, y que terminasen el segundo de ellos casi sin realizarle pruebas, para no perder comba ante el equipo del motor iónico.
[...]
Y finalmente, allí estaba. El Navigator I, el primer cohete interplanetario, con sus dos cohetes protón, sus dos Juno y sus dos iónicos, uno para cada una de las sondas. La semana anterior se habían comunicado a los miembros del gobierno los planes de vuelo: La nave saldría inmediatamente de la Tierra hacia Venus y se aprovecharía de la atracción gravitatoria de este planeta para lanzarse hacia Júpiter e, inmediatamente después, continuar una de las dos sondas a Saturno, mientras la primera se quedaba en órbita en torno al planeta gigante.
Nuevamente, la hora del desfile. Esta vez, una réplica, a tamaño real, del Navigator acompañaba a los soldados. El locutor, enfervorecido, hablaba a las masas. Estas enloquecían, no cabían en su de fervor y locura por su nuevo y maravilloso éxito.
3
...
2
...
1
...
IGNICIÓN
Tembló el suelo. Tembló el edificio. Las llamas se extendieron, primero por el suelo, tantas que llegaron hasta el propio edificio de lanzamiento; luego propulsando al cohete hacia los cielos. Los dos cohetes gritaban, alegres, un concierto de fuego, luz, calor, sonido y poder al mundo. Un nuevo éxito se avecinaba mientras la energía ígnea llevaba a las estrellas al Navigator I.
"Revisen rápido el funcionamiento del Protón A"
"Sobrecalentado 8,9 ºC, pero el límite no se alcanza"
"100 000 metros"
"Informen del estado de las sondas. ¿Vibraciones?"
"Ok"
"¿Temperatura?"
"En los márgenes de seguridad"
"150 000 metros"
"Reduzcan un 12% el flujo de combustible de los Protón"
"Reducido"
"250 000 metros"
"Inclinación 23º Oeste"
"Hecho"
[...]
Unos minutos después, la sala estallaba en jubilosos aplausos. El cohete se había puesto en órbita correctamente y la separación de la fase de los Protón había sido exitosa. Todo marchaba perfectamente, y se realizó la desconexión de la televisión estatal. Quedaban seis horas hasta el encendido de la siguiente fase para ir hasta la zona orbital del Sol de transferencia a los planetas internos [INNER]. Parte de todos los equipos se retiraron a disfrutar de un pequeño descanso, hasta la hora del lanzamiento. Piotrich estaba revisando los datos de funcionamiento generales del cohete y de las sondas, que semejaban correctos. La hora de la verdad se acercaba.
[...]
"Encendido progresivo de los motores de iones A y B."
"Iniciados al 10%. 0,01 Teslas de campo. Intensidad inducida residual. Temperatura correcta"
"Esperen al encendido de los Juno a mi señal"
"Generador al 33% de potencia nominal. Todo correcto."
"Punto a T menos veinte minutos y contando"
"Generador de iones correctamente funcionando"
"Punto a T menos diez minutos y contando"
"Temperatura del motor de Iones A superior a la normal. Campo magnético correcto"
"Continúen puesta en marcha"
"Vigilen la corriente inducida"
"Punto a T menos cinco minutos y contando"
"Temperatura del motor A en punto límite"
Wiiiiii
Wiiiiiii
Wiiiiiii
"Atención, atención, aborten encendido de Juno A y B"
"Atención, perdemos el control sobre motor de iones A"
"Apagad el motor"
"El generador está desconectado, pero se mantienen corrientes parásitas"
"La temperatura sigue aumentando"
"¡Se ha fundido el control de encendido!"
"¡Maldita sea! El motor A es inútil"
"Corregid la órbita"
Piotrich estaba como loco. Recopilaba datos, anotaba todos los problemas... El problema habían sido los componentes a su cargo, los de su equipo, los de Kéldysh. El error, creía, era sencillo, pero había que hacer retornar la nave a la Tierra, al menos, la parte A de la nave, la que había fallado. Había que separarla de la parte B, que continuaría su misión, pero en ello se perdería tiempo, y la ventana a Júpiter quedaba cerrada a través de Venus. Un fracaso en 1960 que podía anular el éxito de 1958...
SOBRECALENTAMIENTO RALENTIZA LA MISIÓN A JÚPITER - Pravda
ARDE LA NAVE SOVIÉTICA A JÚPITER - Washinton Post
[Gracias por continuar leyéndome, es un placer poder escribir para vosotros. Espero poder escribiros de nuevo pronto. Un saludo]