Tuve oportunidad de probarlo con la copia física de Board & Dice a 3 jugadores y el modo solitario. No es un juego difícil de reglas, todo el sistema de puntuación está claro en el tablero y una vez asimilada la iconografía fluye bastante bien. Presenta múltiples opciones de obtener puntos y perfectamente uno puede ir solo por un par de objetivos y ganar, tal vez lo que más interfiere con el ritmo de partida es la mantención de los dados alrededor del obelisco, cada 2 turnos gira el obelisco, se lanzan nuevos dados y se reubican, además cada 4 turnos, aparte de la mantención de los dados, se hace la fase de Maat donde se verifica el equilibrio y se establece el orden de turno para los 4 turnos siguientes. Me pareció un muy buen juego de gestión de dados, porque en este juego realmente se gestionan los dados a diferencia de Teotihuacán, acá importa todo, el valor, el color, la zona del obelisco del cual se obtiene y el área del Dios correspondiente. Mención aparte el mercado de cartas, creo que ahí está la parte más interesante del juego, son cartas bastante poderosas que probablemente son las que terminan inclinando la balanza hacia uno u otro jugador.
El bot es muy sencillo de gestionar y en el modo inicial no es difícil de vencer.
Me pareció un muy buen juego, solo le he dado un par de partidas, pero impresiona con mucha rejugabilidad, no lo veo tan duro como me había impresionado inicialmente al leer el reglamento y creo que su mejor número es 3 o 4, aunque este último numero solo lo jugaría con gente no con mucho AP. Son lo suficientemente distintos con el Teotihuacán como para convivir en la misma ludoteca.