Yo estuve el sábado por la tarde en misión de inspección y puedo afirmar que la pinta del local es fantástica. Amplio y minimalista, pero 100% funcional.
La cafetería queda a pie de calle y desde fuera la verdad es que dan ganas de entrar. El trato del personal exquisito y la oferta culinaria justa para lo que es: una cafetería. No esperéis tartar de atún, tacos o sopa borsch.
En el sótano (a qué me sonará eso ) reside la magia del lugar: muchas mesas de un tamaño decente, espacio entre ellas como para no estar jugando espalda con espalda con el vecino y, sobre todo, mucha gente. Pero mucha.
La ludoteca ya estaba preparada y esperando jugones ávidos de buenos ratos con los amigos, aunque el sábado el local estaba completamente ocupado por jugadores de Magic. La tienda, por el momento tenía lo justo para abastecer a los jugones de CCGs varios, pero seguro que muy pronto nos encontraremos aquello rebosante de tableros, cartas, dados, figuras, sobres, fundas y demás parafernalia.
En resumen: visita obligada para los que vivimos lejos y seguro que para los que vivís cerca de allí pronto se convertirá en un centro de peregrinación.
Mucha suerte a los dueños (a quienes no conozco personalmente) y que los que os paséis por allí contribuyáis para que pueda seguir abierto.