- Personas que se están iniciando con una ludoteca de menos de 10 juegos (15 a lo sumo).
- Personas que por su ritmo de partidas o su perfil jugón no tiene filtros a la hora de probar juegos nuevos.
- Que le sobra la pasta y no tiene como prioritario el consumo reflexivo.
Todos los demás están, en mi opinión, más por el metajuego que por los juegos en sí. Al final este rollo de recibir una caja sorpresa y ver qué toca y la posibilidad de abrir juegos nuevos tiene su aquel, y más en esta afición que está llena de "tangibles" a pesar de que hay cosas intangibles, como la emoción que transmiten estas cajas. Evidentemente, luego abres y puede que llegue el desazón, pero "que te quiten lo bailao".
Al final, como decían por ahí atrás, es como volver a coleccionar cromos pero a lo grande. Y lo cierto es que molaba.
Por contra, a mí lo que me da por saco de estas promociones es:
- El incremento desbocado de la especulación más miserable. Y no es porque la gente quiera sacarse dos duros con esto, es por la culturilla que cada vez se está impregnando más esta
- Como se fomenta el consumo poco o nada responsable. La peña se vuelve loca con estas promociones y luego incluso hay quejas al respecto. A mí, personalmente, me crea desazón muchas actitudes que son un reflejo de hacía dónde nos dirigimos como sociedad. Primero se compra y luego se pregunta y/o reflexiona. Así luego nos la dan con queso y apoyamos la mala praxis de las empresas en la información qué ofrecen y cómo la ofrecen, que, en ocasiones, parecen más trileros que otra cosa.
Por otro lado, también es verdad que es una buena manera de vaciar el almacén y darle vida a unos juegos que ya están producidos y que de otra manera se acabarían pudriendo en un almacén o a saber.
Después de esta soporífera disertación llena de apreciaciones personales, hipocresía y esa detestable carga moral, he de decir que, seguramente, hace 10 años yo hubiese comprado esta caja felizmente y me hubiera hecho padre (5 años antes de lo previsto), pero eso no quita que me produzca cierta tristeza ver como funcionamos en esta afición en particular y en la sociedad en general.
La filosofía desaparece y el consumismo crece, reflejo de una sociedad fracasada.
Un saludo.