logo

Panel de agradecimientos

Mostrar los mensajes que están relacionados con el gracias. Se mostraran los mensajes en los que te dieron un agradecimiento otros usuarios.


Mensajes - Hollyhock

Juego muchos roguelikes. Me gusta mucho ese género, tiene mucha rejugabilidad y emoción, puedes ganar o perder, y puedes portarlos a mesa y sigues pudiendo ganarlos o perderlos. He creado un juego de mesa roguelike y tengo intención de diseñar otro.

También he jugado videojuegos rogue-lite, no tantos, y no al Dead Cells en concreto. Son más un proceso que un desafío, pero te lo puedes pasar muy bien con la acción en sí o con el espectáculo. Los de alto grindeo y los que tienen mecánicas de "debo-morir-para-mejorar" (como Astalon Tears of the Earth) los he llegado a reembolsar porque no les veo ninguna gracia ni incentivo.

Lo que más juego son shmups, que no aleatorizan casi nada pero todas las partidas terminan saliendo diferentes reaccionando a tus inputs.

El problema que planteo es que cuando un rogue-lite lo pasas a tablero, te va a salir un churro, por el problema fundamental que he expuesto antes. Me da igual cómo de bueno sea el castillo que quieras construir encima de la ciénaga, vas a tener un problema.

Todos jugamos para divertirnos, la cuestión es que para que un juego divierta necesita emoción y si la fórmula que tiene te la finge, porque la victoria no es victoria ni la derrota derrota, pues te dura hasta que te das cuenta de la ilusión. Fíjate en los comentarios de Dead Cells en BGG: gente que lo vota muy alto diciendo que sus primeras partidas fueron geniales, y gente poniendo notas muy bajas y diciendo que es muy aburrido, probablemente porque ha conseguido entender cómo funciona la imagen completa.

No creo que haya "juegos para cierta gente" y "juegos para otra". Me parece una mentira políticamente correcta para excusar que hay juegos mejores y peores, o en este caso planteamientos de juego mejores y peores. A veces, un planteamiento suena genial pero si rascas lo superficial encuentras que era todo una ilusión. Lo que he escrito intenta explicar la ilusión que creo que esconde un juego de mesa en el que mejores fallando: se te terminará quedando sin incentivos y volviendo procedural. Estoy convencido que le va a pasar a mucha gente, así que cuanto antes se entienda, mejor. Porque me parece que es algo previsible. Pasaba parecido con el juego este de exploración de Discover:Lands Unknown, todo sonaba muy bien y muy técnico y muy moderno hasta que te planteabas cuál era el verdadero propósito de todo eso, y de repente dejaba de ser buena idea. También pasa con casi cualquier sistema de dificultad adaptativa: al principio mola el concepto porque como no sabes cómo funciona piensas que será siempre justa contigo: luego te das cuenta que como está sujeta a reglas concretas, explotar esas reglas a tu favor termina formando parte del juego, y entonces la odias porque para jugar bien terminas obligado a hacer truquitos absurdos y jugadas sub-óptimas para ponerla de tu parte.
Entiendo por donde va Hollyhock, porque hay ejemplos que son realmente así, que se pueden ganar de puro grindeo, pero hay muchos ejemplos de buen diseño de videojuego.

De videojuego, sí, de videojuego.


Reto a cualquiera que me diga que Dead Cells es un juego fácil, por mucho que vayas mejorando el personaje. Más de 250 horas que llevo desde que lo compré en early access atestiguan que no es así.

La dificultad y la diversión de un videojuego de acción te la puede dar la parte de acción. Tener buenos reflejos, desarrollar memoria muscular, combinar poderes, kitear enemigos, leer situaciones complejas en poco tiempo...

Esa es la jugabilidad y el valor que puede aportar una fórmula rogue-lite: aportar variabilidad a un juego de acción para que puedas rejugarlo infinitamente. En Rogue Legacy apagas el cerebro y te dedicas a intentar matar a todo bicho viviente, retrasar al máximo tu muerte, pillar todas las moneditas. Luego te matan y te da igual. Te lo gastas casi todo en subir ataque (porque la estrategia "cañón de cristal" es la que mejor funciona) y vuelta a empezar. Cada vez los número son más grandes y te divierte y te entretiene, y llegado a cierto punto se acaba.

Pero claro, el valor de estrategia de algo así es escasa o nula. Se limita a planear tus builds y quizá tus destinos al inicio de cada intento.

----

Ahora, si intentas replicar eso en un juego de mesa, que van por turnos, todo el rollo de acción, de reflejos, memoria muscular y zen meditativo se van al garete. En un juego de mesa sólo puedes ofrecer un valor táctico-estratégico, que es justo de lo que la fórmula carece. Entonces, ¿qué pasa? Que te sale una castaña.

Vas a jugar una partida a un juego en el que sabes que no puedes ganar esa partida y cuando te maten te dan "puntitos" para comprarte mejoras para volver a jugarlo sin poder ganar tampoco y comprarte más mejoras, así hasta que ganes... En el videojuego podías apagar el cerebro y disfrutar del momento; en el juego de mesa tu cerebro tiene que auditar los turnos y cumplir las reglas y seguir las fases de cada turno. Y tu desempeño estratégico, el único aliciente de la versión de mesa, no tiene apenas impacto.

Te encuentras un bicho. ¿Que lo matas? Bien, se supone que era tu objetivo. ¿Que te mata? También bien, era necesario para ganar poder para el siguiente intento. Tus objetivos a corto plazo son confusos. En realidad no juegas una serie de "runs" que puedas ganar o perder, juegas una única "run" en la que morir y ser regresado al inicio no es perder, es subir de nivel. Cuando seas suficientemente poderoso, terminar ganando la partida también resultará inevitable.

¿Eso ya es perder? ¿Eso ya es ganar? ¿Qué es victoria y qué es derrota en un planteamiento así? La victoria parece derrota y la derrota parece victoria porque en realidad aquí no existe ninguna de las dos. Delante de ti sólo hay un ejercicio mecánico repetitivo, un lúgubre túnel sin recompensas ni castigos, sin objetivos a corto plazo, sin alegrías y sin penas. Tras la penitencia de pasar por el bucle del algoritmo las suficientes veces, podrás decir que lo has completado. Claramente has terminado, pero ¿es eso "ganar", si no podías "perder"? ¿Tiene algún mérito terminar, si era inevitable?

¿Realmente has jugado a un juego? Claramente hay un inicio y un final del que no puedes escapar. ¿Quizá has leído un libro? Un libro especial que en vez de palabras tiene instrucciones de código. A lo mejor lo que ha pasado es que has "ejecutado un programa", como si fueses un microprocesador humano.

Al principio todo iba bien porque te han confundido vistiéndote la experiencia como un juego. Te han creado la ilusión de emoción a través de la ilusión de que matar un monstruo debe alegrarte y que te maten debe apenarte. Otros juegos te han acostumbrado a que así fuese, así que han aprovechado esto.

Cuando consigues experiencia y entiendes cómo funciona realmente este planteamiento, aunque sea subconscientemente, empiezas a entender que algo falla y no entiendes qué es. Experimentas la falta de victoria y derrota, la ausencia de objetivos, la futilidad de tus decisiones. Y cuando consigues entender lo que pasa a nivel racional, el juego que pensabas que estabas jugando desaparece, y sólo queda delante tuyo un montón de deberes procesales que ya no te apetece hacer.

Si realmente existe el concepto de "anti-juego", un juego de mesa con estructura rogue-lite sería un buen candidato para el puesto.
rogue-lite

"Rogue-lite" es un término que viene a decir que toma ciertas características de un "roguelike" (la generación aleatoria y el planteamiento de los escenarios), pero luego añaden algún tipo de progresión permanente o dificultad adaptativa para hacer el juego a prueba de torpes.

Los Roguelike puros son juegos en los que si fracasas el escenario a batir, toca repetirlo todo de nuevo en las mismas condiciones. Puede existir cierta variación (generación estadística distinta), pero esto no debería volver al juego más fácil. Es decir, tu personaje no obtiene ninguna mejora permanente desde un intento a otro, lo único que cambia es la habilidad del jugador y su comprensión del juego. Si tras cada intento fallido consigues jugar mejor, al final superarás el escenario. Son juegos difíciles y exigentes, por definición.

Como los videojuegos están invadidos por una gran cantidad de turistas que suelen combinar ser mancos con tener muy poca tolerancia a la frustración, en general encuentran el género roguelike muy poco amigable. Así que juegos roguelike empezaron a añadir "muletas" de ayuda en forma de dificultad adaptativa para volverse más accesibles. Típicamente, con cada escenario fallido, hacían el juego más fácil o al personaje más fuerte para que al final terminases ganando por cabezonería aunque no te lo merecieses. Eran roguelikes a los que no se les podía llamar roguelikes, así que se inventaron el término "rogue"-"lite".

Esta fórmula "lite" permite que sustituyas explorar y dominar un sistema mecánico complejo por simple grindeo repetitivo de estadísticas. El resultado no tiene mucho que ver con un roguelike, salvo en su aspecto más superficial. Si un roguelike tiende a ser un puzzle que intentas resolver con tu ingenio y algo de suerte, un rogue-lite tiende a ser una actividad repetitiva para matar el tiempo.

Si no existen juegos de mesa rogue-lite, mejor. Porque el único aliciente de un juego de mesa es que te ofrezca algún tipo de reto mental: sin música, sin animaciones, sin mecánicas de tiempo real, teniendo que arbitrar tus propios turnos, ¿quién querría jugar a algo en el que tu victoria sólo sea cuestión de tiempo? Los juegos de mesa en los que gastas más neuronas arbitrando tu turno que tomando decisiones son universalmente considerados malos.

He visto cómo gente pensaba erróneamente que el sufijo "lite" hace referencia a ser un juego pequeño o ligero (de formato filler, en idioma de juegos de mesa). No es así. El "lite" alude a la introducción de progresión permanente dentro de una estructura roguelike, para así eliminar frustración (y con ello, desafío). Esto aleja al juego del género "roguelike", por eso ahora sólo puede considerarse "ligeramente roguelike", o sea, "rogue-lite".

Dead Cells, me llama la atención la propuesta roguelike (me encanta ese género aunque abriría aquí un melón sobre los roguelike -que hay poquitos en tablero-

Para que un juego de mesa sea un roguelike, yo creo que basta con que sea un solitario con un escenario a batir, una configuración inicial variable asimétrica (aleatoria o elegible), y unos escenarios (enemigos y recursos) que se generen de forma aleatoria según juegas.

Warfighter sería un roguelike. Mage Knight también. Space Hulk Death Angel también. Dungeon Crawler Unbound también. Los solitarios de DVG estilo "Thunderbolt Apache Leader" también. Mi propio juego Star Astalos también es un roguelike.

Y luego hay muchos mazmorreros que están a un pelo de pertenecer a este género: tanto Catacombs como Mice&Mystics te aleatorizan los enemigos de cada pantalla y las recompensas que obtienes en el camino: a Catacombs le falla poder jugarse en solitario, y a Mice&Mystics le falta que las propias habitaciones estén aleatorizadas (te las dicta la misión que juegas). Pero si a Catacombs le haces un módulo para solitario, o a M&M un aleatorizador de pantallas y jefes finales, entrarían en la definición.

Lo que quiero decir es que hay más juegos de este tipo de lo que parece. No hace falta basar un juego de mesa en un videojuego roguelike para obtener la experiencia de este género.
Ha ocurrido lo que no tenía que ocurrir, y es que me he detenido. Me he puesto a pensar en otra cosa, y en consecuencia, Sorgindu probablemente se quede aparcado. Puedo seguir testeando, puedo pensar en él, pedir consejo, puedo identificar lo que mejor funciona, pero no creo que lo pueda mover mucho más allá de donde está ahora. Porque creo que está sobredimensionado. Sólo se me ocurren soluciones cortoplacistas de parchear lo que va saliendo, y eso no es bueno.

Creo que lo mejor va a ser dejar pasar un tiempo y planear rehacer el juego desde cero tomando las ideas que mejor hayan funcionado hasta ahora. Y sobre todo, cambiarlo a un formato más pequeño y manejable. Aumentar el número de copias de cada carta, reducir el número de cartas, hacer a cada color más limitado y más borderline en sus capacidades. Quizá incluso quitar uno o dos colores (inicialmente Sorgindu sólo tenía 3). Quizá hacer a cada color muy asimétrico en su planteamiento (que alguno sólo tenga bichos pequeños o que no tengan el mismo número de bichos en cada coste). Quizá obligar a cada baraja a ser bicolor, para no tener la obligación de dotar a cada color con un set jugable completo. Quizá eliminar los strongholds, porque resultan muy difíciles de equilibrar y añaden muchas cartas únicas al set.

Intentaría apuntar a tener un core de 150 cartas únicas. Y si funciona, y si atrae atención, y si tengo ganas, en un futuro lejano ir metiendo el resto de cartas como pequeños sets adicionales. Pero no tener miramientos en recortar.

También sería interesante explorarlo como "clon de MagicTG" en vez de como "clon de DuelMasters". Es decir, prohibir a los bichos atacarse entre sí y permitir que todos puedan bloquear. Saldría un juego totalmente diferente pero los arquetipos de cada bicho se mantendrían. Además, rehacerlo todo con un enfoque nuevo suele ser más refrescante y divertido.

Apenas he jugado a Hearthstone (jugué hasta donde pude sin pagar), pero tengo bastante más rodaje con la fórmula MagicTG de los 90. Decidí tomar la "ruta DuelMaster" porque me parecía más divertido un sistema con el que no estaba tan familiarizado, y por tanto así no iba a tener miedo de parecerme a lo ya existente. Sin embargo, desde entonces publicaron Lorcana (que también es un ripoff de DuelMasters, así que hace que Sorgindu no se perciba como algo tan original). Y sobre todo, conocer la fórmula en la que me muevo me va a ayudar en la tarea.

Mantendría el "lifedecking" combinado con el sistema de que tu Reino tenga un valor de Defensa que haga que el daño mayor a eso te "milee" 2 cartas y el inferior te "milee" 1. Mantendría el sistema de maná de aumentar cada turno tu producción en 1, pudiendo transformar tus tierras en habilidades permanentes. Mantendría un sistema con fuerza y resistencia fusionadas en un único atributo, y añadiría alguna mecánica de daño permanente, como lo que ya propuse de que si un bicho sobrevive a daño no letal, reciba una ficha de -1 permanente. Para evitar el típico estancamiento cuando haya muchos bichos en juego, putearía de alguna forma los bloqueos múltiples. Y el set de habilidades sería distinto. Así saldría algo diferente al resto de juegos que derivan del sistema Magic.

O también podría mantener el estilo "DuelMasters/Hearthstone" actual y simplemente quedarme con lo que mejor funciona y quitar el exceso y desordenar un poco el equilibrio de colores. Al fin y al cabo, todo el aspecto gráfico (ilustraciones, nombres, iconos, conceptos) que es con diferencia lo más difícil para un diseñador, está ya afianzado. Y ha salido muy bonito. Con una escala más pequeña y menos cartas en el core, el testeo se aliviaría mucho.

No parece mal plan. Pero tardará tiempo, más de un año seguro, así que si estabais siguiendo este hilo supongo que no son buenas noticias. Pero no sé qué más hacer.

Ahora imagino que dedicaré tiempo a mi otro gran proyecto, Kondaira, un solitario de aventuras medieval-fantásticas. Que como aún está en fase de diseño de alto nivel, todavía el papel lo aguanta todo y no me da ningún disgusto. Este seguro que no se me atraganta en el testeo porque al ser solitario me puedo encargar yo de todo. Y en los ratos muertos, intentaré terminar "Mazmor-Hero" que ya tiene prototipo y un reglamento a medio redactar.
Justo ayer me llegó una carta del banco sacando pecho de que a partir de cierta fecha cuando haga una transferencia online, antes del "OK" final van a hacer una verificación de que los datos que yo haya puesto del destinatario coincidan con los del destinatario real, y si encuentran discrepancia enseñármela y pedirme una última confirmación.

Todo gracias a cierta movida europea que ahora está en marcha y permite a un banco preguntar a otro banco las credenciales de un destinatario en mitad de una transacción.

Así que estos despistes deben ser más comunes de lo que pensábamos.

en: 24 de Octubre de 2025, 12:07:07 8 SALÓN DE TE / ¿Qué os parece...? / Re:Serie Quartermaster General

La idea de Quartermaster me gusta y la encuentro original. Juego de cartas asimétrico por equipos en el que tienes que coordinarte con tus compañeros, en el que emulas la evolución de un conflicto militar muy complejo de una forma súper abstraída pero sencilla y relativamente rápida.

Lo que no entiendo es que haya tantas versiones, que teniendo un Quartermaster quieras tener otro. Salvo por el tema que comentáis que cada uno parece adaptado a un número concreto de jugadores.

Tengo el Quartermaster General WW2 y lo primero que leí sobre él es que es para jugar mucha gente (idealmente 6), que no se me ocurriese jugarlo a dos. Así que imaginé que podría venir bien tener otro Quartermaster que se juegue bien a 2. Justo entonces salió el de la Tierra Media (Guerra del Anillo de cartas), y lo estuve investigando porque me gusta Tolkien y encima iba a estar en tiendas (el resto andan descatalogados). Pero fue un pluf: GdA es para jugarlo a 4, no tiene tablero (pierde la "simulación" que aportaba la información espacial) y lo han hecho expandible, así que pasé.

El problema va a ser que encontrar fundas opacas para las cartas grandes (las de senda y campos de batalla) es bastante dificil.

Y aunque lo hagas, te cargas el arte del dorso.

Este juego es caro para su formato: trae un montón de cartas en una caja llena de aire. Y encima es pseudocoleccionable con expansiones igual de infladas. Lo justifica añadiendo cierta calidad de manufactura y atención al detalle (cartas no-bleed, ilustraciones clásicas adecuadas al lore) que permitan que lo veas como un producto de calidad. El mimo y el detalle aportan valor, y pueden hacer que todo lo demás merezca la pena. Así que hasta ahí bien.

Pero por esto mismo, que la caguen en algo así no es ninguna tontería. Es un golpe en la línea de flotación de la imagen de "producto de calidad". Si tienes que remendar un juego así por tu cuenta... la percepción que tengas de él va a cambiar.
En mi colección sólo tenía Claustrophobia, Gears of War y Space Hulk Death Angel (una versión de cartas espectacular que se vendía por 20 euros en su momento)

Death Angel capta sorprendentemente bien el feeling de Space Hulk con sólo cartas y encima siendo solitario, así que combina muy bien con Claustrophobia que es bastante diferente.

Death Angel está súper descatalogado pero en BGG hay un rediseño con pixelart del Metal Slug que es una maravilla, hasta utiliza trucos estadísticos de diseño para reducir el número de cartas y unificar mazos de enemigos y de misiones. Se juega igual pero tiene menos componentes y resulta menos engorroso, y eso que incluye todas las expansiones. Directamente mejora al original.
Eso os pasa por no haber "holdeado con cojones"  :P

Tengo aún el primer Claustrophobia y la verdad no sale mucho a mesa. El problema que le veo es que las modas del mundillo han ido contra la idea de este juego. Un mazmorrero competitivo a 2 jugadores es algo inusual, con tema mazmorrero todo el mundo prefiere algo cooperativo o solitario. Pero me gustan las cosas inusuales.
Es un juego de sinergias, hay pocos combos y los que hay están manufacturados y son algo obvios para facilitar el deckbuilding. La mayoría son bonos entre tus propias cartas: puedes intentar barajas tribales metiendo las cartas que dan un bono sólo a un subtipo, o muchas Paladinas con cartas que potencien a las Paladinas. Si tienes súbditas que dañan como efecto de Reverencia, metes el feudo que aumenta este daño en 1... Si tienes muchas súbditas Decadentes, metes el feudo que les quita Decadente... Hasta hay carta que potencian a otras nombrándolas específicamente. No hay suficientes cartas para ceñirte 100% a un solo combo o concepto, así que diseñas mazos metiendo pequeñas sinergias aquí y allá.

Esto viene de que es un juego algo simple y accesible, con texto grande y explicaciones humanamente comprensibles, así que ninguna habilidad ha terminado siendo demasiado complicada. Si hubiese un combo rompepartidas ya lo habría visto. No pretendo desbancar a MagicTG, sólo tener un coleccionable sencillo para que disfruten jugones, con un tema amable para que llegado el caso puedas poner a jugar contigo a un no-jugón o a un peke. Un poco como Lorcana pero sin el sacaperrismo y con una estética faérica onírica pero no necesariamente infantil.

Tuve un documento escrito, ahora mismo no, está todo en mi cabeza, pero todo cálculo numérico previo está ya hecho, lo que queda es testeo. Lo que temo son problemas de equilibrio: que un tipo de baraja domine claramente, que ciertas cartas eclipsen a otras, que siempre merezca más la pena tener todo bichos pequeños, o todos bichos grandes, o cada color tenga ciertos "auto-includes", etc...  Hay tantas opciones de construcción, más luego diferentes strongholds, que me resulta imposible testear todo. Porque además para testear tengo que construir las barajas yo mismo... ¿y si el motivo de que no vea problemas es porque los mazos que construyo no son suficientemente borderlines? ¿Y si el problema que veo se arregla con deckbuilding? Necesito gente (que no sea yo) que "visualice" el juego completo y diseñe sus propias barajas.

Quizá el problema venga de que no puedo permitirme terminar con "cartas morralla" como pasa en los CCG/LCG porque al ser esto un PnP, no merecería la pena fabricarlas. A menos que cubes el juego o prediseñes mazos para darles un hueco a todas las cartas.
Me queda poco para terminar el prototipo.

Sin embargo, estoy atascado debido a la constante necesidad de cambios. Mañana imprimiré una batería de 7 cartas que bien o se habían impreso en una versión antigua por error, o tenían errores de diseño estando claramente en la curva de equilibrio antigua en vez de en la nueva. Porque este juego son unas 300 cartas únicas, y tener en cuenta a todas es difícil. Y ya ha habido varios cambios transversales a pesar de ir con pies de plomo para que no pasase. Y ahora que hay dos prototipos, tengo que fabricar el doble de copias para cada uno, que duele más. He cambiado el reglamento una vez, ahora veo que tengo que añadir 2 cosas más.

También, he creado otras 5 cartas a modo de ñapa para intentar mitigar que ahora mismo las barajas de rush no funcionan. Es algo que no puedo asegurar del todo, porque no he tenido acceso a testeo propiamente dicho. Si bien es fácil juntar a unos amigos para que jueguen unas partidas con mazos pregenerados, o incluso animarles a hacer cambios al mazo y jugar un par de veces más, es muy difícil encontrar a quien quiera gastar largo tiempo pensando en cómo construir una baraja competitiva y ponga el juego realmente a punto.

Si bien mi moral no está en su mejor momento, no me he detenido ni tampoco voy a dejar el juego en espera y pasar a otro proyecto. De hecho, si lo hiciese sería muy duro volver a retormarlo y entonces sí que el proyecto correría peligro.

Mi intención ahora es tal como os comenté, terminar Sorgindu dando mi mejor esfuerzo y creando algo jugable a nivel "jugón" pero que no creo que pueda testear a nivel "competitivo", porque incluso aunque ponga a jugar a gente experta en coleccionables, no voy a tener suficiente tiempo para probar todas las combinaciones, todos los arquetipos, todas las interacciones. Voy a aplicar algunas medidas de contingencia pero aun así es posible que salga algún perfil degenerado o bestia que si se encuentra, habrá que evitar en el propio deckbuilding. Más o menos como cuando te compras un lote de cartas de un CCG antiguo y te das cuenta que la carta destroyer que ha venido en el lote no la puedes meter en ninguna baraja por ser demasiado buena.

En comparación, los juegos "de hobby" de unas 150 cartas que estoy acostumbrado a diseñar resultan más fácil en todo. No sólo es la cantidad de material, es la cantidad de conceptos que hay que visualizar al mismo tiempo para avanzar en el diseño. En juegos pequeños realizar cambios transversales es casi inmediato, aquí tengo que chequear cientos de cartas, reescribir cláusulas y terminar con docenas de pequeños cambios en cascada. También el tiempo y dinero para crear los prototipos. El tipo de gente que te puede servir para probar el juego. Mi experiencia en diseño me ha hecho apuntar hacia el esquema más sencillo, mejor estructurado, y lo más similar posible a otros diseños que se sabe que funcionan. Simplificar, estructurar, imitar. Y aun así he tenido que cambiar la curva de maná, con ello la curva de poder de las criaturas, y rehacer prácticamente todas las cartas con sucesivos cambios menores.

Los diseñadores novatos que intentan diseñar un CCG como su primer juego y encima lo complican para embutirle chrome se deben llevar una hostia de realidad tremenda. Lo sé porque incluso estando advertido y teniendo algo de rodaje yo me he llevado mi propia hostia de realidad/humildad al diseñar este juego. Saber que los juegos coleccionables son muy difíciles es un secreto del que sólo se habla en círculos de diseño de juegos, y aun así yo he terminado infravalorando esta dificultad.

También percibo que la mayoría gente que me rodea no se da cuenta de esto. Al contarles que estoy diseñando un coleccionable recibo la misma reacción que cuando les digo que estoy creando cualquier otro juego. No entienden la diferencia de escala o el trabajo que supone. Ni siquiera me miran como si estuviese loco (que deberían). Fijaos que aún no existe un juego de cartas coleccionable PnP, si consigo terminar Sorgindu, sería el primero de esta subcategoría.

Creo que ha sido un error diseñar este juego en solitario. Con tiempo y esfuerzo, he podido con varias facetas que podrían haber hecho fracasar un juego de este tipo. He podido con las imágenes gracias a la IA generativa. He podido con el layout de las cartas con mi experiencia en diseño gráfico y en conseguir recursos gratuitos. La visión global y el diseño de alto nivel han sido algo más difíciles que un juego normal pero nada imposible habiendo terminado otros 7 juegos. Sin embargo, el desarrollo y el testeo me están fastidiando mucho. Siento que debería haber tenido un equipo de diseño. Y no me refiero al típico trío "diseñador, ilustrador y maquetador", no. Me refiero a varios diseñadores/desarrolladores coordinados entre sí que se repartan el trabajo y que también testeen. Algo muy difícil de hacer hoy en día en un entorno indie o vocacional. Este el motivo por el que (la antigua) FFG tenía equipos de desarrollo en nómina en sus instalaciones.

A cualquiera que tuviese en mente diseñar un coleccionable le diría que debería intentar apuntar a ofrecer menos variedad de la que he intentado yo. Quizá 3 "palos/dominios/colores" en vez de 5, olvidarse de las cartas "stronghold" y la mínima cantidad de cartas únicas, permitir 3 ó 4 copias de cada, para reducir el nº total de cartas únicas en el set. Y por tanto reducir el desarrollo necesario a algo más manejable, aunque seguirá siendo difícil. Apuntar quizá a no más de 150 cartas únicas en todo el set. Porque aunque parezca poco, el deckbuilding lo complicará todo exponencialmente. Eso en lo que a variedad se refiere. Respecto a mecánicas básicas, debería mantenerse tan simple y ligero como es Sorgindu. Atributos numéricos no más de dos, no más de 10 habilidades clave, efectos fuera-de-turno en ventanas de resolución dedicadas para que nada pete, y un reglamento de 16-20 páginas porque toda la complejidad deben darla las propias cartas. Diseñar un coleccionable no es algo imposible. Requiere estar algo rodado, mantenerlo todo sencillo, y apuntar bajo, incluso más bajo de lo que yo he apuntado con Sorgindu.

Incluso el primer coleccionable, Magic the Gathering, salió muy caótico y bastante diferente a como lo habían imaginado sus creadores. Había mecánicas enteras ignoradas por los jugadores porque no funcionaban: nadie jugaba con "Círculos de Protección", los "Muros" eran una apuesta perdedora, los removals dominaban, varias cartas estaban estúpidamente sobrepotenciadas, y las criaturas muy fuertes tenían un coste disparatadamente alto que las hacía inviables. Luego se parcheó, prohibió y restringió de lo lindo y se tiró para adelante. El juego nos encantó a todos, pero en retrospectiva, te das cuenta de estas cosas.

Por esto creo que Sorgindu puede tener valor pese a terminar saliendo imperfecto, porque creo que hay cierta inevitabilidad de que este tipo de juegos salgan imperfectos. Por eso estoy haciendo un esfuerzo para terminarlo. Y para desahogarme, pues os he escrito este tocho.

En fin, mañana a ver si termino el prototipo y esta semana empiezo a dar la lata buscando jugones de ccgs que me ayuden.

en: 08 de Octubre de 2025, 12:37:10 14 KIOSKO / Pequeñas joyas / Re:JOYAS ENTRE EL FANGO



Me ha gustado bastante Mississippi Queen. En su tiempo fue un Spiel des Jahres, pero ni su edición inicial ni su reedición llegaron a España ni tampoco han sido muy populares en este foro, así que creo que es relativamente desconocido por aquí. En BGG ronda el puesto 3000.

Lo ví recomendado en este foro, pensaba que era en este hilo pero ahora no lo encuentro, quizá fue en algún otro hilo sobre juegos de carreras.

Es un juego de carreras sin cartas, de tipo "vectorial" en el que vas decidiendo la dirección y velocidad de tu barco de vapor. Han impedido que el primero se escape de una forma muy chula. Mientras los jugadores que van detrás pueden hacer cálculos y optimizar rutas tranquilamente, los que van ganando tienen un problema de "push-your-luck" porque el río se genera al azar, así que si corren mucho, tienen posibilidades de que les salga un obstáculo que no puedan evitar y se estampen.

Al haber sido SdJ, podéis conseguirlo muy barato de segunda mano a jugones alemanes. Es independiente del idioma, y hay una traducción de reglas en este foro. El juego tiene una expansión que añade un barco "no-jugador" (la Rosa Negra) para añadir puteo, que aún no he probado. Sin embargo, si te bajas la traducción de reglas de la expansión nada te impide utilizar un barco que te sobre como la Rosa Negra. Tan sólo te perderías unas nuevas losetas con casillas especiales y el poder jugar a 5 con la Rosa Negra (porque te faltaría un barco para ello).

Es un juego que lo puede jugar todo el mundo pero deja margen a los jugones para devanarse los sesos para mejorar su desempeño. Te vale como juego familiar y también como juego rápido para jugones. Lo único malo que le he visto es el cajote lleno de aire que trae, aunque ya se lo he reducido:



Lo de si dos juegos se parecen mucho o uno eclipsa al otro es un tema muy personal.

Si te gusta mucho un género o un sistema puedes tener juegos muy similares sin problema. En su tiempo tuve CC:Ancients y Memoir'44, el mismo sistema adaptado a dos tiempos distintos con dos diseños gráficos distintos, y todo iba bien. He tenido muchos juegos de batallas medievales fantásticas, y muchos juegos de cartas coleccionables, porque son géneros que me encantan así que no me importa repetir.

Sin embargo, a la larga, cuando llevamos mucho tiempo en el hobby suele pasar que las limitaciones de tiempo, espacio y oportunidades de juego hacen que nos volvamos muy selectivos con lo que dejamos en la colección. Aún más si ya hemos vendido algunos juegos por tener demasiados. De hecho, terminamos intentando tener nuestros juegos lo más diferentes unos de otros.

En ese momento, el "aura de redundancia" de cada juego parece que aumenta y varios juegos que se llevaban bien entre sí empiezan a solaparse y molestarse. No hace falta que compartan el mismo sistema, tan sólo que cumplan arquetipos similares, maten gusanillos similares... además uno te habrá terminado gustando más que el otro, así que siempre terminas jugando el mismo y... al final el otro se va. En retrospectiva, se molestaban entre sí aunque nunca llegaste a sospecharlo.

En mi caso se fue Memoir.

En definitiva, la decisión es tuya. Si tienes ambos juegos seguro que los disfrutas hasta cierto punto. Sobre todo si te gusta este tipo de juego. Pero si ya estás pensando en fijar una "ludoteca ideal" para la posteridad, si ya estás teniendo cuidado en frenar las compras, y no te gusta la idea de vender cosas en el futuro, pues ya tienes 145 juegos y además ya has tenido la sensación de que ambos se parecen hasta cierto punto.
Páginas: [1] 2 3 ... 59 >>