EN CUANTO A LA CUESTIÓN POLÍTICA
Los razonamientos que se centraban en cuestiones nacionalistas sobre el uso de la lengua (catalán) y las políticas editoriales dejan de tener sentido en el momento que a Devir no le importa que el juego se traduzca. ¿No es más fácil pensar que se ha hecho un estudio de mercado y sencillamente no sale a cuenta la traducción (por mucho que la cantidad de castellanoparlantes sea mayor que la de catalanoparlantes)? Esta práctica se replica en cualquier región del mundo, y no supone mayor problema. ¿Por qué querer ver más allá? ¿Qué sentido tiene atribuir una segunda intencionalidad? Una editorial busca sencillamente lucrarse. Fácil.