A un amigo le camelaron en una conocida tienda madrileña con el
Siena.
Es el juego más enrevesado y coñazo de todos los que he jugado en mi vida: Millones de fases inútiles y absurdas, reglas mal escritas, componentes de muy baja calidad, laaaaaaaaaaaargo y sin una pizca de emoción.
El caso es que el italiano que nos atendió tenía mucha labia. Incluso nos abrió un ejemplar y nos explicó un poco por encima alguna de las fases - el único momento que tiene un poco de gracia el juego, cuando te vas de lumis-, así que mi amigo no se lo pensó dos veces (si lo hubiera hecho, ahora tendríamos el Amun Re
).
El otro que tiene criando polvo es el
Risk: Señor de los Anillos. Como fan de los Risk que somos, intentamos tener todos los que iban saliendo. Al único que hemos intentado jugar solo una vez ha sido este. Y es que el mapa peca de injugable. Solo tiene dos puntos donde darse de leches y se puede hacer eterna una partida. Todo lo contrario que el risk napoleónico, una verdera joya.