Hola, yo soy Pablo, el que hace la reseña que han colgado justo encima de este post. Es un juego que me ha seducido y que me parece muy bien pensado. Como ya sabéis, se trata de ir jugando cartas para construir el Eixample con tres tipos de manzanas diferentes y poner en ellas cuatro tipos de edificios, que van desde la clase alta hasta los edificios de renta baja. Mientras más alta sea la clase de los edificios que construyas más puntos ganarás en las tres fases de obtención de puntos que tiene la partida, pero también vas a provocar más a los huelguistas, que se acumularán en el Raval y te harán perder prestigio en el marcador correspondiente, y sin prestigio pierdes todos los empates y ganas peores cartas, así que tu estrategia se ve mucho más limitada. Además de eso, tiene fichas de influencia que permiten acciones extra y también conseguir tarjetas de puntos de victoria para el final de la partida.

Me ha parecido muy equilibrado, con una temática genialmente implementada, y una calidad de la producción bastante alta en general. No escatima en componentes y tiene un despliegue en mesa importante.

Por fin pude jugar al Odín a cuatro, después de haberlo testeado a dos y en solitario, y la verdad es que me parece el eurogame del año, a falta de probar algún que otro juego gordo que también está dando o ha dado mucho que hablar. Es también el juego más completo de Uwe Rosenberg, con un sinfín de posibilidades por delante, decenas de estrategias y una rejugabilidad casi infinita.

En mi caso, aún no me he atrevido en ninguna partida a ir a explorar islas, pero sí que me hice con dos edificios (casa comunal y casa de piedra), dos migraciones y traté de rellenar lo máximo posible el tablero personal. 68 puntos de victoria que me sirvieron para ganar, frente a los 50 y tantos de mis amigos. Ellos sin embargo explotaron más la granja y los oficios. Se nota que estamos algo verdes aún, de todas formas. Y es que como para no estarlo, es un juego que abruma en contenido y opciones. Pocos tienen tanto que dar.

Mi ranking de Uwe sería:

Odin > Caverna > Agricola > Patchwork > Glass Road > Le Havre > Agricola 2J > Le Havre 2J > Bohnanza>>> Babel >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>> Hengist

A ver si juego al Arle, al Ora y al Loyang.

Yo puedo emplazaros a mi videoreseña, que hice cuando salió en castellano este verano pasado:



No es un juego que innove o que proponga algo diferente con respecto a lo ya visto, pero en mi opinión se deja jugar muy bien y es muy correcto. Una alternativa más dentro de los juegos para 2.

Capta muy bien la esencia del juego de tablero. Se mantiene la base pero cambiando el meneo de losetas por cartas que se pueden jugar de múltiples maneras (que están de moda últimamente), y que lo mismo hacen de dados que de construcciones. Además es un juego que se puede jugar en 30-45 minutos. Para mí, muy recomendable.

+1 a todos los demás. Caverna es una modificación del diseño de Agricola pensado para que haya más holgura durante la partida. Digamos que Agricola trata de tener que sobrevivir con lo que te dan y hacer lo mejor que puedas con ello, mientras que en Caverna hay más de todo y tienes más donde explotar. Hay más recursos, más beneficios y más facilidades. Esta es precisamente la pega que le suelen poner a Caverna los defensores de Agricola. Yo creo que es cuestión de gustos y que te puedes meter más en la partida con el agobio o con lo contrario (aunque tampoco es que en Caverna vayas sobrado de todo, solamente es más equilibrado en ese sentido). A mí me gusta más Caverna precisamente por ser más cómodo de jugar e introducir nuevas ideas manteniendo la base de Agricola.

A mí me parece mediocre. Como euro lo es, y como tiradados puede tener su gracia para el que le guste, pero la forma de resolver los combates es muy extraña. Al final sabes que unos parámetros tienen más importancia que otros, igual que sabes que todo puede dar un poco igual porque la estrategia está en la parte euro, donde te pillas tus luchadores y las habilidades colocando fichas. A partir de ahí, cuando llegan los torneos, es ver quién tiene más suerte. Dos partidas me han servido para darme cuenta de que ir más preparado no significa ganar, y de que la suerte influye mucho más que saber jugar. Porque la estrategia es clara, pero de ahí a que funcione hay un trecho importante. Y bueno, también podría comentar que se hace un poco pesado porque los torneos cortan el ritmo de juego muy bruscamente.

Por temática y diseños hay que reconocer que mola bastante. Por todo lo demás, es un juego del montón. No creo que lo vuelva a jugar.

Lo semi-jugué a tres y uno de ellos ya iba predispuesto a no gustarle. Tengo ganas de probarlo a más jugadores, entiendo que a cinco es lo suyo.

Sí, es de 2 a 5 y mientras más mejor, aunque el sistema de ajuste a menos jugadores para que jugar cartas de forma valiente siga siendo arriesgado está bien medido.

Después de unas cuantas partidas, la experiencia me dice que se arriesga mucho más jugando a dos o a tres que a cuatro o a cinco jugadores. Un jugador inicial en una partida a cinco siempre va a ser cobarde mientras queden todos los demás jugadores con cartas en la mano, y ser valiente es, casi siempre, quedarte sin acción. Yo suelo jugar cobarde con momentos puntuales de valentía, sobre todo cuando las posibilidades de que salga son del 90-100%, y la verdad es que me ha ido bien, quedando casi siempre primero o segundo.