Por alusiones...
Lo primero es felicitarte por el juego, David, pq sobre todo lo que se aprecia al jugar es que está muy trabajado y testeado. Esto parece una obviedad, pero los que somos jugadores veteranos sabemos que no es así. Yo por lo menos me he encontrado muchas veces con juegos sin acabar pero que ya habían sido publicados
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Mi comentario en BGG se basa, como señalo, en una breve experiencia de 2 partidas.
En la primera jugué como Republicano, y en efecto jugué a lo que comentas. Aguantar a muerte, haciendo contraataque locales en sitios comprometidos para obligar al Nacional a gastar movimientos en cubrir esas zonas o en reconquistarlas. Como republicano no puedes jugar alegremente, debes tapar huecos y guardar fuerzas para esas ocasiones, que no deben ser demasiadas para no desangrarte. Las posiciones y trincheras en sitios clave son más importantes incluso que estos contraataques. Incluso, a veces un solo movimiento que amenace una zona, ya es un éxito, pq obligas a que el Nacional gaste tiempo y cartas en proteger la amenaza. El caso es que la partida transcurrió por los cauces habituales. Conexión de las 2 zonas Nacionales, intentos de liberación de asedios, puntuar lo máximo por Madrid, eliminar la zona Norte, virulencia en Aragón (Teruel principalmente) y reducción de la zona Catalana. Finalmente ruptura por Castellón y... aquí tuvimos que dejarlo, pero con posibilidades claras de aguantar por mi parte. La partida quedó sin definir a falta de pocos turnos.
En mi segunda partida, esta vez como Nacional, decidí tratar de cambiar la historia y utilizar una estrategia diferente. Quería dar prioridad al sur, a Andalucía, que me parecía muy desprotegida y vulnerable. Y así empecé la partida, llegando hasta la zona de Jaén facilmente. Perdí Mallorca y en Madrid obtuve un -2 PV por no dedicarme mucho a ella. Pero sin darme cuenta y por circunstancias del juego, ya fui retornando a lo típico. Tratar de liberar algún asedio y empecé a dedicar recursos a la zona Norte... Rápidamente me di cuenta, que las cosas mejoraban al volver a la estrategia convencional, que no es otra que golpear en zonas debilitadas mientras eliminaba el Norte que contiene demasiados PV como para olvidarse. Una vez que lo finiquité, por mucho que mirara el tablero y que quisiera profundizar solo por el sur, la zona de Cataluña era lo más obvio y finalmente decidí emplear el 90% de los esfuerzos en Cataluña y Andalucía simultaneamente para tratar de hacer una pinza... Finalmente separé las zonas en Castellón, tomé Cuenca y aislé Madrid con tropas que venían por Albacete desde Andalucía. El Republicano colapsó.
Siendo esta segunda partida un intento más o menos decidido de cambiar de estrategia, al final no lo fue tanto. No fue igual que la primera, pero tampoco tan diferente. Realmente vi que cuando mejor me funcionaban las cosas era cuando hacía lo de la partida anterior. Por eso me asaltaron las dudas de su rejugabilidad y así lo expresé en BGG. Tal vez yo no esté en lo cierto, pero me parece que las estrategias más diferentes y radicales están mucho más penalizadas que la histórica. Quiero descubrir si el juego pierde diversión a largo plazo por este hecho.
También quería comentarte otro tema, que creo tb. puse en BGG. La mano me pareció mucho más fácil de gestionar que en otros CDGs. Hay más margen de turnos para quemar cartas, jugar eventos y refuerzos y muchas operaciones. Si te organizas, para el final, no te quedarán cartas atascadas que necesites jugar. ¿Qué me puedes decir en ese sentido?.
Muchas gracias por tus comentarios y enhorabuena pq el juego es como mínimo un notable.