61
Reseñas escritas / RE: TALUVA
« en: 14 de Marzo de 2008, 01:38:05 »
Cotilleando por ahí me encontré esta reseña. Me gusta, me gusta. Facilitaciones.
Lo tengo y habré jugado 3 o 4 veces hace tiempo ya, explicando yo siempre las reglas a distinta gente cada vez, o sea, sin tutelaje y viendo poco a poco todos a la vez cómo funcionaba.
Así un par de impresiones:
Creo que empezamos un poco confundidos sobre qué plan hay que tener para jugar, quizá influidos por otros juegos como el Attika o el Catán. Parece que uno tira a construir todo lo que pueda y a cabrearse cuando le espachurran sus chocitas (muy común) y se piensa que un jugadón es expandir de una tacada 4 o 5 chozas o machacarle a los demás otras tantas. Resulta (entiendo yo) que la perspectiva es distinta. Más bien lo importante es dónde te expandes -para abrirte camino- y dónde espachurras al prójimo -para cortárselo-. El cuánto tiene importancia en lo que construyes (algunas veces), pero no en lo que espachurras. Por eso, siendo el número de construcciones lo que da la victoria (o la derrota), no es muy fácil en un golpe de vista al tablero ver quién va ganando porque los edificios espachurrados también cuentan como construidos; más bien hay que controlar la reserva (propia y ajena), no?
Si te quedan pocas chozas hace que puedas estar tan cerca de ganar (si ya tienes construidos los templos o las torres) como de perder (si en tu turno no puedes construir más que chozas y no te quedan). Esto tiene pinta de ser guay, porque puede dar muchos giros inesperados y prestarse a amagos o maniobras de distracción p.ej. haciendo ver que quieres expandirte para que te cierren el camino cuando realmente en un pequeño asentamiento tienes la posibilidad de construir tu último templo o torre.
Cuando uno va a jugar con los amiguetes creo que tiende a entretenerse con la mecánica del juego (en este caso construir y destruir) y a asociar ésta con el desarrollo del juego (el ir bien o mal) y además a poder valorarlo por los resultados tangibles (lo que tienes construido en el tablero). Una misma jugada puede ser un bombazo o fatal dependiendo de quién y en qué momento la haga. Además, la victoria no depende de lo grandes o variadas o bonitas que sean tus obras, sino de que puedas hacerlo tú primero, así que ir a tu rollo te puede llevar a sorprendidos "ah, pero que ya has ganado... y por qué?" Craso error que creo que nos hizo no sacarle toda la diversión y que me hace pensar que no sea un juego "popular" como el Catán o el Ticket to Ride p.ej. y no muy apropiado para reuniones sociales, y sea más un juego estratégico y un rato cerebral.
Sensaciones de novato, claro. El puntazo guay para mí, la estrategia en 3D.
Con esta otra perspectiva tiene pinta de flipante
Lo tengo y habré jugado 3 o 4 veces hace tiempo ya, explicando yo siempre las reglas a distinta gente cada vez, o sea, sin tutelaje y viendo poco a poco todos a la vez cómo funcionaba.
Así un par de impresiones:
Creo que empezamos un poco confundidos sobre qué plan hay que tener para jugar, quizá influidos por otros juegos como el Attika o el Catán. Parece que uno tira a construir todo lo que pueda y a cabrearse cuando le espachurran sus chocitas (muy común) y se piensa que un jugadón es expandir de una tacada 4 o 5 chozas o machacarle a los demás otras tantas. Resulta (entiendo yo) que la perspectiva es distinta. Más bien lo importante es dónde te expandes -para abrirte camino- y dónde espachurras al prójimo -para cortárselo-. El cuánto tiene importancia en lo que construyes (algunas veces), pero no en lo que espachurras. Por eso, siendo el número de construcciones lo que da la victoria (o la derrota), no es muy fácil en un golpe de vista al tablero ver quién va ganando porque los edificios espachurrados también cuentan como construidos; más bien hay que controlar la reserva (propia y ajena), no?
Si te quedan pocas chozas hace que puedas estar tan cerca de ganar (si ya tienes construidos los templos o las torres) como de perder (si en tu turno no puedes construir más que chozas y no te quedan). Esto tiene pinta de ser guay, porque puede dar muchos giros inesperados y prestarse a amagos o maniobras de distracción p.ej. haciendo ver que quieres expandirte para que te cierren el camino cuando realmente en un pequeño asentamiento tienes la posibilidad de construir tu último templo o torre.
Cuando uno va a jugar con los amiguetes creo que tiende a entretenerse con la mecánica del juego (en este caso construir y destruir) y a asociar ésta con el desarrollo del juego (el ir bien o mal) y además a poder valorarlo por los resultados tangibles (lo que tienes construido en el tablero). Una misma jugada puede ser un bombazo o fatal dependiendo de quién y en qué momento la haga. Además, la victoria no depende de lo grandes o variadas o bonitas que sean tus obras, sino de que puedas hacerlo tú primero, así que ir a tu rollo te puede llevar a sorprendidos "ah, pero que ya has ganado... y por qué?" Craso error que creo que nos hizo no sacarle toda la diversión y que me hace pensar que no sea un juego "popular" como el Catán o el Ticket to Ride p.ej. y no muy apropiado para reuniones sociales, y sea más un juego estratégico y un rato cerebral.
Sensaciones de novato, claro. El puntazo guay para mí, la estrategia en 3D.
Con esta otra perspectiva tiene pinta de flipante
![Cheesy :D](https://labsk.net/Smileys/default/cheesy.gif)