Carcassonne, Aventureros al Tren y otros pueden jugarse en "modo solitario en compañía" o en modo "a muerte y sin piedad", siendo lo segundo lo recomendado por el fabricante. Si los mecanismos básicos de puteo (robo de ciudades y robo de granjas) te saben a poco (en mi casa son suficientes para provocar rugidos que asustan al vecindario), si eres más de repartir cera, quizá deberías darle un tiento a:


- Colocar losetas en ciudades propias o ajenas dejando huecos imposibles de completar para el contrario
- Fagocitar ciudades del oponente por la izquierda y por la derecha simultaneamente.
- Poner catedrales en las ciudades del contrario e inflarlas a losetas
- Usar sabiamente el muñeco gordo que vale por 2 y putea por 2
- Usar a mala idea el alcalde cabrón que vale y putea tanto como pendones haya en la ciudad
- Agregar las máquinas voladoras combinadas con los 2 anteriores. Paracaidismo en Carcassonne.
- Los transbordadores convierten los caminos en autovías
- Adorarás al dragón cabrón
- Odiarás a la princesa cabrona
- Las torres devoradoras de meeples. La desolación. El silencio.
- Los portales de teletransporte combinados con las 3 anteriores. Carcassonne postnuclear.


Te aseguro que Carcassonne NO es aburrido, aunque desde luego hay juegos mejores.

La humanidad se divide en 2 tipos de personas: los que se hacen con una cocina y los que hornean pan (yo). Pronto serás de unos de esos irreconciliables bandos. Ánimo.

El juego tiene una dinamica sencilla, lo que no quiere decir que el juego sea simplon y eso es lo que mas me gusta, se lo pude explicar a mi esposa en 8 minutos y el resto se aprendia jugando.

Yo necesito una media hora para explicarlo. Y eso que, como lo he tenido que hacer varias veces, tengo preparada una especie de presentación 'ensayada' con cosas tipo "el tablero se divide en 3 zonas, castillo, favores y camino, que a su vez se divide en 3 zonas,...". No soy capaz de hacerlo en menos tiempo. Enhorabuena 

Mi primera vez fue con mi mujer. Me había aprendido las losetas, analizado los edificios y nada...paliza humillante que todavía me duele.

Siempre me maravilla lo compacto del juego. A diferencia de otros, consigue concentrar con pocos elementos un montón de opciones. Alguna vez me he parado a pensar cómo sería una expansión para Caylus (aparte del joyero, que en la versión premium -la que yo tengo- viene de serie) y llegas a la conclusión de que no la necesita, que el juego está perfecto así. No le sobra ni le falta ni una regla, una loseta.

También he descubierto que es un buen juego para enganchar a padres, a señores de 50-60 años a los que no te hubieras imaginado juagando a nada. (o al Mus en el caso de mi padre). Sorprendente.

Tengo un amigo que clasifica los juegos en "entretenidos" o "divertidos". Los dos tipos son igual de buenos, los primeros gustan por sus mecánicas, sus componentes, sus reglas, su desafío lógico, de los que se te pasa el tiempo volando haciendo cosas, pensando estrategias, etc. Caylus es uno de los paradigmas de este tipo de juegos.

Los segundos son aquellos en los que la diversión la ponen los jugadores sobre la excusa del juego, cuya perfección pasa a segundo plano, son juegos en los que abundan las risas y donde lo mejor es participar y no tanto ganar. Yo soy más de éstos que de los primeros, soy de los que disfruto del juego gane o pierda. Por eso mi primer amor fue Cosmic Encounter (juego que seguro a ti te parecerá muy flojo) por lo que tiene de imprevisible, cómico y a veces surrealista. 

Sin embargo Caylus es de mis favoritos del otro grupo. Es difícil ponerle pega alguna. Un juego que impone al principio, con su fama de 'difícil' pero que debería sustituir al Monopoly (por cierto que tiene alguna similitud ¿verdad?) en cualquier centro comercial porque luego resulta fácil de jugar y difícil de dominar. Un juego redondo.

Una pregunta solo por curiosidad...

¿Os pasa a vosotros en Agricola que ELLA elige siempre el hogar o la cocina y cambia animales por comida masivamente mientras que ÉL elige siempre hornos y hornear pan por algún extraño motivo?. A mi y a mi mujer nos pasa siempre. Y no sé por qué.

Me encantan tus figuritas. La batalla rubios contra morenos deben ser la caña.