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Mensajes - manowar

en: 11 de Mayo de 2014, 18:43:18 1 GABINETE DE PRENSA / Novedades / Actualidad / Re:Marvel Dice Masters

Hombre, aunque haya que comprar sobres, tampoco lo veo caro. A 1€ y poco el sobre, ya me veo comprando uno o dos cada vez que pase por la tienda... Y con 40€ tienes para una buena cantidad de sobres.

Supongo que es como todo, depende del completismo de cada persona.

en: 10 de Noviembre de 2013, 02:39:56 2 KIOSKO / Sesiones de juego / X-WING: TONTINFORME DE BATALLA

El Coronel Jendon estaba muy preocupado ante la misión que le habían encomendado: rescatar al menos a cinco espías infiltrados cuyas naves habían sido inutilizadas por los simpatizantes rebeldes



(“¿Por qué cinco, si hay doce?” – se preguntaba el Coronel, al que le sorprendía aún más que su misión fracasara si los Rebeldes capturaban a seis: “Por qué seis?”

Estaba claro que había aspectos de la Inteligencia Imperial que no le cuadraban en absoluto, pero el Agente Snowden sabría el porqué de estas rarezas: él era un militar y se limitaría a intentar llevar a cabo su misión, pero ¿podría lograrlo? Había otros aspectos no menos inquietantes en todo aquello.

Para empezar, los recortes presupuestarios acometidos por el Grand Moff Rahoy le habían dejado 120.000 créditos para que los invirtiera del modo más conveniente para el éxito de la empresa. Tenía muy claro que pilotaría su lanzadera Lambda:


un transporte más duro que la piel de un ráncor, con cinco de escudos y un casco capaz de aguantar otros tantos impactos, no se le ocurría un envoltorio mejor para proteger su propio culo, aunque invertir algunos créditos más en defensa se le antojó mejor idea aún: 4.000 créditos para un Emisor de interferencias

que permitiera evitar impactos y un Dispositivo de sigilo

que aumentase la resistencia a los mismos por otros 3.000. Si no hubiera puesto en entredicho su valor, aún se habría llevado un Prisionero rebelde (cosa que pone muy nerviosos a sus colegas cuando te atacan, sabiendo que también lo harán carne picada si destruyen tu nave). No obstante, cuando vio que su viejo amigo, el Capitán Jonus, entraba por la puerta romboide, supo al momento en qué se gastaría otros 7.000 créditos.



Había misterios insondables en el mundo, como por qué los motores de las naves y los disparos sonaban en el vacío del espacio, o por qué los ingenieros imperiales diseñaban siempre las Estrellas de la Muerte con un punto débil tan evidente que hasta un gungan con retraso mental severo (como un tal Binks que conoció en una taberna, años atrás) o cierto ugnaught llamado Messsi (al que vio pateando la cabeza de cierto androide dorado en Bespin, mientras babeaba y murmuraba palabras ininteligibles) encontrarían. Otro de esos misterios era la extraña habilidad del Capitán Jonus para hacer que el armamento secundario de tu nave (no de la suya) fuera más preciso: no había un porqué, y parecía cosa de brujería de santero de Dagobah, pero era tan cierto como que los riñones de bantha al jered sabían a pis. Sabía que no se arrepentiría de los 7 machacantes invertidos en un Cañón Láser Pesado.


Jonus había recibido un curso a distancia en CCC (Cursos Coruscant a Crédito) para perfeccionar su Puntería: 3.000 pavos bien invertidos, en opinión de Jendon: Jonus era capaz de meter un torpedo de protón en el culo de un Hutt a una distancia de doce parsecs. Jendon no escatimó en equipar el TIE Bomber de su amigo con Torpedos de Protones Avanzados...

...que, si bien requerían acercarse más que un banderillero de reeks en la Monumental de Geonosis, podían convertir en astillas cualquier nave rebelde en un parpadeo: por 6.000 créditos le pareció un chollo, así que le compró una segunda tanda;  y no dudó en gastarse otros 5.000 en una andanada de Misiles de Impacto y otros tantos en una Bomba de Protones (un impacto crítico a todo el que se halle a distancia de 1 o menos de la “cagarruta” que suelta el Bomber).

Fue entonces cuando se dio cuenta del problema: la lanzadera y el Bomber sumaban la friolera de 90.000 créditos; sin embargo, desde el principio había querido contratar a un Cazarrecompensas de poca monta (Boba Fett se le iba mucho de presupuesto) que aportara una Firespray-31 a la misión: otra nave sólida, que pudiera aguantar las acometidas rebeldes y, lo que es más importante, encajar el daño que la propia acción de rescate generaba en las naves: el daño era proporcional a la maniobra de aproximación, y se multiplicaba por el número de agentes rescatados (otra circunstancia extraña de la misión, se volvió a decir Jendon). El caso es que el Cazarrecompensas no había bajado de 33.000 créditos y eso se le iba ya por 3.000: el encargado del equilibrio presupuestario era un tal Mon Toro, de Mon Calamari, y no iba a admitir ni un desvío de un céntimo. Así que Jendon hizo de tripas corazón y devolvió un pack de Torpedos de Protones Avanzados: aún le sobraron 3.000 para hacer feliz al Cazarrecompensas con un Dispositivo de Sigilo   para su Firespray. Todo listo para zarpar…






Cuando llegó a la zona de recogida...

...se le heló el corazón: además de dos B-Wing a su costado...

...se perfilaba enfrente la silueta del temido Halcón Milenario; enfrentarse al General Solo era una perspectiva muy poco halagüeña. Sin embargo, respiró tranquilo cuando el Servicio de Inteligencia Imperial le informó de que la nave era un YT-1300 estándar, al mando de un Contrabandista del Borde Exterior tan anónimo como el Cazarrecompensas que él había contratado: una nave dura de pelar, pero él no tenía que destruirla, su misión no lo exigía.



Jendon, escoltado siempre por Jonus,

puso rumbo a la primera nave, pero la Lambda era más lenta que un AT-AT con reúma: antes de poder intentar rescate alguno se las tendría que ver con los temibles Ala-B rebeldes. No obstante, uno de ellos se fue al encuentro del Cazarrecompensas a todo lo que le permitían sus motores, dándole un poco de tregua:



De inmediato, se produjo el primer intercambio de fuego entre ambas naves. El Cazarrecompensas consiguió esquivar las primeras ráfagas de Ten Numb, que decidió guardar su armamento secundario para más adelante y atacó con tres dados un láser de fuerza 3 que el hábil Cazarrecompensas anónimo consiguió evitar con tres esquivas.

En el otro extremo, el YT-1300 fijaba a corta distancia a una de las naves inmovilizadas con la esperanza de obtener un impacto crítico que le permitiera rescatar al primero de los seis espías imperiales. Pero carecía de fuerza de fuego suficiente como para conseguirlo con facilidad: la nave se defendía con tres esquivas y evitaba la captura.

Fue en el siguiente embate que el curso de la batalla empezó a decidirse: Ten Numb realizó una maniobra corta con la esperanza de emboscar al Firespray, pero el Cazarrecompensas anónimo realizó un avance de 4 con giro Koiogran que nadie esperaba; situado a la espalda del B-Wing y a distancia de 1, la tensión de la maniobra no le restó un ápice a su mortífera efectividad…


Un láser de fuerza 3 aumentado a 4 por la distancia corta consigue tres impactos normales y un crítico: Ten Numb es ahora muy vulnerable…


Por su parte, la piloto Ibtisam intenta cebarse con la leeeeeenta lanzadera de Jendon, pero el Dispositivo de Sigilo y el Emisor de Interferencias burlan los impactos, mientras que Jendon transfiere una y otra vez blancos fijados al certero Capitán Jonus, que está concentrado continuamente para optimizar sus disparos. Al tener el B-Wing a tiro, elige la acción de Puntería y descarga sus Torpedos de Protones Avanzados a Distancia 1…


¡El resultado es devastador! Una sola andanada y los 5 generadores de escudos del caza rebelde saltan por los aires: Ibtisam se ha quedado, literalmente, en bragas (para deleite de Jendon).

La Lambda, por su parte, decide que es el momento de amortizar el Cañón Láser Pesado: ayudado por la habilidad que le otorga la proximidad de Jonus (reajustar hasta dos dados  grados la trayectoria del haz láser) le manda un recado al YT-1300 que no le deja lugar a dudas: no lo quiere cerca. Los talleres de reparación de escudos estarán de enhorabuena tras la batalla…


En otro cuadrante, Ten Numb no consigue quitarse al Cazarrecompensas de su espalda y éste, fuera del arco de Numb, le lanza otra andanada a corta distancia que provoca que la nave estalle en mil pedazos, con una sonora deflagración que vuelve a desafiar los principios de la física, pero Jendon está más maravillado por la actuación del Cazarrecompensas que por las paradojas de la ciencia.


No obstante, la capacidad de enviar refuerzos por parte de los rebeldes es ilimitada, aunque con una evidente pérdida en los valores de pilotaje: un Ala-B al mando de un Piloto del Escuadrón Azul aparece por el límite del campo de batalla. Hay que ser más rápidos en llevar a cabo la misión, se dice Jendon, que se percata de que aún no han rescatado ni a uno solo de los espías: “A este paso van a morir de inanición”.

El YT vuelve a fijar a la lanzadera, pero las defensas de Jendon resisten. Poco después, la nave realiza una maniobra con movimiento cero que hace que el YT y el Ala-B de Ibtisam se solapen con ella.


En la siguiente maniobra, Ibtisam se pone a tiro, a escasos milímetros de la lanzadera: con la inestimable ayuda de Jonus, la lanzadera demuestra que no sólo es una nave de apoyo. El Cañón Láser Pesado convierte a Ibtisam en pienso para banthas.


Los rebeldes empiezan a vislumbrar su derrota con claridad, pero aún envían a un Piloto del Escuadrón Daga al matadero combate. El YT-1300 consiguió por fin un impacto crítico sobre una de las naves averiadas y capturó a uno de los infiltrados imperiales: parecía que aún podrían invertir el curso de la batalla. Sin embargo, aprovechando la lejanía de la amenaza de los Ala-B, el Cazarrecompensas (un tal Bossk, se obligó Jendon a recordar, para contrataciones futuras) realizó una maniobra de longitud 2 y subió a su nave nada menos que a cuatro de los espías imperiales: semejante acción le costó todos sus escudos y sufrir dos impactos en el casco (ocho de daño), pero confiaba en que la hipervelocidad del Firespray lo alejara de allí antes de sufrir impacto alguno. Y Jonus, que había vaciado ya todo su arsenal de misiles, pensó que su bombardero (mucho más rápido y maniobrable que la lanzadera) aún podía jugar un papel crucial y, ante la sorpresa del general rebelde, consiguió rescatar al quinto agente imperial.

En los dos turnos siguientes se consumó la derrota rebelde: Bossk burló el perímetro y puso a salvo a los cuatro pasajeros en una estación cercana, evitando así que la destrucción de su nave pudiera sumarlos a la causa rebelde;

después, volvió al campo de batalla, tratando de cubrirle las espaldas a la lanzadera: en vano.  Jonus estaba a punto de llegar con su pasajero sano y salvo al área de recogida: sólo el ataque in extremis del único Ala-B que lo tenía a tiro podía destruirlo. Jendon, que lo veía por sus sensores, contuvo el aliento cuando varios rayos mortíferos surcaron el espacio… ¡En vano! Ni uno solo de aquellos haces alcanzó su objetivo: el Capitán Jonus puso el broche de oro a una actuación memorable de su nave.


Al día siguiente, el Coronel Jendon fue ascendido a Almirante y el Capitán Jonus a Coronel. Los líderes de la “Inteligencia” rebelde fueron rebajados a limpiadores de letrinas en una fragata médica de gestión privatizada.  ;D



El General Koblar celebra la victoria con dos de las naves que fueron clave en la batalla.


FIN.

P.D. Fotos de las cartas sacadas de edgeent.com; fotos con supremacía pixelera, Koblar; fotos con efecto nebulosa, gentileza de mi archienemigo galáctico, Carlos.







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