
Me sentí más o menos como hace un año cuando jugué por primera vez contra el automa y estaba continuamente consultando el manual, solo que esta vez limitado a cuando le tocaba realizar acciones de la Academia (que fue casi todas las rondas).
La sensación general fue de que hay muchas cosas más que ocurren. La parte de la Academia tiene mucha actividad, el automa se pone a renovar habitaciones a saco y eso da mucha fama, no puede uno quedarse atrás. Potenciar trucos en las salas de prácticas, o dejarlos instalados en las aulas también da mucho juego.

Además, el hecho de empezar con un trabajador más, el Protegido, y la capacidad de potenciarlo para que termine teniendo los tres puntos de acción y tres capacidades distintas que van a cambiar entre partidas, le dan al juego mucha más profundidad (si es que le hacía falta):

A mí me ha gustado mucho, y creo que a partir de ahora lo jugaré siempre con la Academia (cuando juegue en solitario). Eso sí, la sobrecarga mental con las reglas del nuevo módulo y con el automa es curiosa...