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Mensajes - Cinedeaqui


Están en todas partes. En todas. Me llamaban loco, ¡ellos!. Se reían de mis gorros de papel albal y de mis consignas apocalípticas. Y mírales ahora, siendo destrozados sin piedad por las fauces de esos gusaurios serpenteantes y babosos de varios pisos de altura. Oh Dios mío, ¿qué ha sido eso?. Parece que las oficinas de aquel periódico sensacionalista acaban de caer literalmente, destruídas por el empellón de una especie de mezcla mutante entre cucaracha de cien metros y mantis religiosa.

Los gritos de la humanidad copan mis sentidos y no me dejan concentrarme en mi huida entre los callejones. Sé que cerca de aquí hay un búnker del gobierno, preparado para este tipo de situaciones. Lo sé porque lo he investigado. Lo sé porque me han pedido mentalmente que acuda.

Girando la calle entre dos edificios veo al fondo un par de cuerpos de aproximadamente tres metros apuntar con algún tipo de tecnología desconocida a la aterrada pareja de un Toyota todoterreno, antes de vaporizarlos. Yo me escabullo sin ser visto, dirigiéndome sin reducir la marcha a la localización exacta que mi mapa mental me indica. Siempre he sido muy bueno recordando. Memoria fotográfica. Y al fin puedo darle un buen uso.

Parece que es aquí. A simple vista no es más que una puerta metálica cualquiera con el grafiti "Aliens go home!" decorando su metálica pintura. Golpeo la puerta tres veces con los nudillos. Espero un segundo y golpeo dos veces más. Por último, asesto otros cuatro golpes.

La puerta se abre sola y yo me adentro en aquella estación a oscuras, oliendo a humedad y polvo. Intento adaptar los ojos a la absoluta oscuridad en vano y, cerrando la puerta a mis espaldas, bajo lo que parece ser un centenar de escaleras palpando el húmedo y viscoso muro que me produce intensos escalofríos de repulsión a mi paso.

Llego al fin al último escalón, y todo parece en calma. Ni un ápice de luz cercano. Ni la más mínima presencia humana. Cuando estoy a punto de sentarme en el suelo a esperar escondido hasta el resto de mis días, las luces se encienden de repente cegándome unos instantes.

- ¡Sorpresa! - farfullen un montón de bocas con un buen montón de dientes.

A mi alrededor, globos de vivos colores, pancartas de "Vienbenidos umanoz" y matasuegras dan paso a horrores tentaculares, cuerpos quitinosos, cabezones estelares de color verde y alguna que otra serpiente dentada de varias decenas de metros, todos ellos vestidos con simpáticos gorritos de cumpleaños.

- Hola humano - dice uno que guarda cierta semejanza con la Duquesa de Alba si en lugar de orejas tuviese branquias llenas de lenguas - ¡Erez el vicitante un millón, enhoragüena!

Todos aplauden (los que tienen tentáculos, al menos lo intentan lo mejor que pueden) y yo me orino encima mientras lloro desesperado visionando los restos de otros compañeros de raza dispersos en platitos de plástico junto a vasos de Cocacola, dispuestos en una mesa con mantel de Bob Esponja...



Esta gilitrónica introducción que me acabo de inventar me sirve para presentar INVADERS, de Mark Chaplin, que estoy poderosamente seguro de que no tiene nada que ver con el señor del bigote y el bombín que protagonizaba El Gran Dictador pero que ha sacado otros juegos muy bien valorados como lo son  la saga Revolver. En esta ocasión nos encontramos con un juego asimétrico para Dos jugadores, de unos 90 minutos de duración y gran tensión.

¿Y de qué trata este Invaders? Típico tópico y, a la vez, muy de agradecer. Estamos ante una invasión alienígena en toda regla. Los mutantes del espacio exterior caen con todo su equipo y distinta colección de razas a pasarse por la piedra a toda la humanidad y usar a nuestras mujeres como incubadoras de sus simpáticas larvas. La humanidad, por supuesto, no se quedará de brazos cruzados, y haciendo uso de todo tipo de maquinaria de guerra, robots, héroes gilitrónicos y misiles nucleares deberá resistir al ataque lo mejor que pueda. Como veis, todo un clásico de la ciencia ficción. Y esa es precisamente una de sus mejores bazas, pues todo en este juego está impregnado de ese aroma a serie B scifi con cientos de guiños a todo tipo de películas, series y videojuegos entre sus cartas.


Como ya he comentado antes de pasada, el juego es asimétrico, mientras que el jugador alienígena tendrá que ocuparse de atacar sin descanso a la humanidad para reducir sus recursos al mínimo, y consta con las fuerzas más destructivas y brutales de todo el juego, el jugador humano deberá resistir como buenamente pueda parapetándose con lo que encuentre y sacrificando héroes en pos de la defensa.

El juego es, en realidad, un juego de cartas con dos mazos muy distintivos de 70 cartas, más otro de 11 héroes, con unos cuantos contadores y un tablero donde colocarlo todo, en el que hay impreso a su vez ciertas "estrategias" distintas según jugadores que podremos usar a lo largo de la partida y luego explico.


Las reglas son de lo más sencillas, cada carta tiene en su parte inferior su coste en cartas de debemos descartar de la mano y/o "drenar" (descartar desde tu baraja) para poder jugarlas. La mayoría de cartas tiene además un efecto que se utilizará al jugarse, o durante cada turno. Y por último un valor de poder indicado por un rayo. También habrá ciertos iconitos identificativos que pueden servirnos en ocasiones, y una palabra para definir el tipo de carta.

Dicho esto, el turno del jugador alien comienza robando dos cartas (añadiéndose a las cinco con las que empieza). Después, puede jugar cuantas cartas quiera (descartando/drenando cartas para ello), usar las habilidades permanentes de sus criaturas (si las tiene), usar estrategias (se pueden usar sólo una vez durante toda la partida y nos da cierta ventaja por un lado, casi siempre robar cartas, pero desventajas por otro lado en forma de coste mayor en sacar algún tipo de criaturas y/o bajar el marcador de invasión, drenar cartas, etc) o bajar un punto el track de invasión para bien robar una carta o bien reducir el coste de una carta en uno.

Una vez terminada esta fase (suele ir muy rápida, podremos usar no mucho más de dos criaturas normalmente) pasaremos al ataque. Hay tres zonas donde Alien y Humano juegan criaturas, cada uno en su parte del tablero. A saber: Eurasia (con un poder inicial de +5), Pacific Rim (+3) y África (+3). El límite de cartas por zona es cuatro. Sumamos el total de poder de cada alienígena, y le restamos el poder base de la zona, más el poder de las cartas humanas. Si superamos, el jugador humano deberá descartarse de tantas cartas como el número de puntos en los que le superemos (nosotros tenemos 8 de poder, los humanos 6, drenan 2 cartas). Si no superamos, no pasa nada. Si en todo nuestro turno el jugador humano NO HA DRENADO CARTAS por ningún motivo (ya sea por habilidades o ataque), se baja un punto el track de invasión (que comienza en 10). Si el track llega a cero, ganan los humanos. Si alguno de los dos jugadores va a robar y no tiene cartas, pierde la partida. Si alguna de las zonas tiene un poder de cero (puede bajarse por cartas alienígenas), el alien gana la partida. Si se cumplen ciertas condiciones de cartas, el jugador que las cumpla gana la partida.

Después toca el turno humano, que se desarrollará prácticamente igual con la salvedad de que los humanos pueden sacrificar sus hombres si quieren para dejar hueco, no pueden subir el track para robar otra carta, y no atacan (no hay fase de ataque durante su turno).


Y ya. Esto se repite hasta que alguna condición de victoria anteriores se dé. El que gane será feliz por haber machacado al otro, y el vencido llorará irremediablemente en el cuarto de baño, duchándose con ropa y agua helada mientras se abraza las rodillas y se balancea mascullando "esto no está pasando", dejando un hilillo de sangre que fluir directamente de su sondarizado ano.

Como véis las reglas son sencillísimas (hay unas poquitas reglas más que no he comentado pero son igual de fáciles). La chicha real está en las cartas. Y es que de las 70 cartas por jugador, prácticamente se repetirán 5 o seis, no más. Esto significa que tenemos una enorme variedad de estrategias y decisiones que tomar en cada turno, que se acentúan con el rollo de que, para sacar algunas cartas, deberemos descartar otras tantas, y que temáticamente entiendo que se refiere a que para investigar algunas estrategias se deben dejar otras de lado, y enfocar recursos en ellas. Cuando te quedas sin recursos con los que luchar, pierdes. Al haber tantas cartas y tan distintas, las hay de todo tipo. Normalmente, las cartas alienígenas son aterradoras por su fuerza y poder destructivo. Pero el humano sabe defenderse, y quizás esa carta tan enorme que te ha costado sacar cinco turnos aguantando recursos, te la destrozan a la primera de cambio con unos misiles nucleares y punto pelota. Es por otro lado igual de divertido machacar indiscriminadamente débiles criaturas humanas y verles gimotear por sus héroes, ahora entre tus fauces tentaculares Jio, jio, jio.


La experiencia de juego es tensa, tensísima. Ambos bandos tienen la impresión de no poder tener a su alcance todo lo que quieren, pero durante la partida se va pasando la pelota, y mientras que en algunos momentos parecerá que lo tenemos todo controlado, al siguiente nos han tirado por tierra toda la estrategia y toca mover a otra zona toda nuestra infantería para seguir haciendo pupa. Por otro lado, nunca nos veremos realmente atados de pies y manos recibiendo sin poder hacer nada, gracias a las estrategias que se tratan de una última esperanza a lo desesperada. Y lo bueno es que los mazos no parecen estar descompensados, de las partidas que he jugado, han ganado tantas veces los humanos como los aliens, y en todas ha sido al final, con ambos jugadores al límite, y sin saber hasta el último momento quién iba a ganar.

El arte gráfico del juego es una pasada. Ilustrado por el español Chechu Nieto está todo lleno de referencias por nombre y dibujos a películas como "La Cosa" de John Carpenter, "La invasión de los Ladrones de cuerpos", "Temblores", e incluso a videojuegos clásicos como el "Gálaga" o el "Contra", y a leyendas urbanas actuales como el "Slenderman" o el "Área 51". Todo parece tratado con un mimo especial, y es de agradecer porque el juego desprende "flavour" por todos los lados.

Lo puedes jugar hasta con tu abuela, es granda friendly

Por último, explicar que el juego es muy sencillo de jugar, y una mención especial a las cartas: a mi no me gustan nada los juegos de cartas en las que cada carta hace una cosa en la mesa, y tienes que estar recordando qué cosa hace quién de entre las miles que tienes, las de tu contrario, y no olvidarte de ello. Es por eso que juegos como el de Juego de Tronos Lcg, Warhammer Lcg o Bloodbowl Team Manager no son para mi. Sin embargo aquí la mayoría de las veces la habilidad se hace en cuanto entra la carta, y después te olvidas. Y las pocas veces en la que la habilidad perdura, es algo muy notable que sueles recordar. Además casi todas las cartas están muy muy claras, lo que incentiva jugarlo con gente no demasiado jugona.

Un dato muy importante, el juego está íntegro en inglés, y hay UN MONTONAZO de texto, lo que puede tirar para atrás tu compra... o podría hacerlo de no ser porque me pegué la currada padre en traducir todas las cartas y estrategias en este pdf riconudo que os cedo gentilmente https://dl.dropboxusercontent.com/u/68198235/Pegatinas_invaders.pdf (ACTUALIZACIÓN: Y ahora también con el tablero hecho cartas para que sea más transportable! https://dl.dropboxusercontent.com/u/68198235/Tablero_invaders.pdf)

Mi resumen final es que estamos ante un juego divertidísimo, de lo mejor que he jugado últimamente, si quieres tirarte una hora y pico con una persona echando una tensa lucha en un juego asimétrico al cual auguro mucha rejugabilidad, y que desde luego gana enteros si te encanta la ciencia ficción y el terror estelar.

PROS:

- Muy temático (si no te gusta el tema, ni te acerques).
- Ilustraciones y aspecto visual excelente.
- Precio, lo puedes encontrar por 20 euretes aprox. en tienda online. Pocos juegos te ofrecen tanto por tan poco (Race for the Galaxy sería un ejemplo).
- Muy inmersivo, las partidas resultan tensas y te metes de lleno en ellas.
- Sencillo de aprender a jugar. Las cartas son bastante explicativas y no hay reglas raras ni es necesario volver al manual ni a Faqs.
- Elegante y fluido, el sistema, pese a su sencillez, funciona excelentemente.
- Recomendado para parejas (siempre y cuando tengas un sofá mullidito donde dormir más tarde si ganas).


CONTRAS:

- Completamente en inglés, y con mucho texto (aunque eso ya no es problema gracias a la traducción que me curré aquí: https://dl.dropboxusercontent.com/u/68198235/Pegatinas_invaders.pdf). En cualquier caso, el inglés no es demasiado complicado.
- Hay cartas extremadamente burras en comparación a otras que parecen venir de relleno. Esto no es una contra en sí misma pero habrá gente que lo tome como tal si es muy estratégica y pretende tenerlo todo muy bien hilado.
- Es un juego de cartas, con lo que ello implica. Una mala racha te puede dar un quiebro a la partida desde el principio, pero se puede solucionar en parte utilizando las estrategias.
- La caja es enorme con respecto a lo poco que trae. No se puede decir que sobre el tablero, porque es muy útil, pero si lo hubiesen diseñado para doblarlo en cuatro partes, cabría el juego perfectamente en una caja tipo Race for the Galaxy (y sobraría espacio).
- Parece que poca gente lo haya probado. Ni tan siquiera en la Bgg hay mucha gente que lo conozca y resulta ser un sleeper de los que pasan desapercibidos por culpa de la poca información que hay al respecto.

"Cámbiame estos duros y verás como esas ladillas cibernéticas van desintegrándose al compás de mi infraestructura muscular... Ululí ulalá, ululi ulnaná, peligro de contagio marcianitis total"

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